martes, 6 de octubre de 2020

Baguala (Argentina)




El medio geográfico, especialmente la topografía, ha influido grandemente, no sólo en los usos y las costumbres de los individuos de las comunidades, en cierto modo primitivas, sino también en la formación de su carácter. 
Para aquellos que viven entre las sierras y montañas del noroeste argentino ha nacido la Baguala como canto compañero de sus soledades. Baguala es una voz de origen quechua, cuya grafía correcta sería ”wawalla”, lo que permite suponer que ”baguala” es una simple adaptación fonética y por lo tanto no tiene ninguna relación con “bagual”, término que se aplica en la llanura al caballo chúcaro o cimarrón. Las Bagualas son canciones antiguas de especie lírica. Es una singular canción de formación colonial, actualmente viva en una amplia región. Con escasa dispersión hacia el este, es el canto de los descendientes de los aborígenes, ya incorporados a la población rural argentina, viven en los valles y altas planicies que se extienden desde el oeste de la provincia de Tucumán hasta la cordillera de los Andes. El área de la Baguala es, principalmente, la de las antiguas naciones de lengua cacana o diaguitas (de los Pulares, Calchaquíes, Diaguitas); en segundo lugar, el de los Omaguacas (Tilcara, Purmamarca, Maimerás, etc.); la de los Atapamas, sus congéneres pobres de la Puna, comúnmente llamados Atacamas y la de los Capayanes, hacia La Rioja andina. En nuestro país este canto recibe diferentes nombres como: Bagualas Tornados, Coplas en Salta, Joijoi en Tafí, o Vidala Coya. La raíz de estos cantos debe ser indígena a juzgar por sus características y por el foco de dispersión actual. Antes, estudiosos como Adán Quiroga y Juan Ambrosetti, que recorrieron los cerros del oeste a fines del siglo XIX, mencionaron estos cantos que entonaban los serranos. Por la persistencia en el uso de tres notas, Ambrosetti creyó que se trataba de una misma melodía, cuando en realidad son cientos. En la actualidad estas melodías se practican en amplias franjas cordilleranas argentinas. También hay aborígenes del Gran Chaco, y aún más lejos en el centro de Perú (departamento Apurimac), que entonan cantos de tres notas similares.
La Baguala consiste en un canto de versos octosílabos, frecuentemente improvisados espontáneamente, acompañado por un ritmo de tempo lento muy uniforme, que es marcado por un instrumento de percusión llamado caja, casi siempre tocado por quien canta. Este tipo de canto con caja integra un ritual sagrado y festivo característico de la cultura andina. En general, la melodía de la Baguala se basa en combinaciones de tres notas de un acorde mayor. A la caja comúnmente se le agrega la quena, emitiendo sonidos agudos disonantes, y en algunos casos, el erke. A la caja, algunas veces, en las fiestas más alegres como el carnaval, se le agregan crines atravesándola, lo que le da un sonido de redoble, semejante a la sordina de los redoblantes. En general, al que canta las coplas se les suman las repeticiones del resto de los participantes, lo que produce un efecto similar a los responsos de otros géneros. En nuestro país, las Bagualas se ejecutan preferentemente durante el carnaval, aunque suelen escucharse en cualquier tiempo y ocasión, en tonadas indistintamente por hombres, mujeres o niños. En las reuniones es frecuente formar ruedas preferentemente de pie. Los participantes no necesitan ser buenos cantores y basta que uno del grupo indique el tono (la melodía o el estribillo solamente), para que todos la entonen a coro. Uno, dos o tres cajeros baten con insistencia el acompañamiento y los cantores buscan la armonía de la voz con la percusión. Inmediatamente alguien dicta una copla y comienza el canto: unas voces se llevan por grueso (graves) y otras por delgados (agudas). Típico de estos cantos es el paso de uno a otro registro, y sobre todo el falsete, que les confiere un color muy particular. A ello contribuye, además, el uso frecuente de ciertos adornos vocales que consisten en bordaduras y apoyaduras, casi siempre dentro de la escala, los cuales se ejecutan en forma de ligados o glisados. La Baguala es una canción de hondo dulzor, de extraña melodía, que envuelve el espíritu en remembranzas, que sirve de estímulo y compañía a los habitantes de las sierras en su largo y lento ambular por entre cerros y picachos que lo cercan por todos lados.


 








































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