sábado, 7 de julio de 2007

Demasiadas Noches 66 (FM Inolvidable)

 








El recital de Callejeros está previsto para el sábado 4 de agosto, y podría llegar a convocar a cerca de 10 mil fanáticos de la banda de Villa Celina, ya que ésa es la máxima capacidad del estadio Orfeo Superdomo.
El contrato para esta nueva actuación del grupo encabezado por Patricio Fontanet ya habría sido acordado y sería rubricado hoy. La agrupación liderada por Fontanet dio cinco shows oficiales desde el incendio de Cromañón, el 30 de diciembre de 2004. A causa de esa tragedia, los integrantes de la banda de Villa Celina están procesados por "estrago doloso", pero tienen libertad judicial para trabajar y brindar conciertos en todo el territorio argentino. Dos de los recitales que conformaron el trabajoso "regreso" de Callejeros a los escenarios fueron en el propio territorio cordobés: primero en el estadio Chateau Carreras y luego en el masivo festival Cosquín Rock. También se presentaron en La Rioja, Santa Fe y Olavarría, siempre en canchas de fútbol. La presentación en el Orfeo Superdomo sería especial, fundamentalmente porque se transformaría en el primer show bajo techo que ofrece Callejeros desde la catástrofe ocurrida en el barrio porteño de Once que terminó con la vida de 194 jóvenes. Por ello, se estima que las normas de seguridad que se implementarán para su realización serían muchísimo más estrictas que las tomadas hasta el momento en los conciertos del grupo.



El fin de semana pasado, el sonido de La Renga sonó fuerte en el Estadio Unico de La Plata. Para muchos fue una sorpresa ver a más de ochenta mil fans que durante las dos funciones disfrutaron con devoción los clásicos de una banda alejada de la promoción mediática, una banda que ha apostado a las raíces del rock a la hora de establecer su relación con el público. En los últimos años, fueron muchas las bandas -tanto del mercado angloparlante como el hispano- que volvieron a las fuentes para recrear un estilo setentista tanto a nivel compositivo como en la forma de tocar y grabar rock. Pero ningún artista se había animado a traer a la memoria de seguidores y detractores del género sus mismos orígenes. "Entre fines de la década del 60 y principios del 70, el rock argentino se conformó como movimiento contestatario, como una opción distinta, cuando reemplazó completamente a la música impuesta a la juventud a través de los medios masivos. Poco y nada tardó en ser fagocitada esta inconveniente actitud rockera por un mercado concibe al arte, en este caso la música, como una mercancía más", asegura Laura Lunardelli, periodista especializada en rock, autora del libro "Alternatividad, divino tesoro. El rock argentino en los 90" (Editorial Biblos). "Cuando quisimos largar esto sin publicidad, no pensamos que iba a ser tan grande la convocatoria. 'Los mismos de siempre' han vencido", dijo Gustavo "Chizzo" Nápoli -cantante y guitarrista de la banda- hacia el final del show que La Renga brindó en el estadio de Huracán, a fines de 2004, que se convirtió en un hito en la trayectoria de la banda. La frase parece parte de un relato épico pero hacía referencia, en realidad, al triunfo de los fans de La Renga (los máximos protagonistas de esta historia, apodados "Los mismos de siempre") sobre un mercado que intenta controlarlo todo. El comentario del líder del grupo en aquel momento no fue al azar porque, demás está decir, ningún artista de rock ni en la Argentina ni en ningún sitio era capaz de reunir a 50 mil fans sin hacer uso de la maquinaria publicitaria mediática. Es más: a nadie se hubiera ocurrido antes del 4 de diciembre de 2004. Aquel concierto en Huracán tuvo una consigna fundamental que los integrantes de la banda plantearon ante la prensa: "El concepto del recital es transmitir la cultura del rock. La cultura y los sentimientos que la gente y nosotros mismos vivimos. Por ejemplo, el show de Huracán lo anunciamos solamente con los volantes: esa fue la idea básica". En aquella oportunidad, la banda integrada por Gustavo "Chizzo" Nápoli (voz y guitarra), Gabriel "Tete" Iglesias (bajo) y Jorge "Tanque" Iglesias (en batería), fue "bendecida" por uno de los grandes del rock: Norberto "Pappo" Napolitano. El eximio guitarrista se sumó a La Renga para hacer juntos el tema de Neil Young "Hey, hey, my, my". "El rock and roll no morirá jamás", dice, precisamente, la recreación del tema de Neil Young. Y ese parece ser el destino de este género mientras logre medios de difusión alternativos a los dictámenes de la industria cultural, como La Renga parece haber encontrado. "Encontrarás tantos caminos alternativos a los impuestos como corazones sangrando", dice el texto de un comunicado firmado por La Renga y distribuido a sus fans para que quede claro que no hay una única vía de acceso al arte. Para que quede claro que se puede realizar un concierto de rock sin publicidad.

 





Villanos no va a quedar en la historia como una de las mejores bandas de rock o rocanrol, pero va a quedar en la historia como la banda más desordenada y fiestera… pero que no deja ningún tornillo suelto. A veces tienen canciones para tomársela en serio, aunque es el costado jodón el que los define. Y claro, se nota en todos los aspectos, hasta las mínimas cosas lo demuestran: Si sos periodista, y pedís una lista de temas, la respuesta es: ¿No escuchaste los discos para saberlo de memoria? Ahí te das cuenta que llegaste a ver el estreno de “Contacto” en The Roxy. Con una buena puesta en escena, y un excelente sonido Niko, Mini, Vare, Panic y René se presentaron ante el público con un conjunto deportivo, con la letra V en frente y espalda. Así, y con “(Un toque las de) Atención”, “Contacto” y “Un gran error”, comenzaron la locura ante las casi 1000 personas presentes.  Rápidamente, y para quienes iban por primera vez, se pudo resumir el combo (“Locura, drogas y rnr”) que quiere plantear la banda. Se sabe, la música acompaña el contexto, pero no es lo que resalta. Villanos presentó su disco, o presentó a Villanos. ¿Queda mal decir que son los Auténticos Decadentes del rock? Si alguno se ofende, no se está diciendo desde un punto de vista crítico: Musicalmente tienen poco, pero dan muchas ganas de volver a verlos. Ah… el sonido, mejor que muchas bandas pro.



“These are the days of our lives” (Estos son los días de nuestras vidas) es una de las últimas canciones de la banda británica de Rock Queen. Acreditada en principio a la autoría de todo el grupo, se sabe actualmente que el autor es el baterista Roger Taylor, sin descartarse ayuda de los demás miembros de la banda. Esta canción también fue la última de la cual Queen filmó un videoclip con los cuatro integrantes vivos, el 30 de mayo de 1991. Fue lanzado como single en los Estados Unidos en el 45 aniversario de Freddie Mercury, el 5 de septiembre de 1991, y como lado doble A single en el Reino Unido, el 9 de diciembre, tras la muerte de Mercury, con la canción Queen «Bohemian Rhapsody». El sencillo debutó en el # 1 en el UK Singles Chart, y se mantuvo en la cima durante cinco semanas. La canción fue galardonada con un Brit Award por «Mejor Single» en 1992. Es el octavo track en el álbum Innuendo de 1991. En este álbum, si se analizan bien las letras de las canciones se pueden encontrar mensajes sobre muerte inminente y el fin de la banda. El clip fue filmado en blanco y negro (excepto los dibujos animados realizados por la compañía Disney) en las versiones lanzadas del clip. La razón por la que se filmó en blanco y negro fue para no mostrar la piel de Freddie Mercury que se encontraba pálida por su enfermedad (SIDA) y lo delgado que se encontraba. Mercury siempre desmentía que tenía sida, aunque su muerte estaba próxima y él lo sabía. Esta canción, un año después alcanzó el puesto número uno en el Reino Unido como una de las diez mejores canciones del momento. El viernes 14 de febrero de 1992 la canción fue elegida como «mejor single británico de 1991» durante la ceremonia de entrega anual de los Brit Awards, cabe resaltar que cuando Brian May Y Roger Taylor subieron al escenario a recoger el premio, fue Roger Taylor quien anunció al mundo que el lunes 20 de abril del mismo año se celebraría la vida de Freddie Mercury al estilo al cual él estaba acostumbrado, en un apoteósico mega concierto tributo a Freddie, el que se realizaría en el Estadio de Wembley, y transmitido al mundo entero por televisión. Al día siguiente de este anuncio, la venta total de las entradas para dicho concierto se agotó en tan sólo dos horas.










 

 


Nadie ha hecho una película sobre Berlusconi en treinta años", dice uno de los personajes de El caimán, la nueva película de Nanni Moretti (Caro diario, La habitación del hijo). Y, de hecho, Moretti aquí tampoco la hace. Al menos, no directamente. Es que, como dice el propio Moretti -que encarna a uno de los actores a los que Bruno Bonomo (Silvio Orlando), el productor, va a ofrecerle el papel de El caimán- "quien quiere saber, sabe... ya no se puede informar más. Este guión es lo que la gente de izquierda quiere escuchar para reírse de Berlusconi, pero no hay motivo para risa". Moretti hizo El caimán con el motivo preciso de estrenarla poco antes de las elecciones de 2006, tratando de impedir una reelección de Berlusconi. Finalmente, El Zar perdió. Pese a eso, el filme no pierde actualidad ya que la historia de El caimán lo toca tangencialmente. La película de Moretti se centra en Bruno, un productor de cine clase Z (con títulos como Los mocasines asesinos o Maciste contra Freud) que siempre estuvo en contra del cine de autor y que hoy está en plena crisis. Ya casi no hace películas y su esposa (Margherita Buy) está por abandonarlo. En una proyección de Cataratas (donde lo homenajean como "el hombre que hizo renacer el cine de género antes que Tarantino"), una chica (Jasmine Trinca, de La mejor juventud), le entrega un guión. Un día, deprimido, lee unas páginas y decide abandonar un imposible proyecto llamado El regreso de Cristóbal Colón y hacerlo. Se trata de El caimán, una velada biografía de Silvio Berlusconi -el director de medios, ex primer ministro, presidente del Milán y hombre más poderoso, controvertido y millonario de Italia- de la que se van viendo escenas mientras él IO lee. Pero lo cierto es que, en plena depresión, mucha atención no le presta y, sin darse del todo cuenta de lo "fuerte" de su contenido, pretende que la RAI lo financie.
Obviamente, fracasará. Pero seguirá intentándolo, tratando de convencer a actores (Moretti, Michele Placido), buscando otras formas de financiación, perdiendo el equipo, la paciencia y la calma. En el medio, claro, su separación se concreta y su vida se complica todavía más. Pareciera que, en El caimán, Moretti quiso combinar el tono de sátira política de la primera etapa de su carrera con una suerte de comedia sobre la inestabilidad familiar que Io acerca más a sus últimos filmes. La mezcla no le sale del todo bien: por un rato parece más interesado en los problemas sentimentales de Bruno, su esposa y sus hijos que en "El caimán", y cinco minutos después volvemos a la historia de Berlusconi. Lo mejor sucede cuando ambos mundos se combinan, cuando Bruno, sufriendo con los contratiempos del proyecto, va desnudando la "Italia de opereta", que le describe su financista Jerzy Sturovsky (el actor/director polaco Jerzy Stuhr). El filme está plagado de bromas y referencias internas de la industria del cine italiano ("Dino Risi ya no me invita a su cumpleaños", se queja Bruno) y tiene apariciones de muchos cineastas (Placido, Stuhr, Giuliano Montaldo, Paolo Sorrentino, Matteo Garrone, Carlo Mazzacurati, Paolo Virzi). Por momentos divertido, por otros ácidos, con toques sentimentales y con el siempre impecable Orlando en el papel central, El caimán no puede sin embargo hacerle "honor" a su homenajeado. Cada una de las apariciones de Berlusconi en imágenes de archivo es una revelación humorística que, si no fuera por el horror que producen, dejarían a los más grandes de la comedia italiana muertos de envidia.

Título original: Il caimano / Año: 2006 / Duración: 122 min. / País: Italia / Dirección: Nanni Moretti / Guion: Nanni Moretti, Federica Pontremoli, Francesco Piccolo / Música: Franco Piersanti / Fotografía: Arnaldo Catanari / Intérpretes: Silvio Orlando, Margherita Buy, Jasmine Trinca, Elio De Capitani, Nanni Moretti, Michele Placido, Jerzy Stuhr, Giuliano Montaldo, Paolo Sorrentino, Matteo Garrone.

 

 








"Mi nombre no les dice nada" susurra Coralie en la apertura de su primer álbum. Nacida hace 22 años en Villefranche-sur-Saône. En la familia Biolay, la madre se ocupa de los niños cantándoles canciones de Aznavour, pero fue el padre, clarinetista por pasión, quien ofreció a sus niños una sólida cultura musical. En la casa, Gaëlle, su hermana mayor, pasaba sus días tocando la flauta traversa en tanto que Benjamin, practicaba ardientemente el violín. Coralie empezó por su parte, clases de solfeo a los cinco años y estudió violín a seis. Sus influencias musicales no se encuentran exclusivamente ya en los registros clásicos: en su casa se encuentra discos de Gainsbourg, Beatles y éxitos de los años 80. Inevitablemente también siente una gran admiración por el trabajo de su hermano mayor. En vista de su edad, entre los intérpretes femeninos de su juventud, Coralie se encuentra un ídolo en la persona de Vanessa Paradis. Fue casi por azar que su hermano la hizo cantar algunas canciones que él había escrito. Así, paralélamente a sus estudios de Historia en la Universidad, grabó con su suave voz, trece canciones que constituyeron su primer álbum, en el año 2001. Su segundo disco, "Bye bye beauté", apareció en febrero de 2005, y su último trabajo, "Coralie Clément Toy Store", se publicó a comienzos de este año.

 

 

 




Un bonito día

Donde se callaba la noche

Se sentó en un banco

Decidió rehacer su vida

Y bajo el firmamento

Se olvidan las normas y los acervos

Y todas nuestras diferencias

Son diferentes

Un bonito día

Al final de una mañana

Voló a los cuatro vientos

Hacia otra parte

Un atolón, un refugio

Un collar de diamantes

Se olvidó de las cuentas y las deudas

Los qué, los dóndes, los cuándo

Simple, simplemente

En la sombra y la luz

Estas pequeñas nadas

Que le gustaba tanto al mismo tiempo

San Remo, la primavera en flores

A lejos escucho latir tu corazón

Es la sombra y la luz

Los vacacionistas

Que van a los deportes de invierno

Mónaco, Venecia o Honfleur

Más que un sueño, un señuelo

Un bonito día

Cuando se callaba la noche

Se sentó en un banco

Reprendió el curso de su vida

Se olvidó simplemente

Que vio un poco el paraíso

De mares, de paisajes

Simple, simplemente















 

Cómo fue que un tango llamado "Tus ojos", escrito en Ucrania en 1940 por un tal Saverio Sadán para su flamante nuera en Buenos Aires, terminó siendo el mayor éxito de la orquesta del bandoneonista Juan Sánchez Gorio, quien la registró como propia bajo el nombre "Gitana rusa". Se trata del tango fechado el 10 de agosto de 1940 en la pequeña ciudad ucraniana de Umañ, a medio camino entre Kiev y Odessa. Los textos estaban en ruso. De título, "Tus ojos", y una dedicatoria "a la querida Celia". La música pertenece a un tal Saverio Sadán, y en la última cuartilla hay una extensa letra firmada por D. M. Glinberg. Pero esas notas manuscritas por un desconocido no suenan nada extrañas. Son las de un tango que alcanzó gran popularidad en la Argentina a partir de 1942 y fue el mayor éxito de la orquesta del bandoneonista Juan Sánchez Gorio y su cantor, el uruguayo Luis Mendoza: "Gitana rusa". Demetrio Sadán, quien llegó a encabezar la sección Cables en el diario Crítica, nació en Ucrania en 1910. Su madre lo abandonó a los pocos meses al separarse de su padre, Saverio, un judío que, para variar, era violinista. Mientras tanto, ella emigraba a Buenos Aires convertida en mujer de un diplomático argentino. Tras la Revolución Rusa y la subsiguiente guerra civil, Demetrio fue enviado a reunirse con su madre en la Argentina, para lo cual debió realizar solo, con apenas once años, una interminable travesía en tren y en barco.
Aquí egresó ocho años después del Liceo Internacional de Olivos, e ingresó a Crítica. En 1938 se casó con su secretaria, Celia Piva, y dos años más tarde recibió desde Ucrania, como obsequio del padre para la desconocida nuera, un melodioso tango de corte europeo que Saverio -vuelto a casar, a todo esto, con una cantante lírica judeo-polaca- había compuesto, y al que un amigo suyo había adosado una letra muy romántica, que evocaba una cita de amor en primavera, entre árboles y bajo las estrellas. Queriendo darle algún destino, Demetrio le entregó la obra de su padre a un amigo suyo, Horacio Basterra, quien por entonces estaba iniciando su carrera de exitoso letrista. Firmando como Horacio Sanguinetti escribió tangos tan apreciados como "Nada", "Tristeza marina", "Barro" o "Los despojos"; entre otros muchos. Demetrio le había dado la libertad de hacer con aquellas cuartillas Io que quisiera. Y, por Io visto, Horacio decidió confiarlas a Sánchez Gorio, y adosarles una nueva letra, en español, que se convertiría en un buen exponente del kitsch. Su protagonista es una gitana rusa que busca por las tabernas a su cosaco, pero ya no podrá encontrarlo, porque éste se suicidó arrojándose al Don. Sánchez Gorio retocó mínimamente las notas y registró con Sanguinetti la pieza como propia. Cantores como Orlando Medina y Oscar serpa contribuyeron al rápido suceso de este pegadizo tango de sabor eslavo oriental. De Saverio el violinista no se había sabido nada más, salvo que fue muerto por los nazis.

 

 


Los Big Town Playboys son un grupo británico acústico de revival de Rhythm and Blues de seis integrantes. Fundado por Ricky Cool y Andy Silvester en 1984, y conocido como Ricky Cool and the Big Town Playboys, versionaban música estadounidense de las décadas de 1940 y 1950, como la de Amos Milburn y Little Walter. Big Town Playboys lanzaron una serie de álbumes de estudio, así como un proyecto colaborativo con Jeff Beck (titulado Crazy Legs), recreando las canciones de Gene Vincent. Varias de sus canciones también aparecieron en la banda sonora de la película “The Pope Must Die”. Han actuado como banda de apoyo para Robert Plant, quien contribuyó con la voz invitada en su álbum Roll the Dice. También actuaron juntos en el concierto benéfico Birmingham Heart Beat 86. Eric Clapton ha expresado admiración por su trabajo, organizando que abrieran para él durante su período de dos semanas en el Royal Albert Hall de Londres en 1996.

 


 

 

 


 





Hace 25 años que Rich Skrenta creó el primer virus para su ordenador Apple II Nada más, ni nada menos que 25 años han pasado desde que se crease el primer virus informático, y lo más curioso de todo es que es que era un virus para Apple, según relata la web especializada Security Focus, en una crónica que hace un repaso a la historia de estos programas malintencionados que han logrado poner patas arriba la industria informática. La autoría del primer virus se achaca a Richard Skrenta al que en las navidades de 1982 le regalaron un Apple II. El joven talento solía gastar bromas a sus compañeros metiendo ficheros en las copias-piratas de los videojuegos con mensajes en los que se anunciaba su autodestrucción en pocos segundos. Skrenta dio una vuelta de tuerca al concepto ya que pensaba que estos mensajes eran efímeros y se las ideó para que de los discos (los floppys de entonces) saltasen al sistema y además lograsen infectar a otros. La broma podía parecer poco graciosa a sus compañeros, pero desde luego, ha resultado más que pesada para el resto del mundo.

 

 

Los deportistas que salen a correr a pesar de las tormentas harán bien en dejar su reproductor en casa esos días nublados. Sólo hay que fijarse en el caso de un canadiense que, según el New England Journal ofMedicine, sufrió graves quemaduras. El deportista, de 39 años, llevaba un iPod, el reproductor digital música de Apple, mientras hacía deporte cuando un rayo alcanzó un árbol cercano. El hombre sufrió graves quemaduras en el pecho, los oídos y la mandíbula debido al metal en los auriculares de su iPod, según los médicos del Hospital General de Vancouver (Canadá). "Aunque el uso de un artículo como el iPod no incrementa las posibilidades de ser herido por un rayo, en este caso la combinación de sudor y auriculares de metal dirigieron la corriente hacia la cabeza del paciente", señalaron los doctores Eric Heffernan, Peter Munk y Luck Louis. por supuesto, este riesgo existe, según los médicos, con cualquier tipo de auriculares y no sólo los de los iPod.

 

 

 

 


Dos nuevas formas de phising plantean un alto riesgo de engaño, según afirmó esta mañana el directivo de la empresa de seguridad en Internet Symantec (fabricante del famoso antivirus Norton), William Beer. Se trata del smishing y el vishing. El smishing consiste en el envío de mensajes de texto (SMS) a móviles en los que se avisa de la suscripción del número a un servicio, que puede ser de citas o de cualquier otra índole, por el que se le descontará una cantidad diaria determinada (en algunos casos era de dos dólares). El mensaje de texto facilita a continuación un número de teléfono en que el usuario podrá anular su suscripción al supuesto servicio. En ese número le atenderá una grabación que le pedirá algunos datos personales, entre los que cuales estarán los de su cuenta bancaria. Uno de los primeros casos de smishing se dio en China en octubre de 2005. Un ciudadano de Pekín dio sus datos y, las pocas horas, su cuenta había sido vaciada. Otra modalidad de smishing da una dirección de Internet cuya visita instalará un virus en el ordenador del usuario. La otra nueva variante de fraude es conocida como vishing y actúa mediante un esquema similar. El estafador configura un programa para realizar llamadas aleatorias en una zona determinada. Cuando alguien responde, una grabación automática le invita a llamar a un número de teléfono a causa de algún problema. En ese número, otra grabación le invitará a facilitar sus datos bancarios. Beer explicó que en las modalidades tradicionales de phising, y a pesar de las denuncias, un tres por ciento de las personas que reciben los mensajes caen en el engaño, por lo que considera probable que las nuevas versiones, al ser desconocidas todavía por la mayoría del público, engañen a mucha gente.


 


Una compañía china demandará a la filial de Google en China por copiar su nombre, alegando que el nombre registrado en chino por la empresa de búsqueda estadounidense es demasiado parecido al suyo y que esto daña su negocio. Un portavoz de la pequinesa Guge Science and Technology dijo que el nombre comercial de Google ha llevado a que la compañía reciba numerosas llamadas de personas que intentan contactar con el buscador. "Sólo queremos que Google cambie su nombre comercial", dijo a Reuters Tian Yunshan, un directivo de la empresa, el viernes. "Ya hemos trasladado nuestras peticiones a Google (...) veremos qué pasa en los tribunales". El nombre chino del buscador -una transliteración de la palabra inglesa "Google"- era utilizado también como nombre comercial registrado de la empresa de Beijing Guge, dijo Tian. Las personas que buscan contactar con Google a través de un buscador de teléfonos local son dirigidos a Beijing Guge, ya que el buscador no está inscrito en la lista de teléfonos, explicó Tian. Curiosamente, el dominio conduce a la web del buscador norteamericano. El caso ha sido aceptado por un tribunal en el distrito de Haidian en Pekín, según informo Beijing News. No quedó claro si el caso podría prosperar. Tian declinó comentar las operaciones o productos y servicios de Beijing Guge, diciendo que "no es conveniente" desvelar esos detalles. Desde Google no se ha querido hacer ninguna declaración sobre el tema. La historia de un nombre A pesar de que el uso del buscador Google está muy extendido entre los internautas, no tan conocido de dónde proviene el nombre. Según explica la propia compañía, la palabra Google proviene del término matemático " googol un número gigantesco representado por el dígito 1 seguido de cien ceros. Los fundandores del buscador más famoso del mundo, Sergey Brin y Larry Page, "eligieron este nombre haciendo alusión a la gran cantidad de información que existe en el mundo". Tanto Brin como Page siempre han proclamado que la misión de Google consiste en "organizar esta información" y conseguir "hacerla universalmente accesible y útil" para los usuarios.

 

 


 

 


 


 


 

The Beach Boys
La Surf Music, a pesar de haber tenido un periodo muy corto de impacto comercial y un área de influencia pequeña, es uno de los géneros dentro del Rock instrumental que posiblemente más influencia ha tenido en concebir la música Rock. En términos de impacto comercial, la Música Surf tuvo un periodo muy corto de tiempo en su haber. La mayoría de las grabaciones de este estilo fueron hechas entre los años 1961 y 1965, a pesar de lo cual su influencia en el sonido posterior de las guitarras del Rock es incalculable. Cuando la música negra pasó por el filtro blanco a mediados de los 50, los surfers californianos vivían en un relativo anonimato. En esta época, los surfers, al igual que otras subculturas californianas, habían desarrollado su propio credo particular. A mediados de los 50 la nueva generación de surfistas se rebeló contra los valores inculcados por las generaciones anteriores coincidiendo con la rebelión del Rock’n ‘Roll.
Dick Dale & His Del-Tones
El carácter ingenuo y virginal que vivía el panorama surfero californiano fue contaminado en 1959. En ese año, Columbia Pictures adaptó el best-seller “Gidget” a la gran pantalla. En esta comedieta juvenil se narra la historia de una adolescente que descubre a un grupo de bohemios que la introducen en el surf. A causa del film, muchos adolescentes vieron en el Surf otra forma de rebelión, de estar alejados de sus padres y de identidad personal. Musicalmente hablando, hacia 1960 la primera oleada del Rock’n’Roll había perdido su inercia comercial y solo el Rock’n’Roll instrumental quedo como bastión de rebelión. Este estilo fue la piedra filosofal en la que se baso la música Surf instrumental. La paternidad de este género se la debe al guitarrista de California, Dick Dale, quien a finales de los 50, casi patento su sonido utilizando la “Revert Unit”, una caja independiente del amplificador que le daba a la guitarra la tonalidad sonora tan particular del sonido Surf. Esto, más algunos ramalazos musicales de Oriente Medio, le dieron a Dale el merecido título de “Rey de la guitarra Surf”. Su sonido llamó la atención de los no-surfers por lo que legiones de bandas imitaron su estilo.

 

 

 

The Surfaris
Varios kilómetros al norte del condado Orange, surgieron los Belairs. En el Valle de San Joaquín se gestó la versión chicana de la Surf Music con grupos como Los Charades, Los Sentinals y Al García & the Rhythm Kings. Las formaciones Surf constaban de batería, bajo y dos guitarras, y a veces un par de saxos y piano amplificado. Esta música fue una fiebre que supero las fronteras de California: The Astronauts, eran de Colorado, los Trashmen, de Mineápolis y los Riviera de Michigan. Con la creciente popularidad del género, muchos fueron los que se abrazaron al mismo para sacar tajada, como los actores adolescentes de las Beach Party Movies, comedietas playeras sin más intención que  mostrar bikinis y actuaciones de las estrellas Pop-Surf del momento. La rama vocal del Surf se hizo muy popular gracias a la labor de Jan & Dean y los Beach Boys principalmente. Esta nueva variante partió de la cabeza de Brian Wilson. La formula fue acordes de Chuck Berry y sumados a las armonías vocales de los “Tour Freshmen”.
 The Sentinals
El enorme éxito de esta banda fue le paradigma de vergüenza ajena que sintieron los surfers, al ver como gente ajena al surf intentaba enriquecerse a costa suya. Los “Beach Boys” no fueron una banda de música Surf en el sentido más purista. En su primer LP, “Surfin’ Safari”, sólo tres canciones se identifican con el estilo, mientras que el resto son temas de pop ingenuo y facilón. Los únicos discos que encajan en el concepto Surf son “Surfin’ USA” y “Surfer Girl”. Otros que incursionaron con éxito en el Surf vocal fue el dúo “Jan & Dean”, cuyo mayor éxito fue el tema “Surf City”. Para 1965 el “Surf Music” había dejado lugar a otros estilos. Si bien en las décadas posteriores hubo varios intentos por revivirlo, solo en 1994 con la banda sonora de “Pulp Fiction”, tuvieron cierto éxito. La misma incluía el tema Misirlou, de Dick Dale. A mediados de los 60 con la aparición de los Beatles; la conciencia social de Bob Dylan; la guerra de Vietnam que preocupaba a los jóvenes, y el estallido Hippie de San Francisco, terminaron con la era de inocencia, en la que lo único que importaba, era la playa, las chicas, cabalgar sobre las olas y escuchar Rock’n’Roll.

 

 

 

 

 
 

 


 

Un desayuno compuesto por 30 salsas, 20 fetas de panceta ahumada, 15 huevos fritos y tres enlatados de frijoles se convirtieron en el desayuno del huésped más glotón que recuerde el personal de cocina del lugar, quien necesitó de tres horas para ingerirlo todo. Lo único que no estaba incluido en las 7,50 libras esterlinas pagadas por Barry Bradley en el tenedor libre del hotel Premier Travel Inn de Tonbridge, Inglaterra, era la cara de sorpresa del personal de cocina. Pese a que los huevos y la panceta ahumada forman parte del tradicional desayuno a la inglesa, esta dosis exagerada no parece encuadrarse dentro de ninguna tradición culinaria, ni tampoco como tampoco constituiría exactamente lo que los instructores dep ortivos llaman "el desayuno de los campeones". "No lo podíamos creer, parecía como si nunca fuera a terminar", señaló una de las sorprendidas meseras al diario inglés Metro y añadió que a manera de postre, Bradley se comió seis porciones de cereal. Bradley se convirtió en un verdadero espectáculo de la gula para las demás mesas y muchos de los asistentes no pudieron dejar de pensar que, si este era el desayuno, ¿qué podría esperarse del almuerzo?

 

 


 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario