Revivalismo
Algo que no necesita el Rock es un museo a lo Madame Tussaud; prácticamente todos los grandes modelos estilísticos siguen presentes en los escenarios. En muchos casos, los protagonistas originales exhiben sus menguadas energías, ya que saben que “los viejos rockeros nunca mueren”. Pero el mercado de la nostalgia es insignificante en relación con el permanente estado de Revival: la recuperación de viejas composiciones en versiones a gustos del momento, el saqueo exhaustivo de imágenes del pasado para adornar videos clips o portadas, la aparición de una caterva de artistas barbilampiños que idolatran épocas pretéritas. Abrumador. Esta epidemia de mirada hacia atrás con ansias, se nutre de muy variadas circunstancias. Por un lado, el crecimiento de la industria del ocio y la comunicación, ha abierto a los sonidos e imágenes del pasado: se reeditan ediciones antiquísimas, incluyendo canciones que en su momento pasaron inadvertidas; se realizan videos y programas televisivos restropectivos y se investiga en páginas amarillentas. El conocimiento del pasado es más amplio que nunca, espoleados por la conciencia de que estos modelos venerables pueden ser manipulados por diversión y provecho. A partir de los primeros Roxy Music se instauró un Pop cargado de guiños y referencias veladas que tiene una doble lectura: el público nuevo disfruta inocentemente con los clichés y estereotipos rescatados, mientras que los espectadores veteranos aprecian el juego de la ironía y la recreación. La recuperación comenzó con las distintas variedades de Rock and Roll de los 50 a principios de los 70. Incluso hitos anteriores como Billy Holiday o Frank Sinatra, entraron a formar parte del repertorio de músicos audaces. Algunos síntomas: Jim Morrison tiene hoy más imitadores que cuando estaba vivo. El término Rockabilly, de escasa difusión en los 50, llegó a englobar otras formas de Rock and Roll. Bob Dylan es referente permanente para los músicos actuales, o el culto a los Beatles que alcanza niveles de saturación. En los primeros 80, incapaces de identificarse con la música impuesta desde Inglaterra, algunos jóvenes norteamericanos descubrieron boquiabiertos la riqueza natural de su glorioso pasado. Se disputaban los viejos discos de sus hermanos mayores y vendían sus sintetizadores para comprar guitarras. La culpa podría recaer en ingleses como Echo & The Bunnymen o Joy Divivion, primeros videntes de la vigencia clásica de Jim Morrison o Velvet Underground. Pero lo que prometía ser la chispa de nuevos aires se colapsó en un revival más o menos afortunado.
Salvo brillantes excepciones como REM, la mayoría de los grupos giran alrededor de tres grandes focos de influencia: la herencia seráfico-silvestre (Byrds, Burritos), el lado turbio (Doors, Velvet Underground) y el Garage psicodélico. Es un movimiento crítico; contracultura hippie y realismo Punk que vuelve a cambiar el sonido de la década y despierta incondicional fanatismo, sin grandes despliegues promocionales y que cuenta con figuras como Chris Isaak, Los Lobos, REM o Violent Femmes. Países económica y culturalmente asentados como Francia, Australia o Suecia vieron como en la primera mitad de la década del 80, decenas de jóvenes grupos Rock surgían de los garajes empuñando guitarras eléctricas. Eran los hijos del Punk y la New Wave, bandas que se alejaban de las estructuras clásicas ya establecidas. Musicalmente retrocedieron en el tiempo, absorbiendo sonido de los 60 para luego adaptarlos a sus ideas de lo que debe ser Rock. En Australia surgieron nombres como los Sunny Boys, con raíces en el Punk y el Rhythm & Blues. Otros grupos con proyección internacional fueron The Saints, Hoodoo Gurus y Lime Spiders. En Suecia el grupo más memorable de los 70 fue Problem. Tomaron su relevo los Nomads, Watermelon Men y Playmates. En menor grado, otros países europeos gozaron del surgimiento de grupos del Revival, siendo Francia el más activo a nivel discográfico. Esta orgía de reivindicación abarca casos de explotación, fotocopias reverentes y, en su mejor expresión, ejercicios de robo con cierto distanciamiento. En todos sus grados el Revival forma parte de la práctica diaria del Rock y el Pop: el pasado ya está aquí.
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