“Come on, vogue, let your body move to the
music…” Para mucha gente, el gran éxito de Madonna
fue su primera y única conexión con el Vogue o Voguing como baile, moda
y subcultura. Otros entenderán lo que es “bailar al estilo Vogue” gracias al
documental de 1990 ”Paris is Burning”, o a través de programas de televisión como ”RuPaul’s
Drag Race” y ”Pose”.
Pero, ¿por qué el Voguing
está tan firmemente afianzado en nuestra conciencia cultural con tan poco
conocimiento de sus orígenes y cómo llegó a tener un nombre derivado de esta
revista? La mayoría atribuye los orígenes del Voguing a los salones de
baile de Nueva York de los años 80, donde fue concebido por las comunidades
queer negras y latinas del Harlem. Entre las décadas de los 60 y los 80, las
competiciones drag de la ciudad habían pasado de ser eventos similares a los
concursos de belleza femenina a batallas de Voguing. Los concursantes
trans, gay y queer competían por el trofeo y defendían la reputación de sus
“casas” en distintas categorías que iban de “Realeza ejecutiva” a “Town &
Country”. Las casas en ocasiones eran bautizadas en honor a famosas casas de
moda de París y Milán, y lo que hacían los miembros era usar el nombre de la
casa como su apellido (basta ver a las estrellas contemporáneas del Voguing
como Asia Balenciaga, Dashaun Lanvin, Tamiyah Mugler y Cesar Valentino). Las
madres o los padres de las casas ofrecían una familia en la comunidad para
quienes eran socialmente marginados por razones de género, sexualidad y/o raza,
y que se apoyaban los unos a los otros para brindarse aceptación y un espacio
seguro más allá de los salones de baile, en los márgenes de una comunidad gay
más amplia en el Nueva York de los años 80. En el marco de la estructura de los
salones de baile surgió el Voguing, un baile inspirado por las
poses de las modelos que aparecían en el interior de la revista Vogue, y que
también se vio influenciado por los jeroglíficos egipcios y los movimientos de
gimnasia. El personaje que los voguers adoptaban era frecuentemente una parodia
codificada de la feminidad blanca que, a su vez, glorificaba y subvertía los
ideales de belleza, sexualidad y clase. Como un asistente a estos bailes
describe en el documental “Paris is Burning”, de Jennie Livingston: “Para nosotros, los
bailes son lo más cerca que estaremos a la realidad de la fama, la fortuna, el
estrellato y los focos”. El Voguing también era una herramienta
que los asistentes a estos bailes tenían para contar sus historias, incluso una
manera de responder a la crisis del SIDA. También era algo satírico, juguetón y
cómico, en donde los participantes copiaban a las modelos de Vogue
con movimientos o gestos congelados que se replicaban con un gesto o un
peinado.
El Voguing
era una batalla y el ganador era el concursante que “hiciera más sombra a los
demás”. Con el paso del tiempo, la manera de hacer Voguing cambió de la
“forma antigua” que enfatizaba líneas sólidas, la simetría y los ángulos
cerrados a la “forma nueva” de finales de los años 80. La “forma nueva” trajo
consigo una mayor fluidez y flexibilidad para practicar el Voguing, añadiendo
movimientos como el caminar de pato (sentarse sobre los talones y patear
conforme avanzas hacia adelante con el ritmo), andar sobre la pasarela, giros y
saltos (una caída dramática o controlada hacia el suelo –utilizada como una
pausa completa para puntualizar el fin del baile). Hoy, la “forma nueva” abarca
con movimientos rígidos, taconeo y entrelazados de manos, mientras que la mujer
Vogue
enfatiza el drama como poses ultra femeninas y trucos como caídas abruptas. Con
el crecimiento de la escena del Voguing inevitablemente atrajo a una
serie de estrellas. Madonna vio estos movimientos por primera vez en 1990, en un
club llamado Sound Factory en Manhattan, por lo que le pidió al bailarín
dominicano y miembro de la Casa de Xtravaganza, José Gutiérrez, que le
mostrara de lo qué se trataba. Casi 40 años después de su creación, el Voguing
está viviendo otro resurgimiento en la cultura popular. Jose Xtravaganza fue juez
del concurso “Batalla de las Leyendas” junto a la editora de la edición
estadounidense de Vogue, Anna Wintour, como parte de las
celebraciones organizadas por el Museo Metropolitano de Arte con motivo del 50
aniversario de los disturbios de Stonewall y la celebración del Orgullo. Y
alrededor del mundo, las escuelas de baile le están enseñando a las nuevas
generaciones cómo bailar al estilo Vogue, emulando a estrellas como FKA
Twigs, Rihanna, Ariana Grande y Beyoncé, que han
incorporado el Voguing a sus actuaciones. El poder del Voguing reside en su
habilidad para mantenerse cercano a sus raíces, incluso con el surgimiento de
nuevos estilos y comunidades. Lo que comenzó en Harlem es ahora una comunidad
global e integradora: en 2016, el video de un grupo de Voguers en Londres,
bailando en un homenaje a las víctimas del ataque al club nocturno Pulse de
Orlando se volvió viral; y en los países en donde los derechos LGBTQ+ están
amenazados, el Voguing puede brindar un espacio literal para que los grupos
queer pervivan.
Documental Paris Is Burning, 1990
Documental Paris Is Burning, 1990
Batalla voguing, 2013, Nueva York
Serie de televisión 'Pose', 2018
Serie de televisión 'Pose', 2018
Angel Evangelista, una de las protagonistas de 'Vogue'
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