Clásico porteño, savia vital de la calle Corrientes, meca de las chicas que quieren leer "Vedette" debajo de su nombre en los zócalos de los programas de la tarde: el teatro de Revistas es ese género teatral pensado para el entretenimiento de las parejas de mediana edad que no pueden resistirse a la imbatible combinación de tangas diminutas y chistes verdes.
¿Cómo destacarse entre las 600 obras que se estrenan por año en Buenos Aires?
¿Cómo lograr el éxito sin tener un guion atractivo ni un elenco con muchas
luces? La respuesta se cae de madura: eligiendo el nombre más llamativo
posible. Dobles sentidos, malas palabras encubiertas, referencias al éxito
cinematográfico del momento; todo es bienvenido. Revista (francés: Revue)
es un subgénero dramático de la comedia que se desenvuelve en un tipo de
espectáculo que combina música, baile y, muchas veces, también breves escenas
teatrales o sketches humorísticos o satíricos. La Revista combina elementos
dramáticos del Burlesque, el Vaudeville, la Extravaganza y la Comedia
Musical, pero se distingue de todos ellos anteriores por su carga
erótica y simpleza dramática. Como en la Opereta y el Musical, la Revista
fusiona música, baile y textos en una función, aunque sin un hilo argumental. La
Revista
es un subgénero de la comedia que surge de espectáculos similares concentrados
en el llamado show business del siglo XIX. Todos estos espectáculos son
principalmente ubicados en Norteamérica a mediados del siglo XIX, entre los
años de la Guerra de Secesión. El género de Revista toma diversos
elementos de espectáculos enfocados al público masculino adulto, destacando el Burlesque
y el Cabaret.
El Burlesque,
el Cabaret
y el Vaudeville
se caracterizaban por incluir entre sus números teatrales, algunos espectáculos
dedicados a la clientela masculina heterosexual en los que se recurría a la
representación de escenas eróticas en las que participaba el elenco femenino.
Como un tipo de marketing, los espectáculos eran promocionados con imágenes
eróticas en las que aparecían mujeres. El género de Revista teatral se
desarrolló entre los años de 1890, y era originalmente una colección de breves
presentaciones dramáticas, canciones y rutinas de danza, similares a las de un
espectáculo de variedades, pero todas ligadas con un argumento o tema
específico. Los espectáculos eran distinguidos por incluir diversas
representaciones satíricas y números dramáticos acompañados por piezas
musicales de Jazz y Ragtime, en las que frecuentemente
se incluía la participación de canto de un miembro del elenco. La Revista
del siglo XIX consolidó diferentes números que requerían de vestuarios
ostentosos, coloridos y con una estética flamboyant. En las primeras décadas
del siglo XX, diversos espectáculos de Music Hall comenzaron a incluir en
sus programas el género de Revista. Aparecieron distintos
espectáculos como el “In Dahomey” en 1903, espectáculo
inglés que se distinguió por tener un elenco teatral formado completamente de
afrodescendientes. Entre la década de los años 1920, la postguerra (Primera Guerra Mundial) y
la prosperidad económica de EEUU (The Roaring Twenties), el género de Revista
se convirtió en un perfecto entretenimiento entre la población. Su popularidad
fue tal, que se le llamó la Época Dorada del Revue, período
comprendido entre los años 1930 y los años 1940. Los espectáculos de Revista
del siglo XX, ya incluían diferentes argumentos eróticos, números musicales,
una mayor producción y diferentes elementos que lo convierten en lo que es
ahora. Los espectáculos de Revista eran frecuentemente
presentados en teatros, casas de burlesque y cabarets alrededor de América y
Europa, predominando en países como EEUU, Inglaterra y Argentina.
Las
producciones del Revue se comenzaron a centrar en un personaje femenino específico,
interpretado por una actriz renombrada de gran belleza y talento, tal
celebridad era llamada vedette. El nacimiento del Teatro de Revista
en nuestro país ocurre a fines del siglo XIX, específicamente en 1898 con la
obra “Ensalada Criolla” obra satírica de Enrique De María sobre la
realidad argentina de entonces. Se suele tomar como su antecedente la obra “El
sombrero de Don Adolfo”, obra de 1874, de Casimiro Prieto Valdés,
que refiere a Adolfo Alsina y las disputas por la sucesión presidencial de Sarmiento
que fue prohibida el día de su estreno, en tanto que, se supone, el primer
elenco argentino que usó la denominación "Teatro de Revistas",
fue el de Vittone-Pomar, en 1915. A partir de entonces en todas las salas
avanzó el género, ya que en 1916 apareció anunciado por dos compañías y por
cuatro en 1918. La Revista, el Sainete con Cabaret y otros géneros
relacionados, son propicios para la difusión del Tango que, desde la
conquista de París, volvió triunfante a su ciudad madre, pero esta vez subió a
los escenarios del centro porteño interpretado por actores, músicos, cantantes
y bailarines. El incipiente Teatro de Revista porteño se vio
sacudido por la llegada a nuestro país de grandes figuras francesas. En 1922
arribó a nuestro país el teatro Bataclán de París, para actuar en el
teatro Ópera con su espectáculo París-Chic, y con la presencia de la primera
figura de la Mistinguett, una renombrada actriz y cantante de entonces, como
vedette y su pareja y partenaire Maurice Chevallier. Otra de las
grandes estrellas que llegó al país en aquella década fue Josephine Baker “la Venus
de Ébano” que desembarcó en Buenos Aires por primera vez en 1928, entre otras
grandes figuras del espectáculo. La llegada de tan ilustres compañías y
personajes terminaron de ayudar a configurar el género en Buenos Aires con su
formato clásico conformado por monólogos del humorista, bailes y coreografías,
pequeñas piezas de teatro intercaldas, la vedette principal como gran atracción
convocante, el coro, los bailarines y las bellas bailarinas, mucho brillo,
plumas y purpurina que, luego de un breve período de transición durante los
años treinta donde decae el ornamento francés a la par que se profundiza el
contenido político, en las décadas del cuarenta y del cincuenta se consolidan como
elementos tradicionales del género revisteril.
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