La fiesta de carnaval es una de las tradiciones más antiguas del mundo occidental. El cristianismo adaptoó la festividad como paso previo a un período penitencial conocido como la Cuaresma, y se sabe que ésta fue establecida hacia el siglo IV, como la mayoría de tiempos sagrados del cristianismo.
En ese
sentido, el carnaval tomó su carácter de fiesta de la carne, antes de la época
de abstinencias que significaba la Cuaresma. El concepto del carnaval era un
disfrute de las sensaciones sobre el control del raciocinio, de comidas frente
a los ayunos cuaresmales y otros goces similares. Uno de los carnavales más célebres
era el veneciano, que durante los siglos XVII y XVIII transformaba a la ciudad
en la sede de todos los placeres. El espíritu hispánico trasplantado al
continente americano era diferente, aunque se sabe que en la época colonial
hasta los frailes se tomaban sus licencias. Por ejemplo, en el siglo XVII se censuró
a los religiosos de San Agustín, en la ciudad de Santiago de Guatemala, hoy
Antigua, por permitir que se ofrecieran espectáculos teatrales en el claustro
del convento, ya que su patio permitía la acomodación de los espectadores. Sin
embargo, el carnaval es una fiesta que, a pesar de disfrutarse en muchos
lugares, no ha permitido el desarrollo de complejas tradiciones en el
territorio guatemalteco. Solamente en un lugar del país ha dejado un carácter
que cobra dimensiones especiales, en el que participa gran parte de la población
y que reúne a numerosos visitantes. En Mazatenango, una ciudad a la que se
llega después de tres horas de viaje desde la capital, se celebra la fiesta del
carnaval como principal festividad local desde hace más de una centuria. Era la
época de los gobiernos liberales, en la que se trataban de eliminar las
costumbres católicas, conforme al pensamiento del positivismo que imperaba a
fines del siglo XIX. Durante los años del periodo hispánico en Mazatenango,
como en todos los demás lugares de la región, se celebraba en la iglesia
parroquial la festividad de San Bartolomé, patrono del pueblo.
El día dedicado
a San Bartolomé es el 24 de agosto, precisamente durante la estación lluviosa,
que tan generosamente baña el territorio. Para las autoridades del siglo XIX
ese día ya no significaba nada y, además, no permitía regocijos populares, en
los que se destacaban las virtudes, reales o propagandísticas, de los
gobernantes. Además, en Mazatenango se celebraba otra fiesta, la de la Virgen
de Candelaria, con la que culminaban el ciclo de las celebraciones navideñas y en
la que se acostumbra llevar velas bendecidas en el templo para el nacimiento. No
obstante, tampoco satisfacía los intereses seglares de las autoridades, por
eso, por medio del Acuerdo Gubernativo del 8 de julio de 1885 se determinó que
la fiesta oficial de la población seria, en adelante, la del carnaval, una
festividad precristiana por excelencia. Al parecer, desde sus inicios gozó de
la aprobación de los pobladores, ya que en los primeros años se celebraba en la
plaza de la población y, un poco después, en 1925, ya ocupaba toda una avenida,
La Libertad, y otras calles del lugar. Cinco años más tarde, en 1930, el
carnaval fue trasladado a otro espacio físico, donde se pudiera albergar a los
concurrentes. Para ello se seleccionó el Campo de Marte, en el cantón Santa
Cristina. Este predio lo ocupa en la actualidad la terminal de buses y un
mercado. Ya en la década de 1930 todas las fiestas se concentraron en el
carnaval y, el 27 de enero de 1937, la fiesta quedó establecida como Feria
Departamental. Las celebraciones incluían las corridas de toros, en una región
con importantes inversiones ganaderas.
De tal manera que, en la plaza de
Mazatenango, se levantaba una barrera para que el público pudiera apreciar la
fiesta brava sin riesgos, especialmente las autoridades, quienes se instalaban
en el piso alto del antiguo edificio de la Municipalidad. Es común escuchar las
narraciones de personas de edad que cuentan que en esos años, los toreros eran jóvenes
voluntarios que se lucían ante las muchachas que asistían al espectáculo. A
pesar de su corte secular, el carnaval es parte del ciclo religioso de la
Cuaresma y Semana Santa, que tanto arraigo tiene entre los pobladores del país.
Por esa razón, se justificó la celebración del carnaval con una tradición que
cuentan los ancianos del lugar. Según el relato, una imagen de la Virgen María apareció
a la orilla de un pozo en San Lorenzo Suchitepéquez. El hecho prodigioso motivó
a los lugareños a trasladar la imagen a Mazatenango, donde fue proclamada la
“milagrosa patrona de la ciudad”. Pero la imagen fue devuelta a su lugar de
origen. Probablemente fue una narración simbólica que dio sentido a la sustitución
de un festival religioso por otro que, aunque profano, tiene cabida en el ciclo
sagrado del cristianismo popular. Con el paso de los años, el carnaval fue
adquiriendo mayor importancia local y regional, tomando el nombre de Internacional
Feria del Carnaval Mazateco, ya que la ciudad es visitada por
comerciantes mexicanos gracias a su proximidad a la frontera. En la actualidad
se trata que las presentaciones culturales, tradiciones folklóricas y
costumbres religiosas tengan un lugar preferente dentro de las celebraciones
carnavalescas, aunque la juventud disfruta mucho de los disfraces y carrozas
que realizan artesanos locales y de otros lugares, en especial de la ciudad
capital.
Otro de los aspectos que divierten al espectador es la elección del Rey
Feo, tan característica de las situaciones bufas y que se ha
establecido en la cultura popular. Además, se continua con tradiciones muy añejas
como la elección de señoritas que simbolicen la belleza mazateca, como la Reina
del Carnaval, de los Juegos Florales, Indígena, Infantil y Señorita Mazatenango.
Los Cascarones
DEL Carnaval son una acostumbrada forma de jugar entre los más pequeños
de los hogares guatemaltecos. Los Cascarones del Carnaval conforman
una tradición guatemalteca esperada por niños y jóvenes, la misma se celebra un
día antes del Miércoles de Ceniza. Variedad de colores y disfraces se pueden
observar en los puestos ambulantes, tiendas y mercados previo al día de
Carnaval. Los cascarones son el atractivo principal de esta tradición, estos
son elaborados con cascarones de huevo y en su interior se encuentra la
reconocida pica pica o confeti. En su exterior llevan diversas figuras de
colores y el tradicional papel de china que cubre el agujero. El Carnaval
de Mazatenango es una fiesta que desde sus inicios se ha caracterizado
por sus coloridos desfiles, en los que se emplean máscaras, disfraces y bailes.
Es una fiesta popular, son ocho días de fiesta, la cual incluye elección y
coronación de la reina, desfiles, juegos deportivos, bailes típicos, ceremonias
religiosas, exposición agrícola, artesanal, juegos florales y carrozas que son
premiadas con dinero en efectivo. El primer baile de disfraces se llevó a cabo en 1893, en el antiquísimo
edificio del cabildo municipal, donde actualmente se encuentra la Gobernación
Departamental de esta localidad. El carnaval ha sido cancelado 2 veces, la
primera en 1909 por la epidemia de viruela y en 1976 por el terremoto. Para el
desfile y las carrozas participan colegios, institutos, empresas, y personas
particulares, las carrozas llevan varios días de elaboración.
Fuentes:
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