sábado, 2 de abril de 2022

La Música Electrónica en Argentina

 


Nadie puede decir que la Música Electrónica sea un injerto en Argentina, ya que tiene un amplio desarrollo. Por ejemplo, en los 80 la electrónica comenzó a ser explorada desde otros géneros. El Rock y el Pop comenzaron a incluir sintetizadores entre sus composiciones.

A mediados de la década aparecieron algunos trabajaos fundamentales que marcaron esta fusión. Uno de ellos es “Locura”, de Virus, del año 85, el primer disco metido completamente de lleno con sintetizadores. Otro fue “Orquesta”, de Carlos Cutaia, que lo hizo con Daniel Melero, otro emblema del uso de sintetizadores y de la música electrónica en general. Después también hubo una serie de discos en ese momento, como los primeros de Soda Stereo. En ese sentido, el trabajo conjunto de Melero y Cerati en “Colores Santos” (1992), marcó luego las sonoridades de los siguientes trabajos de Soda Stereo y fueron una constante en os trabajos solistas de Gustavo Cerati. Poe ese tiempo, también Luis Alberto Spinetta decidió explorar nuevos géneros e incursionó en el Techno Pop de la mano de su disco “Privé” (1986), utilizando electrónica y samplers. Ya en la década del 90, la electrónica comenzó a ser sinónimo de discotecas y de baile, y con el cambio de siglo, llegó a la explosión del género de la mano de festivales y de la masificación de canciones y videos. La movida electrónica argentina, según algunos, es la más desarrollada y de más alcance en el llamado cono sur. Se habla de la música electrónica como movimiento, a partir de fines de los años 80 y comienzos de los 90. Sus inicios se ubican en las Raves de Radio Energy, y las primeras fiestas internacionales, como la edición porteña de Love Parade de Berlín, en cuya edición destacaron y se dieron a conocer internacionalmente, muchos DJs como Dero, Capo Ferraro, Diego Ro-K y Pfirter. Desde entonces, no pasó mucho tiempo para que DJ Dero toque y represente a Latinoamérica en las mejores fiestas electrónicas del mundo. De allí en adelante, la movida electrónica tomó un auge acelerado en el país.
Argentina realizó en 2001 la primera edición de Creamfield (el festival más importante de música electrónica a nivel mundial). Con quince ediciones hechas de este festival. Creamfield BA tuvo el privilegio de contar con los mejores DJ’s y bandas de la escena electrónica mundial (The Prodigy. Underwold. Paul Oakenfold, Tiesto, Carl Cox, Chemical Brothers, etc.). También batió el record mundial de convocatoria en Creamfields 2006, con 62000 personas, mientras que en los años siguientes también superó en convocatoria a su sede de Liverpool, afirmándose como uno de los festivales más importantes del mundo. Con la escena con un enorme suceso aparecieron figuras locales, como Big Fabio, Romina Cohn, Bad Boy Orange, etc., quienes pasaron por las mejores discotecas de Centro y Sudamérica. Otros festivales a nivel internacional, como South Fest (primer festival de música electrónica de Sudamérica); BAT (Buenos Aires Trance); SAMC (Southamerican Music Conference); Moonpark; Mextronica; Nokia Trend; Sonar Sound; Music Fun; Insomnia; Magic Paradise; Garage y East Festival, entre otros. En Argentina existen varias escuelas para DJ’s, como Sónica, Arjaus (escuela de música y DJ’s) y EMBA (Escuela de Música de Buenos Aires). Estos institutos son avalados por reconocidas marcas mundiales como Reason y Ableton Live. Algunas cuentan con docentes de trayectoria internacional, como el DJ francés Wally Stryk, y entre cuyos egresados más reconocidos se encuentra Barem. Con foros como Nigth Clubber y Buenos Aliens, entre otros foros del país, la juventud y amantes de la música electrónica cuentan con sets, charts, foros de discusión, info de eventos, y mucho material más para inculcar la música electrónica en Argentina. Cabe destacar que estos dos son los foros de habla hispánica más importantes de la región. Hasta 2016 nuestro país era un mercado próspero para la cultura electrónica. Ese año cinco jóvenes murieron en la Time Warp, un mega evento organizado en Costa Salguero. Esa noticia, devenida en investigación policial, no liquidó la escena, pero sí la corrió de las grillas masivas.

 


 




























 

 

 


 

 



 

 

 

 



 



 

 

 


 

 

 

 

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