Cuando en el centro de México el Día de Reyes es día de obsequios, en Michoacán es día de jolgorio, ya que comienza la Fiesta de los Kúrpites, una tradición michoacana que se ha resignificado con los siglos, cuyo origen es prehispánico y en nuestros días es todo un evento que reúne a las comunidades.
La
Danza
de los Kúrpites, o Curpites, es una danza de origen
netamente Purépecha de carácter religioso. Data desde el siglo XVI y legítima
del antiguo pueblo de San Juan Parangaricutiro. Esta danza se lleva a cabo en
dos poblaciones de las cinco tenencias que conformaban el municipio y que
quedaron separadas tras el éxodo provocado por la erupción del Volcán Paricutín
en el año de 1943. La principal representación de esta danza y la más popular
se lleva a cabo en el poblado Nuevo San Juan Parangaricutiro y la otra en la
ahora tenencia de Uruapan Nuevo Paricutín (Caltzontzin). Es en Nuevo San Juan
Parangaricutiro donde los habitantes de los Barrios de San Miguel y San Mateo
celebran la Competencia de los Kúrpites, la máxima fiesta para los
sanjuanenses en la que dos bandos de bailarines se disputan el título de
mejores danzantes de la región: Kúrpites Bonitos (en su mayoría
hombres solteros) y Kúrpites Feos (en su mayoría hombres casados). La palabra “kúrpites”
desciende del idioma purépecha que significa “los que se reúnen” o “los que se
juntan”, haciendo alusión a los dos grupos de danzantes, integrados por
cuadrillas, que participan en la celebración. En días precolombinos se danzaba
una narración protagonizada por “la vieja encorvada”, Nana Cutzi, la señora
luna, y “el viejo”, Tarepeti, el señor sol, que se hacían acompañar por los Kúrpites.
Con la llegada de la evangelización católica la danza se adaptó a la nueva fe,
entonces la virgen María tomó el lugar de Nana Curtzi, (interpretada siempre
por un hombre vestido de mujer) y san José de Tarepeti, en nuestros días la
presencia de los Kúrpites es más importante que nunca, son la razón de ser de
una gran fiesta. En sus inicios, los jóvenes danzantes usaban mascaras con
figuras de animales (venado, coyote, leopardo y otros tipos de animales),
tratando de asemejarse en sus aullidos a tales animales, procediendo de aquí el
grito característico de los llamados "cúrpites". Los instrumentos
musicales que se usaban para el baile, eran el Tantan Tzicuar y el Teponaxtle;
ahora es una banda de música. Con el correr del tiempo, las máscaras
semisalvajes fueron suplidas por el de personas, con toda seguridad, influenciados
por los evangelizadores. Llevaban sobre la máscara un lúcido y costoso
sombrero, bordado con grecas de hilo bordado de oro y plata, una capa adornada
de chaquiras, cuentas, espejuelos, listones y flores de papel; en los pies se
ponían cascabeles para ayudarse en el ritmo cuando se ejecutaba un "Son"
o un "Torito". El sombrero también se modificó, poniéndose en su
lugar una cabellera compuesta de cuerdas de animales. La danza la componía un
solo grupo de jóvenes, pero pasados los años se formó otro más o cuadrilla,
siendo causa de que empezará la competencia, tanto en vestuario como en el
baile y la música. Él festival principiaba, con la entrada de la música la
tarde del 06 de enero, para finalizar 09 del mismo mes al igual que se sigue
llevando en la actualidad.
Los componentes de la danza son: "la
maringuía", que es un hombre vestido de mujer indígena y con mascara que
representa a la virgen María, el “t´arepiti", que se pone cascabeles y
fajas enredadas en los pies, unos delantales colgados del cuello hacia adelante
y atrás y capotillo con espejo al centro, un guaje largo mateado a color, una
máscara con cabellera blanca, -representando quizás a San José-, y un bastón
grande con una campana, “los Kúrpites” que son quince o más, visten igual que
el t´arepiti, menos el capotillo, bastón y el guaje, que sustituyen por una
mangas de franela en forma de zarapes adornados caprichosamente con lentejuelas
y chaquiras. La danza completa consta de 5 partes: la entrada; danza de los
curpites; danza del t´arepiti o el viejo; danza de la maringuía; La salida. Los
trajes son bordados durante un año por las novias o familiares de los
danzantes, hombres menores de 20 años, quienes reciben el amoroso esfuerzo unos
días antes del gran momento para el que se prepararon aprendiendo pasos
tradicionales y nuevos. Siendo Nuevo San Juan Parangaricutiro el resurgimiento
del antiguo poblado con la mayoría de habitantes es sede del más grande evento
de los Kúrpites a nivel internacional el cual el pueblo celebra con un
festival que principia con la entrada de la música la tarde del 6 de enero con
la entrada de orquestas por la avenida principal de Nuevo San Juan
Parangaricutiro, por la que los Kúrpites Bonitos realizan un
recorrido visitando la casa parroquial, la presidencia municipal y la capilla
de la virgen del hospital, terminando con una cena.
El 7 de enero, después del
desayuno con el barrio, se inician las llevadas, que se refiere a llevar la
danza a las casas de las novias o familiares de los encabezados, siempre a
razón de una mujer. Durante la tarde, los llamados Kúrpites Feos realizan su
entrada de orquestas siguiendo la misma ruta que los Kúrpites Bonitos,
repitiendo toda la estructura ceremonial. Los Kúrpites Feos usan
mascaras feas, y trapos viejos en su vestimenta, esta danza es más que nada una
parodia, con la cual la gente se divierte y ríe un buen rato. La cuadrilla de
cada barrio está compuesta por los encabezados (todos los participantes) y los
libretas, quienes son los organizadores de mayor jerarquía de cada barrio. Dentro
de este festival tiene lugar el evento más conocido: se trata de una
competencia que se lleva a cabo el día 8 de enero en el centro de la población
entre dos cuadrillas o equipos de Kúrpites. El 8 de enero, el público
llega muy temprano para obtener un lugar en las gradas que se instalan
alrededor de un entablado en la plaza principal de Nuevo San Juan
Parangaricutiro, donde sucederá la competencia. Mientras, en los barrios se
sirve el desayuno, se efectúan las llevadas y se alistan para iniciar las
danzas a las 14:00. Una vez terminada la competencia de los Kúrpites
Bonitos, vendrá la de los Kúrpites Feos. El 9 de enero, para
festejar la victoria o la derrota, se siguen realizando las llevadas, pero esta
vez sobre sobre camionetas para amortiguar el cansancio. En ellas se exhiben
los obsequios que reciben los Kúrpites, como muestras de amor.
Fuentes:
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