domingo, 12 de septiembre de 2021

Tribus Urbanas - Rockabillies (EEUU)

 

Una interesante subcultura que aún prevalece en muchos rincones del mundo gracias a esos artistas que por medio de sus canciones y estilo inmortalizaron. Si hablamos del estilo Rockabilly, vienen a la mente autos convertibles clásicos, peinados de copete armado con vaselina, y patillas, camperas de cuero y jeans, chicas que mezclaban un look entre las femme fatal y las pin-up, diamantes, calaveras, corazones, el rojo, el blanco y el negro, tatuajes, pistas de baile y mucha, mucha diversión.

Está claro que no es un estilo que haya nacido ahora. Viendo la ropa Rockabilly, todo tiene un aire old school, muy a los años 50. Quizás rebuscando un poco en la historia hallemos el origen de un estilo que es más una forma de vida que el simple denominador común de otra tribu urbana. Antes del estilo existió la música. El Rockabilly nació como uno de los primeros subgéneros del Rock and Roll durante la década de los 50. De hecho, la palabra Rockabilly da indicios de por dónde van las cosas. Es una contracción de las palabras Rock y Hilbilly. La música Hillbilly era una modalidad de folk especialmente ruda muy popular durante los años 40 y 50 en la región de los Apalaches. También era una forma peyorativa de referirse a los montañeses. El Rockabilly, además de recibir influencias del Western Swing, el Rhythm & Blues, el Boogie Woogie o el Doo Wop, tenía una marcada influencia del Hillbilly. Y se desmarcaba totalmente del Rock and Roll con un sonido propio que se identificaba totalmente con la nueva cultura adolescente greaser, esa subcultura de clase trabajadora organizada en bandas en el sur y la Costa Este de los EEUU y que no tardaría en convertirse en sinónimo de rebelde. El Rockabilly tenía su propio sonido, de una gran densidad debido al constante sonar de los instrumentos y a la profusa utilización del eco. Porque eso era lo que querían los greasers, hacer ruido. Y sus letras trataban los temas que les interesaban, vivir el momento, los bailes, la sensualidad, la sexualidad y liberarse de los problemas que trae el dinero, las responsabilidades y las preocupaciones, las fiestas y los romances, vistos desde un punto de vista mucho más terrenal y realista que la visión que daban otros géneros.
De esta manera, durante los años 50, el Rock and Roll fue evolucionando, adquiriendo cada vez más velocidad y más furia. Había nacido el Rockabilly. Los greasers eran los más fervientes seguidores del Rockabilly en sus inicios. Y fueron ellos los que marcaron su estilo. Su look no dependía de modas, simplemente usaban lo que tenían mano. El término greaser proviene precisamente de una de sus características principales. El uso de grasas o fijadores para el cabello. Cualquier elemento era factible: gomina, cera, betún, aceite e incluso aceite mineral. Todo para moldear el cabello en diferentes estilos, como el famoso tupé, pero todos ellos con el típico arreglo en la parte trasera, conocido popularmente como “cola de pato”. Fueron los greasers quienes popularizaron lo que más tarde sería la indumentaria típica del estilo Rockabilly: los jeans azules arremangados, camisas con las mangas dobladas, botas de trabajo o de motociclista, pañuelos, carteras con cadena, chalecos de cuero negro, cinturones con grandes hebillas y todo tipo de complementos como tirantes, parches, tachuelas, peine en el bolsillo, etc. Este tipo de ropa era lo que los greasers encontraban y les era cómodo para sus carreras de coches o motocicletas. Sin quererlo, los greasers americanos habían creado un estilo que, en poco tiempo, se extendería a todo el mundo y se volvería atemporal. La estructura musical del Rockabilly surgió a raíz de las tensiones sociales y raciales latentes para la época, donde los jóvenes lo percibían sin duda alguna y esto sirvió para que muchos tomaran este ritmo como un escape, mientras que para otros sirvió como una mejor forma de existir y de enfrentar la vida.
Lo más característico del sonido fue la velocidad y la conjunción de los instrumentos como guitarra, batería y el slap del contrabajo, que dieron una importante función rítmica, unida con la voz solista imitando efectos de eco, reverberación, hic ups y la tonalidad más sensual. El Rockabilly también llamó la atención por el hecho de utilizar un lenguaje juvenil en sus letras, y hacer referencia a sitios frecuentados por los adolescentes, como bares, escuelas, drive in, etc. Entre los artistas más populares que ayudaron a popularizar el Rockabilly se encuentran: Bill Halley, considerado como el primer Rockabilly, aunque su mayor éxito lo obtuvo con el Rock’n’Roll a partir de los 50; Carl Perkis, considerado como el pionero del género al mezclar Rhythm & Blues y Country, siendo la canción “Blue Suede Shoes” la que lo llevó a la fama en 1955; Jhonny Cash, considerado un músico influyente; Elvis Presley, quien fue el artista más influyente del siglo XX el que popularizo el estilo Rockabilly a nivel mundial. A pesar del gran auge que tuvo el Rockabilly desde 1950, su decadencia llegó en poco tiempo. Hacia 1959 comenzaron las señales de su declive, producto, por un lado, a que las nuevas generaciones vocales retornaron al Rock y la veneración que obtuvo y, por otro lado, las adversidades que fueron enfrentando los ídolos Rockabillies, la muerte de algunos cantantes, al alcoholismo de Bill Halley, el servicio militar de Elvis Presley, unos dejaron el estilo musical y otros se vieron obligados a cambiar de estilo. Para 1960 llegó a EEUU la ”Invasión Británica”, lo que ayudó a que el Rockabilly tocara fondo. El estilo musical no desapareció del todo, gracias a sus aficionados leales, ya que Elvis Presley lo mantenía presente en sus películas. Tampoco se dejó de escuchar en el sur y medio oeste de EEUU. En otros países como Alemania, Francia o Inglaterra, lograron mantener viva la cultura Rockabilly y para no olvidar a sus ídolos.














































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