Caninha Verde es una danza de origen portugués de la región del Miño, coreografiada en parejas, introducida en Brasil durante el ciclo de la caña de azúcar. Presente en varias regiones de Brasil, desarrolló algunas particulares en cada región.
Los músicos
utilizan instrumentos como el acordeón y el pandero y los bailarines realizan
la coreografía, utilizando palos para marcar el paso, con compases alternos
formando un gran círculo, y así seguir repartiendo alegría por donde pasan. La Caninha
Verde en otros estados de Brasil es, la mayor parte de las veces, una
danza Fandango, pero en Ceará es una danza independiente y comenzó a
ser conocida a principios del siglo XIX. Aterrizó en las playas de Ceará,
traído por João Francisco Simões de Albuquerque, procedente de Mozambique, con
Pedro Mãe Chica, uno de sus sucesores que se convirtió en uno de los
principales bailarines, intérpretes y ensayadores. Desde entonces, ha adoptado
nuevas formas, adquiriendo características propias y, por tanto, diferentes de
las de otras regiones. De hecho, Caninha Verde presenta una serie de
elementos provenientes de otras festividades existentes allí, como: elementos
de la Quadrilha Junina (bodas matutinas) y Pastorales (maestros y
formación de cordones). Inicialmente se bailaba en zonas de playa y luego pasó
también a formar parte de comparsas de carnaval. De hecho, existe una relación
entre este “cordão”, como lo llaman los danzantes, y la época del carnaval,
como se puede ver en la letra de una marcha que hace alusiones al triduo momino
y a María. Cantando esos versos, los intérpretes de Caninha Verde entran en
escena, y luego de evolucionar en marcha, contramarcha, media luna y lanza, se
distribuyen en dos cordones en el lugar donde se lucen. En el centro está el
rey flanqueado por vasallos, y un poco más lejos, el grupo regional. Luego los
bailarines piden permiso al rey para actuar, concedida la licencia, los
intérpretes comienzan a interpretar las diferentes partes de la Caninha,
centrándose en: “Carnaval” (marcha), “Licença pro Casamento” (marcha), “La boda
de María Culodina con Manéu da Balaiada” (marcha), “Minha Caninha Verde”
(xote), “Tirolé Valseado” (rojão), “Papagaio no Brasil” (marcha), “Papagaio
Cana-verde” (rojão), “Bota pezinho” (xote), “Lá vai subiendo las velas”
(marcha), “é de masar essa uva” (vals), “Cabriolé” (rojão), “Trançado dos
Lenços” (marcha), todo ello intercalado con versos que hacen referencia a Caninha
Verde.
A veces bailan claqué, a veces giran y cantan a coro,
respondiendo a los maestros de Caninha. Hay momentos en los que
algunos de los actores actúan junto a los maestros, como por ejemplo: el rey,
el sacerdote, los padres de la novia y el novio. Los momentos más interesantes
de la Caninha Verde son los relacionados con la boda, por la comedia
y el trenzado de los pañuelos, formado por cuatro personas, que trenzan y
desenredan sus pañuelos de seda, al son de un Frevo. Se despiden con
nuevas evoluciones y se van de dos en dos, cantando la marcha de despedida. Todos
los participantes de la Caninha Verde son personajes, porque
cada uno tiene el suyo: los maestros, el rey y sus vasallos, los novios, la
familia de los novios, sacerdote y sacristán. En la Caninha Verde en la playa
de Mucuripe no hay elementos femeninos. El papel de la novia lo desempeña un hombre.
Ya en la playa en Iguape no hay discriminación, participan ambos sexos. El atuendo
del grupo es bastante rico y representa el estilo de la época del Imperio
brasileño: camisas de manga larga y pantalones abullonados hasta la rodilla, en
seda lacada, en distintos colores, pañuelo de seda verde y amarillo o azul. En
la cabeza, un sombrero de ala torneada, adornado con penachos, alforjas y
espejos. La música de la Caninha Verde varía según las partes
presentadas, con un predominio de marcha y Baião. Los bailarines siempre están
dispuestos en forma de dos hileras, con, de vez en cuando, un cambio que
detiene las evoluciones en círculo, en serpentina, o incluso en filas, con el
cruce de bailarines moviéndose cuatro por cuatro. El paso de marcha es común y
se salta el baião, con marcación o bailan claqué con ritmos fuertes y giros a
derecha e izquierda.
El conjunto regional sigue la misma línea que los
conjuntos portugueses, estando compuesto por guitarra, mandolina, cavaquinho,
surdo y pandereta. En algunos lugares de Ceará los bailarines de Caninha
Verde se encuentran usando panderetas, como sucede normalmente en
Pastoril. Es muy común presentar la Caninha Verde en colonias de
pescadores en las playas de Ceará, así como en la realización de eventos. El
período esperado con la mayor alegría para los bailarines de Caninha
Verde es durante la temporada de Momina, cuando los cordones desfilan
como comparsas de carnaval o se divierten en las casas de otros juerguistas. Uno
de los grupos que todavía registran esta tradición, es Caninha Verde do Morro da Vaca,
en Vassouras, está dirigido por el cocinero jubilado Manoel João dos Santos,
conocido como Manoel de Ferreiros, quien heredó la tradición familiar. El
apodo proviene del hecho de que Señor Manoel organizó un negocio de caña de
azúcar verde en Ferreiros durante 20 años. A sus 79 años actúa acompañado del
acordeonista José Carlos Nascimento, conocido como Manjica, y de un grupo
infantil de ocho niños y niñas, de entre 12 y 13 años, a quienes guía con la
ayuda de José Luis Tavares. Dicen que enseñar a los niños es una forma de
satisfacer la nostalgia. Los tres, que asisten a bailes tres veces por semana
para bailar y jugar, participaban de tres grupos de adultos de Caninha
Verde que existían en Vassouras. En círculo, con el acordeonista en el
medio dirigiendo el canto del calango, los participantes, todos con sombreros
de paja, giran de un lado a otro, golpeando trozos de madera de 1,4 metros que
representan la caña de azúcar. “La danza Caninha Verde viene de Portugal,
pero el canto del calango fue una adaptación brasileña”, dice Seu Manoel. El
grupo suele actuar en eventos que celebran la cultura de la región.
Fuentes:
• Facebook.com/folclorandobrasil
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