En Argentina, el Día de la Madre se celebra el tercer domingo de octubre. Esto se diferencia de otros países como Perú; Chile; Ecuador; Estados Unidos y muchos más, cuya tradición es en mayo. Este año, en nuestro país, se festejará el domingo 16.
Una parte de la sociedad considera
que esta fecha, al igual que otras festividades, tiene como objetivo central el
consumismo. Sin embargo, y más allá de dicha cuestión, reunirse en familia para
el día de la Madre es, y seguirá siendo, un motivo para dar amor a la mujer que
es base fundamental en toda familia. Las madres son el comienzo de la vida, la
protección, la alegría y la esperanza. Ser madre no significa solamente criar y
satisfacer las necesidades de sus hijos. Representan el amor y apoyo
incondicionales en su desarrollo como personas. El día de la Madre es una
festividad dedicada a rendir honores al amor maternal. Las madres son el
principal sostén emocional de las familias y de la sociedad, son las
protagonistas en la enseñanza de valores a los hijos. Es un día de celebración
que recuerda la importante labor femenina dentro del núcleo familiar. El origen
de la conmemoración en nuestro país tiene un sentido netamente religioso. Esto
se debe a que el Papa Pío XI, representante de la Iglesia Católica, en 1931
proclamó el 11 de octubre como el “Día de la Divina Maternidad de María”. En
aquella oportunidad remarcó que la Virgen María es la madre de Dios, como
recuerdo de que 1500 años antes, en 431, el Concilio de Éfeso había proclamado
a María verdadera Madre de Cristo. Tradicionalmente, el 11 de octubre en
Argentina se celebraba la Maternidad de María o el amor a la Virgen, como
también se le conoce, en la que se recordaba el sacrificio y devoción de la
Virgen por su hijo Jesucristo, por ello, se aprovechaba la fecha para recordar
el amor materno.
Años más tarde, la Iglesia católica decidió pasar la
conmemoración de la Virgen María al 1 de enero. En cambio, el Día de la Madre
quedó fijado en el mes de octubre y en día domingo, de esta forma se motivarían
las reuniones familiares en día de descanso. El origen del Día de las Madres se
remonta hacia la época del Imperio egipcio, cuando se le rendían honores a la
diosa Isis, quien era considerada la madre de los faraones y protectora de sus
habitantes. En la cultura griega, en cambio, se honraba a la diosa Rea, a ella
se le atribuían los dones de la maternidad y la fertilidad. En Roma, Cibeles
era la diosa madre. La fiesta que se celebraba en su honor fue denominada la
Hilaria, la cual iniciaba el 15 de marzo y se prolongaba durante tres días. Tras
estos acontecimientos, el catolicismo en Europa tomó a estas Diosas y le
atribuyó dicho honor a la Virgen María, la madre de Jesús según la Biblia. A
principios del siglo XVII Inglaterra empezó a dedicar el cuarto domingo de la
Cuaresma a todas las madres operarias. En este día ellas eran dispensadas de
sus trabajos para que pudiesen quedar en casa con sus hijos y sus madres. En
este día denominado “Domingo de Servir a la Madre”, se
celebraba con la preparación de una tarta. En los Estados Unidos, la primera
sugerencia a la creación del Día de la Madre ocurrió por el siglo
XIX, cuando la escritora Julia Ward Howe, activista de los
derechos de las mujeres y del sufragio femenino, organizó en Boston un
encuentro de madres dedicado a la paz.
La también poetisa, escribió la “Proclama
del Día de las Madres”, un llamado a las mujeres del mundo a unirse por
la paz, aunque no lo logró. Luego, la lucha por honrar a las madres la tomó Anna
Jarvis, a principios del siglo XX, en una pequeña ciudad del Estado de
Virginia Occidental. Acompañada por un grupo de amigas, Anna empezó un
movimiento para instituir un día en que todos los niños pudiesen homenajear a
sus madres. Esa lucha la ayudó a salir de una profunda depresión debido al fallecimiento
de su madre, y en poco tiempo la celebración se extendió por todo el país
haciendo que el Presidente Thomas Woodrow Wilson oficializara el Día
de la Madre como día de fiesta nacional, siendo celebrado todos los
segundos domingos del mes de mayo. Con el tiempo, otros muchos países, de
distintas partes del mundo, se fueron sumando a la celebración. La idea
principal de Anna Javis era fortalecer los lazos familiares y el respeto por
los padres. Un sueño realizado. Pero con el tiempo, la celebración fue
perdiendo el sentido para ella. La popularidad de la fiesta hizo que la fecha
se convirtiera en un día lucrativo para comerciantes, principalmente para los
que vendían claveles blancos, la flor que simboliza a la maternidad. Anna
Javis, que pasó prácticamente toda su vida luchando para que las
personas reconociesen la importancia y el valor de las madres, entró con un
proceso para anular el Día de la Madre, pero no tuvo éxito.
“No creé el día de la madre para tener lucro”, dijo furiosa a un reportero, en
1923. Murió en 1948, a los 84 años de edad. Recibió tarjetas conmemorativas de
todo el mundo durante años, pero no llegó a sentir lo que era ser madre.
Aunque
en muchos sitios de América Latina esta celebración se realiza en mayo, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 1 de junio como el Día
Mundial de las Madres y los Padres. Por otra parte, países como
Albania; Rumania; Montenegro; Bosnia; Herzegovina; Macedonia; Serbia; Bulgaria
y Rusia conmemoran a las madres en el Día Internacional de la Mujer. En el caso
de Colombia, el reconocimiento oficial del Día de la Madre ocurrió en 1925. Ese
año, el entonces presidente Pedro Nel Ospina decretó el segundo domingo de mayo
como la fiesta nacional de la Madre en todo el territorio. El día de la Madre
en México surgió en 1922 gracias a la iniciativa de José Vasconcelos, entonces
Secretario de Educación Pública y Rafael Alducín, periodista fundador del
periódico “Excelsior”, quienes consideraron instituir un día específico para
agasajarlas. Se acostumbra celebrar desde el día anterior. El domingo se visita
la iglesia y se canta la canción “Las Mañanitas”, para elogiar a las madres. En
España el Día de la Madre se celebraba el 8 de diciembre, el día de la
Inmaculada Concepción. Fue a raíz de la declaración oficial de Woodrow Wilson
cuando se planteó una distinción de celebraciones: por un lado, la Inmaculada
Concepción y por otro el Día de la Madre como celebración de
la maternidad. Fue en el año 1965 cuando el Día de la Madre se
traslada al primer domingo de mayo, tal y como lo conocemos actualmente. En Japón
(segundo domingo de mayo): se acostumbra regalar rosas rojas o claveles
rosados, simbolizando para los asiáticos el amor y la pureza de las madres. Francia
(último domingo de mayo): si la fecha coincide con la celebración del Día de
Pentecostés, se festeja el primer domingo de junio. En Nicaragua, por poner
otro caso, se escogió el 30 de mayo porque en dicha fecha era el cumpleaños de
Casimira Sacasa, madre de la esposa de Anastasio Somoza, presidente entonces de
este país en la década de los años 40. En Bolivia, se celebra el 27 de mayo. En
Costa Rica se celebra el 15 de agosto por la conmemoración de la Asunción de la
Virgen María, quien para los católicos es el mejor ejemplo a seguir en cuanto a
maternidad. Es fiesta en todo el país y día no laboral por ley. En Panamá, se
celebra el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. En Tailandia es el
12 de agosto, por el cumpleaños de la reina Sirikit Kitiyakara, madre de todos
los súbditos. En el caso de Corea del Sur, se celebra el 8 de mayo
conjuntamente el Día del Padre y de la Madre. Los noruegos lo celebran en
febrero, en pleno invierno. Por el contrario, en Indonesia esperan hasta el 22
de diciembre para felicitar a sus madres, siendo los más tardíos. Por último,
en países como Egipto, Líbano, Marruecos, Palestina y Siria se festeja el 21 de
marzo.
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