Entre los diferentes grupos de domari (gitanos), los Ghawazee fueron una de las tribus más famosas de bailarinas de Egipto. Las mujeres fueron llamadas Ghazeeya (Ghaziya); y los hombres fueron llamados Ghazee. El nombre Ghawazee fue generalmente considerado como una referencia a las bailarinas.
Tanto hombres como mujeres disfrutaban de esta danza. Sin embargo, las personas más religiosas, o de las clases más altas, las desaprobaban. A muchas personas les gustaba la danza Ghawazee, pero sentían que era algo impropio debido a que era bailada por mujeres que no deberían exponerse de esa manera. Debido a ello, había un pequeño número de intérpretes masculinos jóvenes llamados Khawais, el Khawai era un joven bailarín egipcio que, travestido, imitaba a las mujeres del Ghawazee y su baile. Eran reconocidos por su aspecto femenino, que incluía su baile y el uso de crótalos. Las bailarinas Ghawazee eran las encargadas de animar las fiestas populares y celebraciones sociales, acompañadas por músicos, magos, encantadores de serpientes, sufíes, acróbatas, etc. También se dedicaban al arte de la adivinación, a hacer tatuajes, cortejar a los novios, recitar mensajes y tocar instrumentos como la pandereta. La situación de las Ghawazee cambió en 1834, cuando el gobernador de Egipto, Mohamed Alí, prohibió la danza en la vía pública y las desterró de El Cairo. Muchas emigraron hacia el sur (Girga, Luxor, Esna), y entonces aparecieron, luego de su destierro, otras jóvenes que intentaron sustituirlas y continuar con sus enseñanzas y estilo de baile, comenzando así una etapa de cierta decadencia en su danza. A medida que transcurría el siglo XX, estas artistas tradicionales eran cada vez más difíciles de encontrar, aunque hay escuelas de Ghawazee están presentes en el Egipto Moderno; el Banat Mazin de Luxor y el Sumbati Ghawazee del Delta del Nilo. El Banat Mazin es famoso por ser bailado en traje de estilo tradicional. Los sagat (platillos de dedo) son opcionales pero recomendados en el estilo saidi del Alto Egipto. En la actualidad en Egipto, las bailarinas que lograron hacerse reconocidas ganan buen dinero y están bien posicionadas, el resto todavía vive en los márgenes de la sociedad. Hoy en día es común ver a muchas bailarinas profesionales de Danza del Vientre interpretando la danza de las Ghawazee, inspiradas en ciertas imágenes y documentos, y realizando teatralizaciones de las hermanas Maazin, adoptando su danza a un escenario.
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