La danza de Los Incas tiene su participación dentro del Carnaval de Oruro como la representación de los personajes de la genealogía Inca, con los movimientos bélicos del ejército Inca, la entrada de Francisco Pizarro al Perú, la contienda entre Diego de Almagro sobre el Imperio Inca, en rescate del Inca Atahualpa, la muerte de Huáscar y de Atahualpa, el apresamiento y muerte de Túpac Amaru por orden del Virrey Francisco de Toledo.
Esta danza acompasada consiste en una farsa que refleja
en algunos casos el paso ceremonioso de adoración al sol, como lo expresan los
Incas Kollasuyo Hijos del Socavón, mientras que, para los más antiguos; los
Incas Hijos del Sol su danza refleja el momento de la conquista del imperio
Inca por parte de los españoles, narrándose cuatro etapas. La danza de Los
Incas se origina en remembranza del imperio incaico y en el hecho
histórico que representó su cultura, religiosidad y conquista por parte de los
llegados del Viejo Mundo. La danza de Los Incas ha logrado imponerse con
originalidad, a pesar de las incongruencias aplicada a los trajes, como la de
mezclar íconos de la cultura Tiahuanaku con el clásico signo escalonado de la
nobleza inca. Sin embargo, es interesante observar de cerca el viejo “wanka”
(relato-tragedia) de esta danza, hecho en quechua y español y presentado
posiblemente desde 1871. La danza de Los Incas es cadenciosa, señorial, y
con expresión de culto. La formación de los danzarines se la hace en base a
tres columnas, donde el varón se ubica al centro y las mujeres a los extremos,
desde donde efectúan el compás de veneración y reverencia al Tata Inti o Padre
Sol, Mama Quilla o Madre Luna y otras deidades. La coreografía de la danza de Los
Incas se la interpreta con las manos en alto y hacia delante, volviendo
a la posición inicial con el cuerpo y la cabeza inclinada de forma reverente,
pero también esta danza se completa con los pasos del chasqui, estrella, media
luna, la trenza de la Ñusta, el taquito y la vuelta del Inca entre otros. Gracias
al trabajo y talento de los bordadores, cada año, los trajes de la danza de Los
Incas, se presentan con mayor suntuosidad, rememorando la grandeza de
la nobleza Inca. En ambos conjuntos los personajes comunes son: La
Ñusta: cuya vestimenta se distingue por sus pectorales y delantales, de
donde cuelgan monedas de plata.
Las mujeres en su generalidad, utilizan la
corona destacándose en ella el sol o la luna. Soberano Inca: su
vestimenta se caracteriza por la corona con orejeras, adornada con lentejuelas
y piedras de fantasía, pectoral con el sol naciente o Inti, una capa, que
representa a la nobleza, la cual lleva bordada detalles incaicos, copia de los
encontrados en la Puerta del Sol de Tiahuanacu, además de un cetro, faldón y
abarcas adornadas con cintas hasta la rodilla. Chasqui: se caracteriza
por llevar una blusa con su pantaleta, una chuspa (pequeña bolsa tejida) y una
cinta en la cabeza. En el caso de los personajes españoles, éstos llevan
atuendos de la época. La danza de Los Incas cuenta con una variedad de
personajes, la mayoría de ellos, gobernantes incas que destacaron en la
historia, particularmente durante la conquista española. Los danzarines que
representan a los Incas, tienen un traje similar, con pequeñas diferencias de
uno a otro. Sin embargo, los elementos comunes son la corona o “k’allara”
trabajada en altorrelieve con iconografía incaica; túnica de manga corta,
pechera con símbolos de la realeza, un pollerín de aguayo con bordados de hilo
color oro, capa llamada “yacolla”, además de una “taana” o “waman champi” que
es el cetro real o bastón de mando en la mano derecha, además de brazaletes y
aros; faja adornada y ojotas. En la danza están representados los Incas: Atahualpa,
décimo cuarto emperador; Huáscar, décimo tercer emperador; Inca
Roca, con la diferencia de que lleva una espada o “condesuyana”, honda
y un escudo; Mayta Kapac, el cuarto de los incas; Lloque Yupanqui, que se
caracteriza por danzar con su copa de oro, realizando reverencias al Sol;
finalmente el Inca Sinchi Roca. Manco Kapac y Mama Ocllo, fundadores
del Tahuantinsuyo, hijos del Sol que vienen a reinar a la tierra, en la danza a
través de los personajes que los representan llevan cetros o “tupayauris”, como
símbolo de su poder sobrenatural.
Existen dos personajes de leyenda que también
son parte de esta danza: Cusi Coyllur, hija del inca Pachakutec;
y Ollantay,
guerrero del imperio. Ambos, según la leyenda se enamoran, iniciando una
relación prohibida porque él no era de la realeza. En la representación de la
danza, sus ropas son más sencillas; ella lleva algo parecido a una diadema y un
vestido similar al de las “acllas”; mientras que el varón se diferencia de los
demás porque porta la “wall’anka” o escudo de batalla trabajado en
altorrelieve. Existen variados personajes femeninos, cuyos atuendos varían de
acuerdo a las labores que desempeñaban en el imperio incaico y a su edad. Al
igual que los Incas, hay elementos comunes como el “ajsu” o vestido, “jaluchas”
o aretes, “cuyuchi” o joyas que le dan brillo y colorido. En la danza de Los
Incas encontramos a Coyala, reina del imperio, esposa
del inca; la Ñusta que representa a las princesas del Tahuantinsuyo, lleva
un rebozo en la cabeza para diferenciarla. Mama Cuna, que interpreta a mujeres
consagradas al culto del Tata Inti; son las líderes del bloque de ajllas,
llevan rueca y telar; son las vírgenes, que aprendían a confeccionar tejidos en
aguayo para el inca. Llevan instrumentos relativos a la música y el tejido, en
la danza representan a los sacrificios que se realizaban en la época del incario,
resaltando la imagen de un “tupa yawri” que es un hacha ceremonial de oro,
simbolizando el poder en los ritos ceremoniales en honor a sus dioses. Entre
los personajes también se tiene a Huaylla Huiza, uno de los tres
pontífices del imperio incaico, lleva consigo la “huancara” o tambor. Está
además el Chasqui, parte del sistema incaico de correo a pie, lleva una
vara, el “quipu” sistema de comunicación usado por los incas en cordeles
anudados, la “chuspa” o bolsita. Por el lado de los personajes españoles
tenemos a Cristóbal Colón, en la danza lleva en la mano la bandera azul
con una cruz al centro, flanqueada de coronas y un león dorado, del reino de
España. Lleva un sombrero de ala ancha con plumas, blusón largo hasta la
rodilla y una túnica encima. Están también los conquistadores Diego
de Almagro y Francisco Pizarro, con vestimenta
parecida; llevan el casco de metal con plumas, camisa, coraza de metal, capa,
una banda con los colores de España, calzón o bombacho y botas. Almagro
es guía y Pizarro comanda la tropa de soldados españoles, cuyo uniforme
se parece al de los conquistadores, pero con fusil, sin banda ni capa. Fray
Valverde y Fray Luque, religiosos de la época de la Conquista, destacados
en la historia. Su vestimenta incluye un sombrero, túnica, capilla, rosario,
crucifijo y la Biblia.
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