Al Razha es una de las tradiciones más perdurables de Omán. Mientras que Al Razha en sí se refiere a la danza de la espada, la celebración que tiene lugar en Al Hamra ya mezcla danzas marinas que incluyen tambores, palmas y movimientos de remo.
En su
conjunto, Al Razha se ha convertido en una combinación de poesía, canto y
lucha con espadas: la danza folklórica se lleva a cabo en todas las ocasiones
importantes, desde bodas y algunas celebraciones importantes de Eid (que podría
traducirse como Celebración del Sacrificio, es la festividad mayor de los
musulmanes). Por lo general, son los hombres los que realizan estos bailes y
luchas con espadas. Estos son un legado perdurable y cuentan diferentes
historias dependiendo de qué wilayat (comunidad) o aldea esté celebrando. Se
realiza en la mayoría de las áreas del Sultanato. Los bailes en Omán varían de
una región a otra, ya que, a pesar de estar en la Península Arábiga. La danza Razha,
la música omaní, no cae dentro del ámbito de la música árabe clásica debido a
sus muchas influencias fuertes de las culturas africana e india. La música
omaní tiene las raíces más diversas, algunas de las cuales se remontan a
tiempos preislámicos. Además, la música y el baile en Omán están íntimamente
ligados, mucho más que en otras tierras árabes. Las danzas folklóricas como Al
Razha se han transmitido de generación en generación y fueron moldeadas
por la historia de la gente. Es por ello que las letras de las canciones, a
menudo poéticas, difieren. Después de todo, Omán está formado por diferentes
personas que viven vidas diferentes. Por ejemplo, los beduinos definitivamente
cantarían alabanzas al desierto, mientras que aquellos que viven en las zonas
costeras definitivamente hablarían sobre la vida en el mar. En la actualidad,
los omaníes cantan principalmente sobre estos temas y, más recientemente,
incluso sobre la vida urbana. Al Razha es un baile que a menudo se
realiza con los hombres reunidos en un semicírculo y el tamborilero en el medio
marcando el ritmo del antiguo baile de guerra. Con cada golpe de tambor, los
hombres cantan al unísono pronunciando versos poéticos mientras otros hombres
con largas espadas saltan por los aires. Al aterrizar, no deben flaquear. Si
bien las peleas de espadas y los cánticos pueden parecer totalmente caóticos
para un extraño, todo significaba algo para los omaníes.
Los ejecutantes de la
espada deben asegurarse de que cuando lancen la espada al aire, la atrapen
suavemente para demostrar su fuerza y destreza. Después de todo, Al
Razha comunica la postura de la tribu, ya sea que estén declarando la
guerra, la victoria u organizando la tropa para estar lista para la batalla o
mediar entre facciones en guerra. Si bien la Razha fue una vez una
danza de guerra, hoy se utiliza como bienvenida y celebración a Su Majestad el
Sultán de Omán. Tiene tres ritmos lentos que los participantes siguen con sus
movimientos. Al sonar el tambor, los hombres realizan sus exhibiciones de espada,
cuyo objetivo es golpear a su oponente en el pulgar izquierdo. Si ningún bando
es un claro ganador, entonces un anciano de la tribu intercede entre ellos,
poniendo fin a la pelea. Se requiere el uso de uniformes omaníes junto con el janyar
(daga tradicional de Omán) para mayor relevancia, al igual que llevar la espada
y el escudo de manera ostentosa. Una cierta forma de modernidad se ha filtrado
en la celebración en estos días. Si bien en el pasado, Al Razha definitivamente
habría sido una celebración más formal, en estos días se ha convertido en una
fuente de entretenimiento que une a los pueblos. No muy lejos del área del
escenario principal, incluso en las montañas cercanas, se instalan puestos de
comida y juguetes. Uno puede comprar casi todo tipo de bebidas y comidas
callejeras, como maíz, magoes y las amadas papas fritas de Omán. Las damas acampan
ordenadamente a cientos de metros de distancia. Desde donde se pueden escuchar
y ver la alegre celebración de abajo. No hay muchos extranjeros durante la
celebración. Sin embargo, son bien recibidos y están felices de mostrar su
cultura para comprender de alguna manera la belleza de las tradiciones omaníes.
Fuentes:
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