Bomba (Puerto Rico)
Desde tiempos inmemoriales, que se remonta a la época de la esclavitud en las haciendas cañeras de Puerto Rico, los negros de la sierra norte encontraron en la música y el baile un medio eficaz para recrear, quizás de modo inconsciente, la tradición lejana y perdida del África ancestral, y al mismo tiempo manifestar por medio de la versificación, vivencias y sentimientos que tenían que ver con las realidades del grupo social, experiencias, sueños, frustraciones o ilusiones personales. La Bomba se constituyó así en un elemento comunicador por excelencia, un vehículo de denuncia y al mismo tiempo, de manifestación cultural identificatoria. Los estudiosos no tienen certeza sobre el origen exacto de la Bomba. Se cree que fue llevada por los esclavos que llegaron de las Antillas francesas procedentes de la costa occidental africana. Algunos dicen que se desarrolló a finales del Siglo XVII en Loiza, un pueblo en que la mayoría de los habitantes eran esclavos. La Bomba tiene más de veinte ritmos, algunos de los cuales reflejan su claro origen africano como Babú, Belén, Cunyá, Yubá o Sicá. Los españoles importaron esclavos africanos para trabajar en las plantaciones desde el 1500. A los esclavos se les prohibió la práctica de sus religiones, así que fusionaron sus rituales con la adoración del Santo Santiago. En los festivales patronales de Santiago se tocaba la Bomba mientras los celebrantes usaban las máscaras de los vejigantes. La palabra vejigante viene de cómo ellos corrían por las calles de Loiza cargando vejigas inflables y asustando a los jóvenes con ellas. Santiago representa al rey de la guerra de los africanos, Orgon (Shango para los Yorubas y Zarabanda para los congoleños). Las máscaras de los vejigantes eran talladas en un coco seco pintado de rojo y negro. Eran muy grotescas y coronadas con cachos de bananas, mientras que los disfraces eran sueltos y hechos con coloridos pedazos de distintos materiales. Durante los tiempos de la colonia, se dice que cuando los piratas trataban de invadir la isla, los patrones disfrazaban a los esclavos como vejigantes para asustarlos. En los bailes de Bomba los africanos esclavizados celebraban bautismos y uniones, y también planeaban rebeliones. Por esta razón, estas celebraciones estaban permitidas solamente los domingos y los días de fiesta del calendario de la iglesia.
Típicamente una Bomba comienza con una solista que se llama Laina, que canta una frase que evoca una llamada primitiva. El coro hace una respuesta a esta llamada mientras los músicos tocan instrumentos de percusión. Mientras tanto, los bailarines proceden con sus movimientos en pares y sin contacto. En una secuencia elaborada, uno de los bailarines se acerca a los músicos y baila una serie de pasos rápidos llamados Floretea Piquetes, a los cuales responden los tambores estableciendo el diálogo rítmico característico del género de la Bomba. Otros bailarines hacen lo mismo a su turno. El traje de la dama debe ser blanco, de algodón o mezcla, con volantes a cuadros de tela de Irlanda. Las enaguas llevan cosidas lacitos de cinta y encajes. El traje del bailador debe ser de algodón o drill inglés, siempre y cuando sea blanco. El orgullo de un buen bailador es pintar las figuras más elegantes y que el tocador le conteste con seguridad y certeza. La Bomba es tocada con instrumentos como los tambores Baleador y Subidor; el Baleador marca el ritmo y el Subidor dialoga con los danzantes. Estos tambores están hechos de toneles vacíos y piel de bacalao, y son afinados con fuego. Además de los tambores, los grupos musicales tradicionales utilizaban además, instrumentos sencillos elaborados a partir de plantas y frutos de la zona, tales como los Purus (calabazas silvestres secas), Alfandoques (caña rellena de semillas), Calanguanas (calabazas con incisiones a modo de güiro), e inclusive, quijadas de asno como instrumento de percusión. Muchos de estos instrumentos prácticamente han desaparecido y otros se han incorporado con el correr del tiempo, como guitarras, requintos, panderetas. La música interpretada por los músicos de Bomba y las Bandas Mochas (conjunto musical tradicional), se han ido transformando con los años. Sin embargo, su mensaje intrínseco y su posibilidad de convocatoria no han variado.
Típicamente una Bomba comienza con una solista que se llama Laina, que canta una frase que evoca una llamada primitiva. El coro hace una respuesta a esta llamada mientras los músicos tocan instrumentos de percusión. Mientras tanto, los bailarines proceden con sus movimientos en pares y sin contacto. En una secuencia elaborada, uno de los bailarines se acerca a los músicos y baila una serie de pasos rápidos llamados Floretea Piquetes, a los cuales responden los tambores estableciendo el diálogo rítmico característico del género de la Bomba. Otros bailarines hacen lo mismo a su turno. El traje de la dama debe ser blanco, de algodón o mezcla, con volantes a cuadros de tela de Irlanda. Las enaguas llevan cosidas lacitos de cinta y encajes. El traje del bailador debe ser de algodón o drill inglés, siempre y cuando sea blanco. El orgullo de un buen bailador es pintar las figuras más elegantes y que el tocador le conteste con seguridad y certeza. La Bomba es tocada con instrumentos como los tambores Baleador y Subidor; el Baleador marca el ritmo y el Subidor dialoga con los danzantes. Estos tambores están hechos de toneles vacíos y piel de bacalao, y son afinados con fuego. Además de los tambores, los grupos musicales tradicionales utilizaban además, instrumentos sencillos elaborados a partir de plantas y frutos de la zona, tales como los Purus (calabazas silvestres secas), Alfandoques (caña rellena de semillas), Calanguanas (calabazas con incisiones a modo de güiro), e inclusive, quijadas de asno como instrumento de percusión. Muchos de estos instrumentos prácticamente han desaparecido y otros se han incorporado con el correr del tiempo, como guitarras, requintos, panderetas. La música interpretada por los músicos de Bomba y las Bandas Mochas (conjunto musical tradicional), se han ido transformando con los años. Sin embargo, su mensaje intrínseco y su posibilidad de convocatoria no han variado.
0 comentarios: