El Aurresku es una danza vasca que se baila a modo de reverencia. Es muy popular en bodas, homenajes y actos públicos en los territorios españoles y franceses que conforman el País Vasco. En Guipúzcoa, Vizcaya y gran parte de Navarra, es el baile solemne y elegante por excelencia.
Al Aurresku se lo conoce también con el nombre de Gizon-Dantza
(danza de hombres), Soka-Dantza (danza de la cuerda) y Eusku-Dantza (danza de
las manos). Por su condición de baile honorífico, en la actualidad se ha
convertido en la danza ceremonial más adecuada para festejar todo tipo de
celebraciones en el País Vasco: bodas, inauguraciones, congresos, actos
públicos, etc. Por ello, se ha convertido en una de las expresiones más
conocidas de la cultura tradicional vasca. El Aurresku, tal como se lo
conoce hoy en día, es la bailada por un dantzari (bailarín) o aurreskulari
(bailarín de Aurresku), acompañado por un txistulari, músico que toca el
txistu (instrumento tradicional vasco de viento que se toca con una sola mano)
y el tamboril con la otra mano. Si se baila a la manera tradicional, está
compuesto de cuatro partes: Aurrez-aurre (desafío), Esku aldatzea (pasamanos),
Zortziko (contrapás) y Agurra (despedida). Habitualmente, el dantzari va
vestido a la manera tradicional, con camisa y pantalón blancos, alpargatas
también de ese color, txapela (boina) negra y gerriko (faja) verde. El Aurresku
de
honor (ohorezko aurreskua) que se baila actualmente, tiene su origen en
las antigua Soka Dantza, que se bailaba en corro, generalmente compuesto
sólo por hombres unidos de la mano, o sujetando pañuelos, y formando una
“cuerda”. Esta danza social ha sido la más bailada en el País Vasco a lo largo
de la historia, la danzaba el pueblo en las grandes fiestas y también los
diputados y alcaldes. Por ello, ha tenido múltiples variantes, como la Soka-Dantza,
compuesto por varios números de bailes contiguos, teniendo especial importancia
el primer dantzari, conocido como Aurresku (mano delantera) y, en
segundo lugar, el último dantzari, conocido como Atzesku (mano trasera).
El Aurresku
no comienza a bailar hasta haber completado la vuelta a la plaza al compás que
marca que marca el txistulari. Luego comienza con la danza frente al balcón de
la Casa Consistorial, dirigiendo su mirada a las personas destacadas que allí
se encuentran, saludando a los cuatro lados de la plaza. Tras dar ambos
bailarines una solemne vuelta por la plaza del ayuntamiento con sus txapelas
(boinas) en la mano, el Aurresku era el protagonista, el que
realizaba el primer baile. Ocupar este puesto suponía un honor, por lo que a
veces surgían disputas por recibirlo. Después de este primer baile, el aurresku
y el atzesku, se dirigían hacia el centro de la plaza y realizaban un baile,
uno en frente del otro, que recibía el nombre de Aurrez-Aurre, (frente a
frente), también conocido como desafío. Luego, dos o cuatro miembros de la Soka, salen
a elegir y traer una mujer, normalmente la hija del alcalde o alguna chica de
relevancia parecida, como pareja de aurreskulari. Los sirvientes dan el recado
a la dama elegida de manera delicada, ya que las señoras son puntillosas cuando
se las invita a bailar. Cuanto mayores sean sus deseos de salir a bailar con el
aurresku y el atzesku, pondrán muchos pretextos como si no quisieran, entonces
los sirvientes tratan de convencerla. La etxeko-andre al fin sale a bailar de
buen gusto. Los sirvientes la llevan al medio después de dar una vuelta con
ella a la plaza y la coloca frente al aurresku, quien baila las tres o cuatro danzas
que mejor conozca, cuidando de no hacer cabriolas de vuelta entera, ya que no
está bien visto dar la espalda. La mujer que sale a bailar, antes de entrar a
la fila, primero saluda a quien la ha invitado, después a los sirvientes. Luego
entra en la fila frente al aurresku, quien le pone un pañuelo en la mano y ella
hace lo mismo con el que le sigue en la fila. El aurresku le da la bienvenida a
la dama y después le pide que elija una mujer para el atzesku, y ella da el
nombre a los sirvientes. Estos indican al atzesku cuál es la dama que le han
asignado y la traen de la misma forma que hicieron con la compañera del
aurresku. Después de haber acompañado a las dos damas ante sus respectivas
parejas, la mitad de la fila se llena con las mujeres necesarias para la parte
delantera de la fila, de igual manera con la parte trasera. Es cuando el
tamboril comienza a tocar la segunda serie de los puentes, el aurresku y el atzesku,
con sus respectivas damas, forman los puentes. Una vez terminado se tocan zortzikos
y cabriolas, y es cuando ambos dantzaris se colocan las txapelas y, una vez
hecho esto, pueden bailar todo lo que quieran. Pueden elegir bailar por las
calles para luego volver a la plaza donde comenzaron y acabar allí la danza.
Tras
esto se hace un zubi o "puente", esto es: pasan todos los danzantes
por debajo del "puente" formado por las manos del primer y segundo
dantzari. Tras el puente, la cuerda se detiene. Los pasos de este número de
baile, que en un principio se improvisaban, se fijaron y se fueron convirtiendo
cada vez en más complicados, hasta llegar a la espectacular danza actual en la
que, para poder bailarlo, es necesario ser un dantzari con muy buena forma
física y largas horas de ensayo. Con el paso de los años, las partes de la Soka
Dantza interpretadas por el solista, se fueron separando, poco a poco de la
misma, cobrando vida propia y bailándose individualmente, hasta derivar en lo
que actualmente se conoce como Aurresku. La orquesta del Aurresku
es tan primitiva como la danza, reducida a uno o dos músicos con silbo y
tamboril. El tamborilero es una institución cuyo cargo es hereditario y no
falta en ningún presupuesto municipal la correspondiente asignación pagada con
puntualidad. El Aurresku es una danza eminentemente democrática, ya que forman
las cadenas las señoritas de buena posición económica junto a las más humildes
caseras (campesinas).
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