Demasiadas Noches: Country en Argentina

Violines, banjos y mandolinas. Arreglos vocales complejos y pegadizos. Música de raíz, Bluegrass, Gospel, Rockabilly, baladas anglocélticas, Swing. Esos sonidos acaparan el ambiente del Country Music Festival de San Pedro, que se celebra en el paseo público municipal, con el río Paraná como telón de fondo.

El evento reúne a unas 60 bandas de la escena local y a formaciones procedentes de Brasil, Perú, Uruguay y EEUU, que ofrecen conciertos durante todo el día en un ambiente familiar que cada año atrae a miles de personas. El festival contribuyó a impulsar el Country en Argentina, aunque este tiene antecedentes locales sobre todo a partir de los años 70. El Country es una combinación de música folklórica de algunos países europeos, también tiene algo de Blues, espiritual y religiosa. El Country es un estilo musical presente en la cultura universal, en películas, series y hasta en música electrónica. Por eso, al común de la gente le resulta familiar. Es una música alegre, lo que hace que cada vez más argentinos se acerquen a este estilo. El movimiento Country tiene en más adeptos en Argentina que en Chile, Uruguay o Perú, pero bastante menos que en Brasil donde, sobre todo en el sur, se celebran rodeos, o en el norte de México, donde existe una fuerte cultura vaquera. Entre los grupos y solistas de mayor trayectoria nacional, con repertorio tanto en inglés como en español, figuran Max, Wanted Band, Yulie Ruth (ex bajista de Pappo), No Bull, Gabriel Gatzer y Pasto Loco, siendo Harp, Sunrise, Blue y Bye algunos de los referentes históricos. Entre los grupos promesa de los últimos tiempos se encuentra The Monkyness y Holy Cows, un cuarteto femenino de Country barrial. El Country tuvo un desarrollo muy lento en el país desde los años 70 en adelante, pero desde 2003, con el primer San Pedro Music Festival, se empezó a desarrollar realmente y ahora convoca a miles de fanáticos, por lo que también van apareciendo nuevas bandas y muchos jóvenes talentosos cada año. La movida sigue creciendo, no sólo gracias a las bandas sino también a las escuelas de Line Dance, algunas con más de 10 años de actividad.

En Argentina, hoy en día se escucha y se vive muchísimo más la música Country que hace 20 años, no sólo por lo ya dicho, sino que además existen bares dedicados (aunque sea parcialmente) al estilo y, sobre todo, al festival anual de San Pedro, el evento gratuito que se convirtió en ritual obligado para distintas subculturas. Para los sampedrinos, el festival genera un valioso movimiento turístico y durante el fin de semana, la música Country no suena únicamente en el parque: se escucha también en los bares, en las pizzerías, en los campings. A la noche, la movida se traslada al centro de la ciudad, donde algunas bandas completan una jornada doble en algún bar, mientras que en la peatonal principal puede verse a grupos de Line Dance haciendo demostraciones para el público que pasea. El San Pedro Country no se trata de una imitación bizarra de la cultura norteamericana, como sugirió una nota del diario La Nación. En el encuentro, familias, bailarines y vaqueros conviven entre los escenarios y el polvo que levantan las botas de quienes bailan Line Dance. Y, si hay algo que no falta en el festival, son parrillas encendidas. San Pedro se vuelve Texas por un rato, pero en vez de ribs con barbacoa, salen entrañas, vacío, matambre y choris con chimichurri, gaseosa, fernet y cerveza. El vallado que separa el escenario del público, es un tronco largo, donde la gente de la primera fila apoya los codos y contempla a las bandas que, desde el viernes al domingo, repasan varios subgéneros derivados de la música tradicional de EEUU. Cientos de familias sampedrinas se suman al evento instalándose con sus reposeras a observar el show. Otro festival de música Country, aunque de menor envergadura, se lleva a cabo en Entre Ríos. Pareciera difícil de imaginar que en el centro de la provincia, en una localidad que saluda al visitante con un cartel en alemán, se desarrolle el Santa Anita Country Fest que, en 2021 cumplirá seis años de ediciones ininterrumpidas y que intenta superarse año tras año, en organización, convocatoria y profesionalismo musical.