Los historiadores coinciden en que las “Mojigangas”, grupos de gente disfrazada que participaban en las fiestas populares de varias comarcas valencianas al menos desde el siglo XVI y seguramente herederas de danzas moriscas, llegaron al sur de Catalunya como el “Ball dels valencians” y evolucionaron hasta los actuales “Castell”, apostando por hacer torres cada vez más altas.
En el área Tarragona-Reus-Valls empezaron a imitar a los “valencianos”
a finales del XVII y fue en esta zona donde se produjo la evolución que
perdería los bailes y haría las torres más altas convirtiéndose en “Castells”.
Cada 7 de septiembre, cuando el reloj de la basílica de Sant Jaume marca las 10
de la noche, Algemesí se vuelva en la celebración de su fiesta mayor en honor a
la Mare de Déu de la Salut. La fiesta se remonta a 1247, cuando se halló una
imagen mariana en el tronco de una morera, que fue el referente sobre el que se
fundamenta una procesión de danzas y música singular en la que se mezclan
tradición, fe y cultura por las calles de la localidad valenciana. Las
celebraciones arrancan en la víspera del día 8, cuando los jóvenes de la
localidad valenciana de Algemesí empiezan a escenificar los Misteris
i Martiris mientras la Muixeranga de Algemesí comienza el
baile al que seguirá la primera Muixeranga. Y la fiesta ya no tendrá
fin hasta altas horas de la noche del 8 de septiembre ya en la frontera del día
9. El día 7 tiene lugar la Processó de les Promeses, que sale
de la plaza Major para recorrer las calles y finalizar de nuevo en la capilla.
Previamente, uno de los momentos más íntimos y emotivos para los devotos de la
ciudad, pero desconocido fuera de la ciudad es el Cant de Vespres, que une
en la basílica de Sant Jaume a todos los vecinos en una sola voz para rendir
honores a la imagen de la Virgen. Se trata del acto más antiguo de las fiestas
y se remonta en 1610. Es una celebración cantada que tiene como acto preliminar
la bajada de la imagen de la Mare de Déu de la Salut para que los fieles la
veneren. La Schola Cantorum tiene un papel fundamental en este acto
religioso que abre las puertas hacia la primera Processó de les Promeses.
A la mañana siguiente, 8 de septiembre, día de central de las fiestas, a las 10
horas se inicia la Processoneta del Matí desde la Capella de la Troballa para
recorrer la calle Berca y llegar hasta la plaza Major donde, pasado el
mediodía, se puede vivir uno de los actos centrales de estas procesiones, el
triple intento de entrada de la imagen de la Mare de Déu en la basílica
escoltada por las Muixerangas y rodeada por todos los bailes que actúan al mismo
tiempo. La tercera de las procesiones es la Processó de Volta General
que recorre el núcleo antiguo. A los bailes se unen los personajes bíblicos y
aumenta el recorrido por las calles de la ciudad. La procesión se inicia a las 19.30 horas y finalizará pasadas las dos de la
madrugada con la entrada final de la imagen de la Mare de Déu en la basílica. A
lo largo de los siglos, los algemesinenses han estructurado tres procesiones en
torno a una serie de representaciones y bailes por las calles de la ciudad.
Abriendo las tres procesiones que se celebran estos dos días van las dos
formaciones de la Muixeranga que van levantando torres humanas, realizando distintos
cuadros plásticos y ejecutando el “ball”. Una de ellas, con más de 50 años de
antigüedad, es l’Associació Amics de la Muixeranga, gracias a la cual esta
manifestación no se perdió en un momento de crisis allá por los años 70 del
siglo pasado, como había ocurrido en distintos pueblos. La otra, la Nova
Muixeranga, surgió en 1997 para incorporar a la mujer en sus figuras y
para dar a conocer esta tradición, entre otras razones. La cuna de estas torres
humanas estuvo a punto de perder la tradición a principios de los años 70,
cuando los “muixeranguers” eran aún gente humilde a la que se les pagaba un
jornal por actuar. La fiesta y la Muixeranga estaba prendida con
alfileres", recuerda Pla.
Tanto que el 7 de septiembre de 1973 se rompió
una tradición y no hubo Muixeranga en ninguna de las
procesiones de ese día. Ese día, tirando de amigos y de alumnos, juntaron a
treinta chicos “e hicimos lo que pudimos, pero salimos”. Salvaron la Muixeranga, la suya y
puede que todas las valencianas porque después hubo unos años en los que solo
ellos resistieron. Y salvaron también una música de “dolçaina i tabalet” única
y cada vez más popular a la que consiguieron poner una partitura entre un
músico de Algemesí emigrado a Madrid, el organista de la Iglesia y el director
de la banda municipal. Ahora la colla, la más representativa por antigüedad y
componentes, tiene 484 miembros, hombres y mujeres desde que en 1997 se
produjera una escisión, la Nova Muixeranga d’Algemesí, para que
además de las niñas escaladoras, también las mujeres pudieran formar parte de
grupo. Seguramente las Muixerangas son las más conocidas,
sin embargo, también están las representaciones de los Misteris i Martiris, los
bailes de Els Bastonets, Les Pastoretes, La Carxofa, Els
Arquets, Les Llauradores y Els Tornejants. Los Volants son los que
llevan el anda de la Mare de Déu. Se trata de un compendio de las tradiciones
valencianas que se han mantenido vivas en Algemesí a lo largo de la historia
con predominio de la música de tabalet y la dolçaina, mientras que les Llauradores
se acompaña con instrumentos de viento propios de la banda de música y en los Tornejants
resuena un tambor que marca las danzas.
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