lunes, 8 de mayo de 2023

Koumpo (Senegal)

 


El continente africano posee las culturas más antiguas del planeta y que hasta el día de hoy no se han modificado por completo, una gran diversidad de creencias relacionadas con sus deidades y la vida cotidiana en el sustento de las comunidades, entre rituales ancestrales al ritmo de los tambores piden por la fertilidad, las cosechas y la prosperidad, específicamente en Senegal hay una tradición llamada la danza del Kumpo dirigida a la comunidad para que actúen como buenos aldeanos y los alienta a una vida comunitaria y cooperativa.

No se puede dar con certeza la etimología exacta del nombre: sería una deformación de la palabra wolof Kumpa que significa “lo secreto”, porque despierta la curiosidad; o lo que está reservado para los iniciados y, por lo tanto, no puede ser descifrado por un profano. El Koumpo es una figura tradicional en la mitología del pueblo Diola en Casamance, Senegal. Varias veces al año, durante las Journées culturelles, se organiza un festival folclórico en el pueblo. En este, se hace un baile llamado la danza del Koumpo. El Kumpo está vestido con hojas de palma y usa un palo en la cabeza (de dos o tres metros de altura). Al comienzo del baile, una joven ata una bandera de color en el palo. Baila durante horas con el palo y la bandera en la cabeza. Este culto al secreto explica el hecho de que, para vestirse, el Kumpo debe retirarse al bosque acompañado de hombres iniciados y ninguna mujer debe asistir al lugar. Todos estos aspectos se encuentran en el Kumpo, dándole una dimensión fantasmagórica. El Koumpo alienta a la comunidad a actuar como buenos aldeanos. Promueve a todos a participar en la vida comunitaria y desea que todas las personas disfruten de la fiesta. Para quienes no están familiarizados con el Kumpo y observan la danza por primera vez, puede parecer increíble y fascinante aquella presencia que baila frente a ellos sin aspecto humano, incluso hay movimientos que parecen irreales e imposibles de realizar por alguna persona por más ágil que sea,
algunos han relacionado esta tradición como muchas otras con la brujería y hechicería, como es el vudú. Los espectadores occidentales han mencionado que se sienten atemorizados al ver esta tradición ritual, aunque saben que hay una persona debajo del traje ataviado con hojas de palma, realmente la ilusión que se consigue con los movimientos y los saltos puede ser impresionante, ambientado al ritmo de los tambores y cantos de los aldeanos da una sensación inigualable. Durante la festividad los aldeanos bailan y brincan junto con el Kumpo, también asisten autoridades religiosas de la región y líderes políticos que cooperan en la festividad, aunque es una tradición ancestral con motivos de bienestar para la comunidad y el respeto prevalece, ya que se organizan representaciones abiertas al turismo curioso de la cultura Diola donde el espectáculo además de ser tradicional sorprende a más de uno con la gran agilidad para girar sobre el palo que se encuentra en la cabeza del danzante, aún más increíble es la habilidad para ocultar todo aspecto humano debajo del traje hecho artesanalmente por los mismos habitantes. Sus diversas apariciones están asociadas a ceremonias de circuncisión y ritos de iniciación, pero también el exorcismo de los malos espíritus. Aparte de estos aspectos, el Kumpo también se puede definir como un elemento que reúne a las personas en un lugar muy específico para discutir las decisiones importantes a tomar, pero también para comulgar en comprensión y fraternidad.
Al igual que el Kankourang, los aspectos místicos y didácticos no pueden separarse del Kumpo. De hecho, nunca se sabe la verdadera identidad del portador de la máscara, exorcista de los malos espíritus. Además de ser una máscara protectora para las ceremonias de iniciación, es el garante del orden y la justicia. El Kumpo es vector de ciertos valores como el respeto a los mayores, la riqueza y el poder de la naturaleza en el país de Joola, los valores de compartir, el sentido de la responsabilidad o la vida en comunidad. Además del misterio, la máscara tiene una dimensión estética por la búsqueda de la belleza del gesto y por la destreza en los pasos de baile. El Kumpo sería el cabeza de familia de cinco máscaras en total, que lo acompañan durante las fiestas, entre ellas las Samay y las Niasse que le sirven de escolta. El Samay, disfrazado de pantera, desempeña el papel de maestro de ceremonias con la tarea de poner orden. Sin embargo, el Samay también llamado Ekumba Karamba significaría "cerdo salvaje". Su identidad también es desconocida. Pero el gran maestro sigue siendo el Kumpo. Como esta, hay muchas más tradiciones que esconde el continente africano que algunas se han heredado a los descendientes que hoy en día habitan otros continentes desde hace varias generaciones.

 

Fuentes:

 

• Peregrineros.wordpress.com

• Exode.es

• Au-senegal.com

 



















































 

 

 

 

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