El recital de Callejeros está previsto para el sábado 4 de agosto, y
podría llegar a convocar a cerca de 10 mil fanáticos de la banda de Villa
Celina, ya que ésa es la máxima capacidad del estadio Orfeo Superdomo.
El
contrato para esta nueva actuación del grupo encabezado por Patricio Fontanet
ya habría sido acordado y sería rubricado hoy. La agrupación liderada por
Fontanet dio cinco shows oficiales desde el incendio de Cromañón, el 30 de
diciembre de 2004. A causa de esa tragedia, los integrantes de la banda de
Villa Celina están procesados por "estrago doloso", pero tienen
libertad judicial para trabajar y brindar conciertos en todo el territorio
argentino. Dos de los recitales que conformaron el trabajoso
"regreso" de Callejeros a los escenarios fueron en el propio
territorio cordobés: primero en el estadio Chateau Carreras y luego en el
masivo festival Cosquín Rock. También se presentaron en La Rioja, Santa Fe y
Olavarría, siempre en canchas de fútbol. La presentación en el Orfeo Superdomo
sería especial, fundamentalmente porque se transformaría en el primer show bajo
techo que ofrece Callejeros desde la catástrofe ocurrida en el barrio porteño
de Once que terminó con la vida de 194 jóvenes. Por ello, se estima que las
normas de seguridad que se implementarán para su realización serían muchísimo
más estrictas que las tomadas hasta el momento en los conciertos del grupo.
El fin de semana pasado, el sonido de La Renga sonó fuerte en el Estadio
Unico de La Plata. Para muchos fue una sorpresa ver a más de ochenta mil fans
que durante las dos funciones disfrutaron con devoción los clásicos de una
banda alejada de la promoción mediática, una banda que ha apostado a las raíces
del rock a la hora de establecer su relación con el público. En los últimos
años, fueron muchas las bandas -tanto del mercado angloparlante como el
hispano- que volvieron a las fuentes para recrear un estilo setentista tanto a
nivel compositivo como en la forma de tocar y grabar rock. Pero ningún artista
se había animado a traer a la memoria de seguidores y detractores del género
sus mismos orígenes. "Entre fines de la década del 60 y principios del 70,
el rock argentino se conformó como movimiento contestatario, como una opción
distinta, cuando reemplazó completamente a la música impuesta a la juventud a
través de los medios masivos. Poco y nada tardó en ser fagocitada esta
inconveniente actitud rockera por un mercado concibe al arte, en este caso la
música, como una mercancía más", asegura Laura Lunardelli, periodista
especializada en rock, autora del libro "Alternatividad, divino tesoro. El
rock argentino en los 90" (Editorial Biblos). "Cuando quisimos largar
esto sin publicidad, no pensamos que iba a ser tan grande la convocatoria. 'Los
mismos de siempre' han vencido", dijo Gustavo "Chizzo" Nápoli
-cantante y guitarrista de la banda- hacia el final del show que La Renga
brindó en el estadio de Huracán, a fines de 2004, que se convirtió en un hito
en la trayectoria de la banda. La frase parece parte de un relato épico pero
hacía referencia, en realidad, al triunfo de los fans de La Renga (los máximos
protagonistas de esta historia, apodados "Los mismos de siempre")
sobre un mercado que intenta controlarlo todo. El comentario del líder del
grupo en aquel momento no fue al azar porque, demás está decir, ningún artista
de rock ni en la Argentina ni en ningún sitio era capaz de reunir a 50 mil fans
sin hacer uso de la maquinaria publicitaria mediática. Es más: a nadie se
hubiera ocurrido antes del 4 de diciembre de 2004. Aquel concierto en Huracán
tuvo una consigna fundamental que los integrantes de la banda plantearon ante
la prensa: "El concepto del recital es transmitir la cultura del rock. La
cultura y los sentimientos que la gente y nosotros mismos vivimos. Por ejemplo,
el show de Huracán lo anunciamos solamente con los volantes: esa fue la idea
básica". En aquella oportunidad, la banda integrada por Gustavo
"Chizzo" Nápoli (voz y guitarra), Gabriel "Tete" Iglesias
(bajo) y Jorge "Tanque" Iglesias (en batería), fue
"bendecida" por uno de los grandes del rock: Norberto
"Pappo" Napolitano. El eximio guitarrista se sumó a La Renga para
hacer juntos el tema de Neil Young "Hey, hey, my, my". "El rock
and roll no morirá jamás", dice, precisamente, la recreación del tema de
Neil Young. Y ese parece ser el destino de este género mientras logre medios de
difusión alternativos a los dictámenes de la industria cultural, como La Renga
parece haber encontrado. "Encontrarás tantos caminos alternativos a los
impuestos como corazones sangrando", dice el texto de un comunicado
firmado por La Renga y distribuido a sus fans para que quede claro que no hay
una única vía de acceso al arte. Para que quede claro que se puede realizar un
concierto de rock sin publicidad.
Villanos no va a quedar en la historia como una de las mejores bandas de
rock o rocanrol, pero va a quedar en la historia como la banda más desordenada
y fiestera… pero que no deja ningún tornillo suelto. A veces tienen canciones
para tomársela en serio, aunque es el costado jodón el que los define. Y claro,
se nota en todos los aspectos, hasta las mínimas cosas lo demuestran: Si sos
periodista, y pedís una lista de temas, la respuesta es: ¿No escuchaste los
discos para saberlo de memoria? Ahí te das cuenta que llegaste a ver el estreno
de “Contacto” en The Roxy. Con una buena puesta en escena, y un excelente
sonido Niko, Mini, Vare, Panic y René se presentaron ante el público con un
conjunto deportivo, con la letra V en frente y espalda. Así, y con “(Un toque
las de) Atención”, “Contacto” y “Un gran error”, comenzaron la locura ante las
casi 1000 personas presentes.Rápidamente, y para quienes iban por primera vez, se pudo resumir el
combo (“Locura, drogas y rnr”) que quiere plantear la banda. Se sabe, la música
acompaña el contexto, pero no es lo que resalta. Villanos presentó su disco, o
presentó a Villanos. ¿Queda mal decir que son los Auténticos Decadentes del
rock? Si alguno se ofende, no se está diciendo desde un punto de vista crítico:
Musicalmente tienen poco, pero dan muchas ganas de volver a verlos. Ah… el
sonido, mejor que muchas bandas pro.
“These are the days of our lives” (Estos son los días de nuestras vidas)
es una de las últimas canciones de la banda británica de Rock Queen. Acreditada
en principio a la autoría de todo el grupo, se sabe actualmente que el autor es
el baterista Roger Taylor, sin descartarse ayuda de los demás miembros de la
banda. Esta canción también fue la última de la cual Queen filmó un videoclip
con los cuatro integrantes vivos, el 30 de mayo de 1991. Fue lanzado como
single en los Estados Unidos en el 45 aniversario de Freddie Mercury, el 5 de
septiembre de 1991, y como lado doble A single en el Reino Unido, el 9 de
diciembre, tras la muerte de Mercury, con la canción Queen «Bohemian Rhapsody».
El sencillo debutó en el # 1 en el UK Singles Chart, y se mantuvo en la cima
durante cinco semanas. La canción fue galardonada con un Brit Award por «Mejor
Single» en 1992. Es el octavo track en el álbum Innuendo de 1991. En este
álbum, si se analizan bien las letras de las canciones se pueden encontrar
mensajes sobre muerte inminente y el fin de la banda. El clip fue filmado en
blanco y negro (excepto los dibujos animados realizados por la compañía Disney)
en las versiones lanzadas del clip. La razón por la que se filmó en blanco y
negro fue para no mostrar la piel de Freddie Mercury que se encontraba pálida
por su enfermedad (SIDA) y lo delgado que se encontraba. Mercury siempre
desmentía que tenía sida, aunque su muerte estaba próxima y él lo sabía. Esta
canción, un año después alcanzó el puesto número uno en el Reino Unido como una
de las diez mejores canciones del momento. El viernes 14 de febrero de 1992 la
canción fue elegida como «mejor single británico de 1991» durante la ceremonia
de entrega anual de los Brit Awards, cabe resaltar que cuando Brian May Y Roger
Taylor subieron al escenario a recoger el premio, fue Roger Taylor quien
anunció al mundo que el lunes 20 de abril del mismo año se celebraría la vida
de Freddie Mercury al estilo al cual él estaba acostumbrado, en un apoteósico
mega concierto tributo a Freddie, el que se realizaría en el Estadio de
Wembley, y transmitido al mundo entero por televisión. Al día siguiente de este
anuncio, la venta total de las entradas para dicho concierto se agotó en tan
sólo dos horas.
Nadie ha hecho una película sobre Berlusconi en treinta años", dice
uno de los personajes de El caimán, la nueva película de Nanni Moretti (Caro
diario, La habitación del hijo). Y, de hecho, Moretti aquí tampoco la hace. Al
menos, no directamente. Es que, como dice el propio Moretti -que encarna a uno
de los actores a los que Bruno Bonomo (Silvio Orlando), el productor, va a ofrecerle
el papel de El caimán- "quien quiere saber, sabe... ya no se puede
informar más. Este guión es lo que la gente de izquierda quiere escuchar para
reírse de Berlusconi, pero no hay motivo para risa". Moretti hizo El
caimán con el motivo preciso de estrenarla poco antes de las elecciones de
2006, tratando de impedir una reelección de Berlusconi. Finalmente, El Zar
perdió. Pese a eso, el filme no pierde actualidad ya que la historia de El
caimán lo toca tangencialmente. La película de Moretti se centra en Bruno, un
productor de cine clase Z (con títulos como Los mocasines asesinos o Maciste
contra Freud) que siempre estuvo en contra del cine de autor y que hoy está en
plena crisis. Ya casi no hace películas y su esposa (Margherita Buy) está por
abandonarlo. En una proyección de Cataratas (donde lo homenajean como "el
hombre que hizo renacer el cine de género antes que Tarantino"), una chica
(Jasmine Trinca, de La mejor juventud), le entrega un guión. Un día, deprimido,
lee unas páginas y decide abandonar un imposible proyecto llamado El regreso de
Cristóbal Colón y hacerlo. Se trata de El caimán, una velada biografía de
Silvio Berlusconi -el director de medios, ex primer ministro, presidente del Milán
y hombre más poderoso, controvertido y millonario de Italia- de la que se van
viendo escenas mientras él IO lee. Pero lo cierto es que, en plena depresión,
mucha atención no le presta y, sin darse del todo cuenta de lo
"fuerte" de su contenido, pretende que la RAI lo financie.
Obviamente, fracasará. Pero seguirá intentándolo, tratando de convencer a
actores (Moretti, Michele Placido), buscando otras formas de financiación,
perdiendo el equipo, la paciencia y la calma. En el medio, claro, su separación
se concreta y su vida se complica todavía más. Pareciera que, en El caimán,
Moretti quiso combinar el tono de sátira política de la primera etapa de su
carrera con una suerte de comedia sobre la inestabilidad familiar que Io acerca
más a sus últimos filmes. La mezcla no le sale del todo bien: por un rato
parece más interesado en los problemas sentimentales de Bruno, su esposa y sus
hijos que en "El caimán", y cinco minutos después volvemos a la
historia de Berlusconi. Lo mejor sucede cuando ambos mundos se combinan, cuando
Bruno, sufriendo con los contratiempos del proyecto, va desnudando la
"Italia de opereta", que le describe su financista Jerzy Sturovsky
(el actor/director polaco Jerzy Stuhr). El filme está plagado de bromas y
referencias internas de la industria del cine italiano ("Dino Risi ya no
me invita a su cumpleaños", se queja Bruno) y tiene apariciones de muchos
cineastas (Placido, Stuhr, Giuliano Montaldo, Paolo Sorrentino, Matteo Garrone,
Carlo Mazzacurati, Paolo Virzi). Por momentos divertido, por otros ácidos, con
toques sentimentales y con el siempre impecable Orlando en el papel central, El
caimán no puede sin embargo hacerle "honor" a su homenajeado. Cada
una de las apariciones de Berlusconi en imágenes de archivo es una revelación
humorística que, si no fuera por el horror que producen, dejarían a los más
grandes de la comedia italiana muertos de envidia.
Título original: Il
caimano / Año: 2006 / Duración: 122 min. / País:
Italia / Dirección: Nanni Moretti / Guion: Nanni Moretti, Federica
Pontremoli, Francesco Piccolo / Música: Franco Piersanti / Fotografía:
Arnaldo Catanari / Intérpretes: Silvio Orlando, Margherita Buy, Jasmine Trinca,
Elio De Capitani, Nanni Moretti, Michele Placido, Jerzy Stuhr, Giuliano
Montaldo, Paolo Sorrentino, Matteo Garrone.
"Mi nombre no les dice nada" susurra Coralie en la apertura de
su primer álbum. Nacida hace 22 años en Villefranche-sur-Saône. En la familia
Biolay, la madre se ocupa de los niños cantándoles canciones de Aznavour, pero
fue el padre, clarinetista por pasión, quien ofreció a sus niños una sólida
cultura musical. En la casa, Gaëlle, su hermana mayor, pasaba sus días tocando
la flauta traversa en tanto que Benjamin, practicaba ardientemente el violín.
Coralie empezó por su parte, clases de solfeo a los cinco años y estudió violín
a seis. Sus influencias musicales no se encuentran exclusivamente ya en los
registros clásicos: en su casa se encuentra discos de Gainsbourg, Beatles y
éxitos de los años 80. Inevitablemente también siente una gran admiración por
el trabajo de su hermano mayor. En vista de su edad, entre los intérpretes
femeninos de su juventud, Coralie se encuentra un ídolo en la persona de
Vanessa Paradis. Fue casi por azar que su hermano la hizo cantar algunas
canciones que él había escrito. Así, paralélamente a sus estudios de Historia
en la Universidad, grabó con su suave voz, trece canciones que constituyeron su
primer álbum, en el año 2001. Su segundo disco, "Bye bye beauté",
apareció en febrero de 2005, y su último trabajo, "Coralie Clément Toy
Store", se publicó a comienzos de este año.
Un bonito día
Donde se callaba la noche
Se sentó en un banco
Decidió rehacer su vida
Y bajo el firmamento
Se olvidan las normas y los acervos
Y todas nuestras diferencias
Son diferentes
Un bonito día
Al final de una mañana
Voló a los cuatro vientos
Hacia otra parte
Un atolón, un refugio
Un collar de diamantes
Se olvidó de las cuentas y las deudas
Los qué, los dóndes, los cuándo
Simple, simplemente
En la sombra y la luz
Estas pequeñas nadas
Que le gustaba tanto al mismo tiempo
San Remo, la primavera en flores
A lejos escucho latir tu corazón
Es la sombra y la luz
Los vacacionistas
Que van a los deportes de invierno
Mónaco, Venecia o Honfleur
Más que un sueño, un señuelo
Un bonito día
Cuando se callaba la noche
Se sentó en un banco
Reprendió el curso de su vida
Se olvidó simplemente
Que vio un poco el paraíso
De mares, de paisajes
Simple, simplemente
Cómo fue que un tango llamado "Tus ojos", escrito en Ucrania
en 1940 por un tal Saverio Sadán para su flamante nuera en Buenos Aires,
terminó siendo el mayor éxito de la orquesta del bandoneonista Juan Sánchez
Gorio, quien la registró como propia bajo el nombre "Gitana rusa". Se
trata del tango fechado el 10 de agosto de 1940 en la pequeña ciudad ucraniana
de Umañ, a medio camino entre Kiev y Odessa. Los textos estaban en ruso. De
título, "Tus ojos", y una dedicatoria "a la querida Celia".
La música pertenece a un tal Saverio Sadán, y en la última cuartilla hay una
extensa letra firmada por D. M. Glinberg. Pero esas notas manuscritas por un
desconocido no suenan nada extrañas. Son las de un tango que alcanzó gran
popularidad en la Argentina a partir de 1942 y fue el mayor éxito de la
orquesta del bandoneonista Juan Sánchez Gorio y su cantor, el uruguayo Luis
Mendoza: "Gitana rusa". Demetrio Sadán, quien llegó a encabezar la
sección Cables en el diario Crítica, nació en Ucrania en 1910. Su madre lo
abandonó a los pocos meses al separarse de su padre, Saverio, un judío que,
para variar, era violinista. Mientras tanto, ella emigraba a Buenos Aires
convertida en mujer de un diplomático argentino. Tras la Revolución Rusa y la
subsiguiente guerra civil, Demetrio fue enviado a reunirse con su madre en la
Argentina, para lo cual debió realizar solo, con apenas once años, una
interminable travesía en tren y en barco.
Aquí egresó ocho años después del
Liceo Internacional de Olivos, e ingresó a Crítica. En 1938 se casó con su
secretaria, Celia Piva, y dos años más tarde recibió desde Ucrania, como
obsequio del padre para la desconocida nuera, un melodioso tango de corte
europeo que Saverio -vuelto a casar, a todo esto, con una cantante lírica
judeo-polaca- había compuesto, y al que un amigo suyo había adosado una letra
muy romántica, que evocaba una cita de amor en primavera, entre árboles y bajo las
estrellas. Queriendo darle algún destino, Demetrio le entregó la obra de su
padre a un amigo suyo, Horacio Basterra, quien por entonces estaba iniciando su
carrera de exitoso letrista. Firmando como Horacio Sanguinetti escribió tangos
tan apreciados como "Nada", "Tristeza marina",
"Barro" o "Los despojos"; entre otros muchos. Demetrio le
había dado la libertad de hacer con aquellas cuartillas Io que quisiera. Y, por
Io visto, Horacio decidió confiarlas a Sánchez Gorio, y adosarles una nueva
letra, en español, que se convertiría en un buen exponente del kitsch. Su
protagonista es una gitana rusa que busca por las tabernas a su cosaco, pero ya
no podrá encontrarlo, porque éste se suicidó arrojándose al Don. Sánchez Gorio
retocó mínimamente las notas y registró con Sanguinetti la pieza como propia.
Cantores como Orlando Medina y Oscar serpa contribuyeron al rápido suceso de
este pegadizo tango de sabor eslavo oriental. De Saverio el violinista no se
había sabido nada más, salvo que fue muerto por los nazis.
Los Big Town Playboys son un grupo británico acústico de revival de
Rhythm and Blues de seis integrantes. Fundado por Ricky Cool y Andy Silvester
en 1984, y conocido como Ricky Cool and the Big Town Playboys, versionaban música
estadounidense de las décadas de 1940 y 1950, como la de Amos Milburn y Little
Walter. Big Town Playboys lanzaron una serie de álbumes de estudio, así como un
proyecto colaborativo con Jeff Beck (titulado Crazy Legs), recreando las
canciones de Gene Vincent. Varias de sus canciones también aparecieron en la
banda sonora de la película “The Pope Must Die”. Han actuado como banda de apoyo
para Robert Plant, quien contribuyó con la voz invitada en su álbum Roll the
Dice. También actuaron juntos en el concierto benéfico Birmingham Heart Beat
86. Eric Clapton ha expresado admiración por su trabajo, organizando que
abrieran para él durante su período de dos semanas en el Royal Albert Hall de
Londres en 1996.
Hace 25 años que Rich Skrenta creó el primer virus para su ordenador
Apple II Nada más, ni nada menos que 25 años han pasado desde que se crease el
primer virus informático, y lo más curioso de todo es que es que era un virus
para Apple, según relata la web especializada Security Focus, en una crónica
que hace un repaso a la historia de estos programas malintencionados que han
logrado poner patas arriba la industria informática. La autoría del primer
virus se achaca a Richard Skrenta al que en las navidades de 1982 le regalaron
un Apple II. El joven talento solía gastar bromas a sus compañeros metiendo
ficheros en las copias-piratas de los videojuegos con mensajes en los que se
anunciaba su autodestrucción en pocos segundos. Skrenta dio una vuelta de
tuerca al concepto ya que pensaba que estos mensajes eran efímeros y se las
ideó para que de los discos (los floppys de entonces) saltasen al sistema y
además lograsen infectar a otros. La broma podía parecer poco graciosa a sus
compañeros, pero desde luego, ha resultado más que pesada para el resto del
mundo.
Los deportistas que salen a correr a pesar de las tormentas harán bien
en dejar su reproductor en casa esos días nublados. Sólo hay que fijarse en el
caso de un canadiense que, según el New England Journal ofMedicine, sufrió
graves quemaduras. El deportista, de 39 años, llevaba un iPod, el reproductor
digital música de Apple, mientras hacía deporte cuando un rayo alcanzó un árbol
cercano. El hombre sufrió graves quemaduras en el pecho, los oídos y la mandíbula
debido al metal en los auriculares de su iPod, según los médicos del Hospital
General de Vancouver (Canadá). "Aunque el uso de un artículo como el iPod
no incrementa las posibilidades de ser herido por un rayo, en este caso la
combinación de sudor y auriculares de metal dirigieron la corriente hacia la
cabeza del paciente", señalaron los doctores Eric Heffernan, Peter Munk y
Luck Louis. por supuesto, este riesgo existe, según los médicos, con cualquier
tipo de auriculares y no sólo los de los iPod.
Dos
nuevas formas de phising plantean un alto riesgo de engaño, según afirmó esta
mañana el directivo de la empresa de seguridad en Internet Symantec (fabricante
del famoso antivirus Norton), William Beer. Se trata del smishing y el vishing.
El smishing consiste en el envío de mensajes de texto (SMS) a móviles en los
que se avisa de la suscripción del número a un servicio, que puede ser de citas
o de cualquier otra índole, por el que se le descontará una cantidad diaria
determinada (en algunos casos era de dos dólares). El mensaje de texto facilita
a continuación un número de teléfono en que el usuario podrá anular su
suscripción al supuesto servicio. En ese número le atenderá una grabación que
le pedirá algunos datos personales, entre los que cuales estarán los de su
cuenta bancaria. Uno de los primeros casos de smishing se dio en China en
octubre de 2005. Un ciudadano de Pekín dio sus datos y, las pocas horas, su
cuenta había sido vaciada. Otra modalidad de smishing da una dirección de
Internet cuya visita instalará un virus en el ordenador del usuario. La otra
nueva variante de fraude es conocida como vishing y actúa mediante un esquema
similar. El estafador configura un programa para realizar llamadas aleatorias
en una zona determinada. Cuando alguien responde, una grabación automática le
invita a llamar a un número de teléfono a causa de algún problema. En ese
número, otra grabación le invitará a facilitar sus datos bancarios. Beer
explicó que en las modalidades tradicionales de phising, y a pesar de las
denuncias, un tres por ciento de las personas que reciben los mensajes caen en
el engaño, por lo que considera probable que las nuevas versiones, al ser
desconocidas todavía por la mayoría del público, engañen a mucha gente.
Una compañía china demandará a la filial de Google en China por copiar
su nombre, alegando que el nombre registrado en chino por la empresa de búsqueda
estadounidense es demasiado parecido al suyo y que esto daña su negocio. Un
portavoz de la pequinesa Guge Science and Technology dijo que el nombre
comercial de Google ha llevado a que la compañía reciba numerosas llamadas de
personas que intentan contactar con el buscador. "Sólo queremos que Google
cambie su nombre comercial", dijo a Reuters Tian Yunshan, un directivo de
la empresa, el viernes. "Ya hemos trasladado nuestras peticiones a Google
(...) veremos qué pasa en los tribunales". El nombre chino del buscador
-una transliteración de la palabra inglesa "Google"- era utilizado
también como nombre comercial registrado de la empresa de Beijing Guge, dijo
Tian. Las personas que buscan contactar con Google a través de un buscador de
teléfonos local son dirigidos a Beijing Guge, ya que el buscador no está
inscrito en la lista de teléfonos, explicó Tian. Curiosamente, el dominio
conduce a la web del buscador norteamericano. El caso ha sido aceptado por un
tribunal en el distrito de Haidian en Pekín, según informo Beijing News. No
quedó claro si el caso podría prosperar. Tian declinó comentar las operaciones
o productos y servicios de Beijing Guge, diciendo que "no es
conveniente" desvelar esos detalles. Desde Google no se ha querido hacer
ninguna declaración sobre el tema. La historia de un nombre A pesar de que el
uso del buscador Google está muy extendido entre los internautas, no tan
conocido de dónde proviene el nombre. Según explica la propia compañía, la
palabra Google proviene del término matemático " googol un número
gigantesco representado por el dígito 1 seguido de cien ceros. Los fundandores
del buscador más famoso del mundo, Sergey Brin y Larry Page, "eligieron
este nombre haciendo alusión a la gran cantidad de información que existe en el
mundo". Tanto Brin como Page siempre han proclamado que la misión de
Google consiste en "organizar esta información" y conseguir
"hacerla universalmente accesible y útil" para los usuarios.
The Beach Boys
La Surf
Music, a
pesar de haber tenido un periodo muy corto de impacto comercial y un área de
influencia pequeña, es uno de los géneros dentro del Rock instrumental que
posiblemente más influencia ha tenido en concebir la música Rock. En términos
de impacto comercial, la
Música Surf tuvo un periodo muy corto de tiempo en su haber.
La mayoría de las grabaciones de este estilo fueron hechas entre los años 1961
y 1965, a
pesar de lo cual su influencia en el sonido posterior de las guitarras del Rock
es incalculable. Cuando la música negra pasó por el filtro blanco a mediados de
los 50, los surfers californianos vivían en un relativo anonimato. En esta
época, los surfers, al igual que otras subculturas californianas, habían
desarrollado su propio credo particular. A mediados de los 50 la nueva
generación de surfistas se rebeló contra los valores inculcados por las
generaciones anteriores coincidiendo con la rebelión del Rock’n ‘Roll.
Dick Dale & His Del-Tones
El
carácter ingenuo y virginal que vivía el panorama surfero californiano fue
contaminado en 1959. En ese año, Columbia Pictures adaptó el best-seller
“Gidget” a la gran pantalla. En esta comedieta juvenil se narra la historia de
una adolescente que descubre a un grupo de bohemios que la introducen en el
surf. A causa del film, muchos adolescentes vieron en el Surf otra forma de rebelión,
de estar alejados de sus padres y de identidad personal. Musicalmente hablando,
hacia 1960 la primera oleada del Rock’n’Roll había perdido su inercia comercial
y solo el Rock’n’Roll instrumental quedo como bastión de rebelión. Este estilo
fue la piedra filosofal en la que se baso la música Surf instrumental. La
paternidad de este género se la debe al guitarrista de California, Dick
Dale, quien a finales de los 50, casi patento su sonido utilizando la
“Revert Unit”, una caja independiente del amplificador que le daba a la
guitarra la tonalidad sonora tan particular del sonido Surf. Esto, más algunos
ramalazos musicales de Oriente Medio, le dieron a Dale el merecido título de
“Rey de la guitarra Surf”. Su sonido llamó la atención de los no-surfers por lo
que legiones de bandas imitaron su estilo.
The Surfaris
Varios kilómetros al norte del condado Orange, surgieron los Belairs.
En el Valle de San Joaquín se gestó la versión chicana de la Surf Music con grupos
como Los
Charades, Los Sentinals y Al García & the Rhythm Kings.
Las formaciones Surf constaban de batería, bajo y dos guitarras, y a veces un
par de saxos y piano amplificado. Esta música fue una fiebre que supero las
fronteras de California: The Astronauts, eran de Colorado,
los Trashmen,
de Mineápolis y los Riviera de Michigan. Con la creciente popularidad del género,
muchos fueron los que se abrazaron al mismo para sacar tajada, como los actores
adolescentes de las Beach Party Movies, comedietas playeras sin más intención
quemostrar bikinis y actuaciones de las
estrellas Pop-Surf del momento. La rama vocal del Surf se hizo muy popular
gracias a la labor de Jan & Dean y los Beach
Boys principalmente. Esta nueva variante partió de la cabeza de Brian
Wilson. La formula fue acordes de Chuck Berry y sumados a las armonías vocales
de los “Tour Freshmen”.
The Sentinals
El enorme éxito de esta banda fue le paradigma de
vergüenza ajena que sintieron los surfers, al ver como gente ajena al surf
intentaba enriquecerse a costa suya. Los “Beach Boys” no fueron una banda de
música Surf en el sentido más purista. En su primer LP, “Surfin’ Safari”, sólo
tres canciones se identifican con el estilo, mientras que el resto son temas de
pop ingenuo y facilón. Los únicos discos que encajan en el concepto Surf son
“Surfin’ USA” y “Surfer Girl”. Otros que incursionaron con éxito en el Surf
vocal fue el dúo “Jan & Dean”, cuyo mayor éxito fue el tema “Surf City”.
Para 1965 el “Surf Music” había dejado lugar a otros estilos. Si bien en las
décadas posteriores hubo varios intentos por revivirlo, solo en 1994 con la
banda sonora de “Pulp Fiction”, tuvieron cierto éxito. La misma incluía el tema
Misirlou,
de Dick Dale. A mediados de los 60 con la aparición de los Beatles; la
conciencia social de Bob Dylan; la guerra de Vietnam que preocupaba a los jóvenes,
y el estallido Hippie de San Francisco, terminaron con la era de inocencia, en
la que lo único que importaba, era la playa, las chicas, cabalgar sobre las
olas y escuchar Rock’n’Roll.
Un desayuno compuesto por 30 salsas, 20 fetas de panceta ahumada, 15
huevos fritos y tres enlatados de frijoles se convirtieron en el desayuno del
huésped más glotón que recuerde el personal de cocina del lugar, quien necesitó
de tres horas para ingerirlo todo. Lo único que no estaba incluido en las 7,50
libras esterlinas pagadas por Barry Bradley en el tenedor libre del hotel
Premier Travel Inn de Tonbridge, Inglaterra, era la cara de sorpresa del
personal de cocina. Pese a que los huevos y la panceta ahumada forman parte del
tradicional desayuno a la inglesa, esta dosis exagerada no parece encuadrarse
dentro de ninguna tradición culinaria, ni tampoco como tampoco constituiría
exactamente lo que los instructores dep ortivos llaman "el desayuno de los
campeones". "No lo podíamos creer, parecía como si nunca fuera a
terminar", señaló una de las sorprendidas meseras al diario inglés Metro y
añadió que a manera de postre, Bradley se comió seis porciones de cereal. Bradley
se convirtió en un verdadero espectáculo de la gula para las demás mesas y
muchos de los asistentes no pudieron dejar de pensar que, si este era el
desayuno, ¿qué podría esperarse del almuerzo?
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