Ranchera (México)
La música Ranchera es de origen campesino cuya temática es el amor, el paisaje o una escueta narración con ritmos que en algunos casos conservan rasgos melódicos de la jota y del zapateados españoles. La Ranchera generalmente se canta con un conjunto de Mariachis. Se piensa que la palabra Mariachi se originó de la palabra francesa Mariage (boda o unión) en el siglo XVIII. Otra teoría se refiere a la plataforma de madera en la cual los músicos tocaban a menudo. Sin embargo la evidencia más reciente y mejor sugiere que el término Mariachi es más viejo que la llegada de los franceses a México y puede ser más viejo de lo que se sospechaba originalmente. Se piensa que la palabra se originó en el lenguaje de los indios de la coca hacia el año 1500 y se la utilizaba para referirse a cualquier músico. La definición moderna más apropiada sería "músico popular mexicano". Hoy en día el significado se amplía a menudo para incluir el instrumento, el traje y la música de mariachi. El conjunto moderno de Mariachi tiene raíces más recientes, quizás a finales del siglo XIX. En el estado de Jalisco, a lo largo de la costa del Pacífico, una forma musical híbrida que abarcaba las raíces indígenas locales y europeo español, dio como origen a esta tradición. Los instrumentos utilizados fueron violines, guitarras, vihuelas y arpas que habían sido pensados originalmente para uso religioso pero pronto se separó de la iglesia para ser utilizados por todos. El sonido Mariachi incluyó el estilo conocido como Hijo que tenía una influencia africana. Un tipo común de hijo es el Jalisciense. En Veracruz, situada en el Golfo de México surgió el Veracruzano del hijo o Jarocho, estilo que se acompaña a menudo con arpa en vez de guitarrón. En el sudeste mexicano se desarrolló el Huasteco del hijo o Guapango que utiliza una flauta como parte del conjunto estándar. Además del estilo del Hijo, la influencia española agregó Valses, Polkas y otros estilos al repertorio Mariachi. Antes del auge de los medio de comunicación las canciones se conocían en las ferias regionales y de ahí las personas las repetían en sus lugares de origen adaptándolas a sus giros idiomáticos y la música a los instrumentos vernáculos. Originalmente las letras se escribían en versos endecasílabos pero el uso y las adaptaciones hicieron que esta medida haya quedado superada. Las Rancheras mexicanas se interpretan generalmente con una banda de Mariachis a la que pueden añadírsele diferentes elementos sinfónicos, pero también es posible interpretarlas con tríos de guitarras o incluso con una sola guitarra española. La música de Mariachi es una forma de arte popular como acompañamiento para bailar y aprendida de oído. En los años 30 la Revolución ayudó a cambiar para siempre el paisaje mariachi. El presidente populista Lázaro Cárdenas esforzándose por unificar las regiones diversas de México bajo una tradición cultural y musical común, invitó a Mariachi Vargas de Tecalitlán a que lo acompañara en su campaña de 1936 a través de México.
La música de Mariachi ganó una enorme popularidad en todo el país gracias a los esfuerzos de Mariachi Vargas que estandarizó los arreglos musicales para muchos de los sones populares. Sus arreglos fueron utilizados por los grandes cantantes de su generación. Entre 1940 y 1960 Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís participaron en muchas películas, ayudaron a popularizar este estilo. En los 50 recibió la influencia del Jazz y los estilos musicales cubanos que revolucionaron de alguna manera la música Mariachi, que adoptó los instrumentos de viento en el conjunto estándar, que ahora incluía de 6 a 8 violines, un guitarrón, una vihuela, guitarra, dos trompetas y de vez en cuando un arpa. Hoy esta sigue siendo la instrumentación típico en el conjunto Mariachi. Ayudado por el advenimiento de la radio, la televisión, películas, la música Mariachi continuó el fortalecimiento de la cultura mexicana. Por los años 50 Mariachi Vargas apareció en más de 200 películas en la edad de oro del cine mexicano. El interés por esta música se movió hacia el norte a través de la frontera con EEUU llevado como bagaje por los inmigrantes. Alentado en parte por los esfuerzos de artistas como Linda Ronstad en su disco Canciones de mi padre, el movimiento mariachi se propagó rápidamente por EEUU. La música Ranchera ha tenido grandes figuras femeninas, pero solo como cantantes, no de instrumentistas. Y las pocas que se atrevieron a lanzarse se encuentran con la resistencia de los hombres de la orquesta quienes no se acostumbran a la idea de que el músico vecino lleve trenzas y las uñas pintadas. La tradición del Mariachi de cantar en cantinas, de sufrir largos viajes, pasarse muchas horas tocando aquí y allá a las órdenes de un patrón antojadizo, no es propicia para la convivencia de ambos sexos. Pero ahora varias chicanas han abierto un nuevo camino en la vida y las tradiciones de estas orquestas folclóricas. Laura Garciacano es una de las pioneras, nacida en Watsonville, California, comenzó como violinista clásica hasta que descubrió la música de sus ancestros. Otro ejemplo de este creciente fenómeno es Rebecca Gonzales, nacida en San José, California. Al igual que Garciacano, era violinista clásica hasta que descubrió la música mariachi en la universidad. Otro caso es el la Familia Mora Arriaga, Mariachi que incluye a varias mujeres en su formación ya que se trata de cinco hermanas y cuatro hermanos. El Mariachi es un arte que tradicionalmente se pasa de padre a hijo siendo el caso de la familia Arriaga una excepción a la regla pues su padre, un patriarca mexicano, enseñó a sus hijas a ser Mariachis desde niñas. Al parecer, las mujeres han llegado a las agrupaciones Mariachis para quedarse.
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