Las brujas toman las calles de muchos países en Halloween o "Noche de Brujas". Los fantasmas volarán desde las tumbas, los vampiros saldrán de sus sarcófagos llenos de telarañas y los extraterrestres, de sus platillos.
También se verán monstruos, hadas, superhéroes y toda clase de disfraces que la
imaginación o la economía permitan. Lo cierto es que la fiesta de Halloween
se ha convertido en una conocida fiesta estadounidense que cada año gana más
adeptos en todo el mundo. Las casas son decoradas de formas
"terroríficas", los niños salen y prometen "trucos" a los
que no les regalen caramelos y jóvenes y adultos se reúnen hasta la madrugada
con bebidas y máscaras como parte de los festejos. En realidad, los orígenes de
la tradición se pierden en el tiempo y se mezclan con un poco de religión,
mucho de paganismo y mucho miedo. Las raíces de Halloween no están
realmente en EEUU, sino en Reino Unido. Su nombre proviene de una frase inglesa
"All Hallows' Eve", lo que se traduciría como víspera de todos los
santos. La Iglesia católica instituyó como una de sus celebraciones el
"Día de todos los santos", en honor de los que "gozan de la vida
eterna en la presencia de Dios" y que no aparecen en santorales o no se
conoce su nombre. Hasta el siglo XVI, la noche previa a esta celebración se
realizaba un servicio de vísperas y de ahí el nombre del festejo. Los
historiadores del siglo XVIII ya habían vinculado Halloween a un antiguo
festival pagano: un ritual celta denominado Samhain que celebraba el
fin de verano y la llegada de los días cortos y fríos del otoño. La fiesta se celebraba en Irlanda cuando
la temporada de cosechas tocaba a su fin y daba comienzo el “año nuevo celta”
coincidiendo con el solsticio de otoño. Se creía que durante esa noche los
espíritus de los muertos podían caminar entre los vivos. Los antiguos celtas
creían que con la llegada de Samhain la línea que une a este
mundo con el de los muertos se estrechaba y los espíritus buenos y malos podían
pasar a través de ella. Se cree que el uso de máscaras era para ahuyentar a los
espíritus malignos. Fue de esa manera que seres como brujas, duendes, hadas y
demonios llegaron a asociarse con el día. También se celebraban banquetes en
las tumbas de los antepasados familiares. Los ritos sagrados celebrados tenían
en sus orígenes un carácter purificador y religioso entre los que estaba la
comunicación con los muertos, a los que se les ayudaba a encontrar su camino
colocando velas encendidas en las ventanas.
Cuando llegó la ocupación romana a
tierras celtas la festividad se mezcló con las propias de los invasores como la
“fiesta de la cosecha”, celebrada en honor a la diosa Pomona. Luego, los papas
Gregorio III Y Gregorio IV trataron de suplantar Halloween por la fiesta
católica del Día de Todos los Santos que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de
noviembre. Para los católicos, fue un intento de
"cristianizar" Samhain. Lo cierto es que esa movida
unió ambas celebraciones y mezcló tradiciones paganas y cristianas. Halloween
tomó forma entre 1500 y 1800. Las hogueras eran muy populares entonces: se
usaban para quemar la paja (recordemos que Samhain celebraba el final de la
temporada de cosecha), pero también como un ritual para "repeler" la
brujería y las enfermedades. Uno de los
hábitos más característicos involucraba a los niños que iban de casa en casa
cantando rimas o rezando por las almas de los muertos. A cambio, obtenían
pasteles que representaban la liberación de un alma del purgatorio. Según una
leyenda popular celta, existía un espíritu especialmente malvado llamado Jack
O´lantern que iba por las casas pidiendo “truco o trato”. Según la tradición,
lo mejor era hacer trato sin importar lo que costase con tal de no caer en su
truco, que consistía en maldecir la casa y a sus habitantes que sufrirían toda
clase de infortunios desde ese momento. Durante la Gran Hambruna (1845-49) en
Irlanda, más de un millón de personas emigró a EEUU y se llevaron consigo su
historia y tradiciones, y no es coincidencia que las primeras menciones de Halloween
en territorio estadounidense aparecieran poco después de ese éxodo. En 1870,
por ejemplo, una revista para mujeres publicó un artículo que describía
Halloween como un "día festivo inglés". Inicialmente, la versión
estadounidense era muy similar a la del campo británico, pero hubo algunas
adiciones cruciales, como la introducción de espantapájaros en las
decoraciones: el maíz era un cultivo crucial en la agricultura estadounidense.
Hubo otros, como la clásica frase de "trato o truco" de los niños o
el uso de las calabazas (la tradición británica era tallar nabos). Recién empezó a celebrarse masivamente
hasta el año 1921, fecha en la que se celebró el primer desfile de Halloween
en Minnesota.
De esta manera, los rituales místicos de épocas anteriores
evolucionaron hacia juegos y diversión más alegres. Así se convirtió en una de
las principales fiestas del mundo anglosajón: EEUU, Canadá, Irlanda y Reino
Unido, especialmente entre los niños. De acuerdo con
algunos historiadores, la celebración cobró auge después de la Segunda Guerra
Mundial, cuando terminó el racionamiento de alimentos. Durante las décadas siguiente la fiesta fue
adquiriendo popularidad hasta que en 1970 se produjo su internalización gracias
a las series de televisión y al cine. En 1978 se estrenaba “Halloween”, el film
de terror de John Carpenter. La época más espeluznante del año finalmente ya
está aquí, lo que significa que no solo es la hora de preparar los mejores y
más escalofriantes disfraces, también es momento de preparar un buen puñado de
películas de terror para ver y una buena lista de canciones para la fiesta de Halloween.
Para crear un buen ambiente con una lista de reproducción apta para brujas,
zombis, fantasmas y demás espantos. Y como no podemos repartir caramelos a
nuestros visitantes desde un blog, vamos a darte un trato de golosinas
musicales para la noche de walpurgis, o de las brujas, meigas, o como diablos
quieras llamarla. Haciendo esta recopilación hemos confirmado que cualquier
tiempo pasado fue mejor. La imaginación, el doble sentido de las letras, la
fantasía o simplemente el cachondeo eran muy abundantes en ciertas décadas. En
los años 20 y 30, y en los 50 particularmente, se produjo una explosión de
repertorio halloweenesco, con joyas estilísticas donde encontramos extraños
brebajes que combinan el Rock ‘N’ Roll de la música Surf
con el horror gótico. Increíble, pero funciona. Mención honorífica merecen
todos estos estilos de Metal Gótico, que hacen del horror
su tema central. Prepará tu saco de caramelos porque empezamos este terrorífico
viaje musical en el tiempo.
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