La Danza de los Tlacololeros es el más antiguo baile popular de Guerrero (México) y el que integra mayor número de elementos prehispánicos dentro de su génesis mestiza. Es asimismo la danza más cultivada, competida y celebrada en los viejos barrios populares de la capital guerrerense, donde se la interpreta con ocasión de las fiestas religiosas, cívicas y político-partidistas de Chilpancingo.
El baile representa la batalla de los
agricultores con los agrestes terrenos de la región montañosa, los cuales
tienen que desbrozar y barbechar con mucha dificultad para cultivar maíz. Hay
que empezar por mencionar de donde viene el termino Tlacololero. El Tlacolol es
una porción de tierra situada en la ladera de algún cerro. Es una forma
prehispánica de cultivar en la cual se siguen algunos pasos. El primer paso se
le conoce como la tumba que es la labor de arrancar o cortar los árboles,
ramas, arbustos y hierba que se encuentra en la porción de tierra donde se va a
sembrar. Toda la hojarasca y ramas que se arrancan de la tierra se queman para
que la ceniza sirva de abono para la tierra. Una vez realizada esta labor los
tlacololeros ruedan sus cuerpos sobre la tierra ya que tienen la creencia de
que eso ayudará a que la siembra sea mejor. En la actualidad este tipo de
siembra es ya poco utilizada entre la gente dedicada a la agricultura. En el tlacolol el campesino debe enfrentar
también a animales y fieras dañinos para los sembradíos. Por ello, los
principales actores de la danza son animales como el Tigre y la Perra
Maravilla, productos de cultivo como Maizo y personajes humanos. En la trama
los protagonistas -catorce bailarines, más el Tigre y el Pitero- bailan al
sonido de la flauta y un pequeño tambor para representar la persecución del el
maizo, el salvador, el tlacololero, el tepachero, el tecorralero, el teyolero,
el jitomatero, el chile verde, el ventarron, el rayo seco, el colmenero, el
frijolero, el xocouotillo y la perra maravilla, principal dañero de cosechas y animales de corral. En el bando de los
campesinos que defienden su tlacolo milita la Perra Maravilla, cuyo papel
consiste en azuzar al Tigre para entregarlo a los tlacololeros, quienes lo
golpean con chirriones.
Los miembros de la danza tienen que ver con los colores
básicos del maíz, el Tecorralero que representa el maíz blanco, el jitomatero
que es el maíz rojo, el Nixtamalero por el maíz amarillo, y el frijolito u
oscuro que es el maíz negro. Las máscaras de los Tlacololeros originalmente
tienen muchos rasgos de la cultura Olmeca, sin embargo, en la actualidad los
grupos que ejecutan esta danza ritual han optado por modificar los rasgos para
hacerlas más estéticas, buscan que se vean guapos, pero rompen con la esencia
de la tradición y el ritual. La danza es una de las mayores atracciones de la
capital guerrerense en Semana Santa, en el Día de la Santa Cruz (3 de mayo), en
la fiesta patronal de San Mateo (21 de septiembre), el 12 de diciembre día de
la Virgen de Guadalupe y el 24 de diciembre en la Nochebuena. Uno de los
aspectos más espectaculares de este baile es el golpe de los “chirriones” (látigos)
en el aire y contra el piso para simbolizar el trueno y el relámpago que
asustan al Tigre, práctica que a menudo se convierte en batalla entre danzantes
de un mismo grupo u otras comparsas. En las calles de Chilpancingo estas
“batallas” han derivado en peleas auténticas entre danzantes de los cuatro
barrios de Chilpancingo (San Mateo, San Antonio, Santa Cruz y San Francisco) y
la zona centro, con saldo de heridas y contusiones serias. La causa es por
demás obvia: los “chirriones” son verdaderos látigos fabricados con alambres de
acero trenzado del tamaño de una a tres o cuatro serpientes de cascabel, cuyo
impacto provoca heridas de piel y eventualmente fracturas. Por eso los
danzantes visten –además de las máscaras que representan a los protagonistas-
chaparreras de cuero, calzones de manta, huaraches y gruesos costales de ixtle
encima de capas de hierba de huastle para protegerse de los golpes.
La danza es
animada con 16 sones: La Entrada, El Topado, El Cruzado o Enredado, El Corral
de Cuatro, Topado Doble, El Lampareado, El Zonzo, La Cucaracha, El Sembrado, La
Matanza, Las Relaciones, El Zarandeado, La Cadena, El Cruzado Brincado, El
Porrazo de Tigres y la Salida. En la representación participan doce
tlacololeros, el Tigre y la Perra Maravilla, los principales actores. Ocho días
antes de cada celebración, los artistas se visten con sus disfraces para hacer
el “pendón”, que consiste en recorrer las calles para invitar a los habitantes
de Chilpancingo que acudan a verlos. La danza simboliza genéricamente el ciclo
agrícola del maíz. Los danzantes recorren las principales avenidas de la ciudad
y culminan su actuación en la plaza de armas en un ambiente de carnaval,
independientemente de que la festividad sea cívica o religiosa. En Chilpancingo
el antecedente más antiguo que se tiene de la Danza de Los Tlacololeros
data de principios de 1800, es decir, que se tiene más de 200 años de práctica
de esta danza en la capital del estado. El origen de la danza es muy incierto,
existen teorías que es una derivación de la danza de los Zoyacapoteros de
Chilapa, sin embargo, otros historiadores aseguran que el origen de la Danza
de Los Tlacololeros está en el municipio de Leonardo Bravo
(Chichihualco) y se extendió a Chilapa cuando los danzantes fueron invitados a
una actividad religiosa. Los campesinos de Chilapa solían tejer capotes de soyate
para protegerse de la lluvia y los zoyacapoteros los utilizaban para bailar, usando
bajo aquéllos su ropa cotidiana: calzón, cotón y huarache. Las máscaras eran
toscas, sin pintar, hechas de madera del zompantli, ahora conocido como colorín
o pito. El momento más importante del baile es cuando los tlacololeros cercan
al Tigre, los chirriones suenan al contacto con el pavimento, la Perra
Maravilla gruñe sin cesar, hay mucha bulla, los tlacololeros se golpean entre
ellos y el baile termina con la muerte de aquél.
Fuentes:
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