Qawwal (India-Pakistán)




Las músicas de raíz no son preciosas solo por su rareza, sino también porque contienen informaciones insustituibles acerca de nuestros antepasados. Por ese motivo, las músicas de raíz que han llegado vivas al siglo XXI se nos presentan con su sonido a verdad y su capacidad para transformar la experiencia, arrastrar el ánimo, hechizar y estremecer, casi intacta. Sus estructuras sonoras son difíciles de encajar en las radiofórmulas ya que son poco compatibles con el modelo anglosajón imperante. Una de estas músicas de raíz es el Qawwal, palabra que deriva del árabe qaul y que significa expresión a través de las palabras y hace referencia a la música religiosa que interpretan los músicos islámicos también conocidos como sufís. Los sufís son una rama heterodoxa del Islam surgidos en el siglos IX de nuestra era y que adoptaron la música como medio de meditación, de alcanzar un estado de intimidad con Allah o simplemente para alimentar el alma y regenerar el cuerpo y el espíritu. En el siglo XII el Qawwal viajó a la India y Pakistán con los sufís, que aprovecharon su música para convertir al Islam a más de 9 millones de personas. Hoy en día el Qawwal es la música típica de Pakistán y el norte de la India. Congrega a diferentes tipos de música: la clásica de origen hindú, la semiclásica o canciones de amor y la música ligera empleada generalmente en el acompañamiento de poemas de amor. Aunque hoy en día es un género de actualidad en occidente, en el pasado su interpretación se limitaba a los mausoleos y a las cofradías o tarigas sufís. Ahora es muy común encontrarnos con el en bodas, fiestas religiosas o reuniones casuales.
Nusrat Fateh Ali Khan

Uno de los músicos que originó esta apertura hacia el público en general fue el ya desaparecido Nusrat Fateh Ali Khan, que se convirtió en uno de los Qawwali más conocidos y reconocidos. Otros músicos intentaban ser el relevo del pakistaní Fateh. Uno de ellos y el más conocido fuera de Pakistán es Faiz Ali Faiz. El músico pertenece a la séptima generación de músicos de su familia. En 1989 intentó llevar su música hacia otras fronteras por lo que se acercó a los músicos de flamenco Duquenque y Miguel Poveda originando lo que se conoció como Qawwali Jondo. Ambos estilos tienen mucho en común por lo que aprovechando esas coincidencias, permitió la fusión Qawwal-Flamenco. El acompañamiento clásico y tradicional del Qawwal son las palmas. Es una música cantada con total preeminencia del vocalista. Al comenzar a cantar el Qawwali (Cantante de Qawwal) se vale de una fórmula musical que consiste en modulaciones vocales ascendentes y descendentes, conocido como Alap A lo largo de las canciones, largas declamaciones monosilábicas, que guardan una gran similitud con los quejidos flamencos rasgan la melodía. Las sesiones de cantos bien encadenados van creciendo en intensidad hasta que el intérprete entra en un trance que puede llevarlo a un estado de iluminación espiritual conocido como fana. A menudo el público también es contagiado por ese arrobo y que expresan arrojando monedas a los músicos y los más conmovidos llegan incluso a rasgarse las vestiduras. Si bien la voz es el aporte más eminente, en el Qawwal se utilizan diversos instrumentos. En percusión se utiliza el tambor de marco sin sonajas, conocido como bendir o mazhar. Las percusiones también pueden ser timbales, tambores de dos membranas o ideófonos. Los instrumentos melódicos son muy importantes ya que su función simbólica y estética se relaciona con el acceso a estados de conciencia distintos. En primer lugar se sitúa la flauta de caña ney, de origen rural. El sonido de esta flauta se relaciona con la nostalgia. El Ney ocupa un lugar central no solo en las orquestas Qawwal, sino también en los sistemas simbólico de los sufís. También se utilizan instrumentos de la familia de la vihuela de arco. La viola del tipo sarangui acompañaba a los cánticos qawwal antes de ser reemplazada por el armonio. Otra familia de instrumentos utilizados con frecuencia es la de los laúdes de cuello largo, entre ellos el Rabat, el Tambur y el Jaz. A priori, todos los instrumentos son válidos pero algunos de ellos tienen un significado simbólico. El arpa, instrumento de corte y de taberna, no se utilizaba nunca debido a que su carácter se lo consideraba profano. Los músicos aficionados o profesionales procurarían que las piezas elegidas para su repertorio se adapten a la mentalidad de los sufís: poemas de amor en un sentido sublimado, odas a los profetas, sentencias y exhortaciones morales. Hemos visto que los sufís utilizan toda clase de instrumentos integrándolos a su cultura y a veces apropiándose de algunos, incluso en exclusiva.



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