El Dhrupad
es un género vocal de la música clásica indostaní, y se dice que es el más
antiguo en dicha tradición. Abul Fazl, visir del emperador Akbar,
lo define en su libro Ain-e-Akbari como "cuatro
líneas rítmicas, cada una de un largo prosódico indefinido.
" Su nombre
deriva de las palabras dhruv y pad (verso). El dhruv sirve de estribillo. Así,
"Dhrupad " nombra tanto al tipo de forma de verso como el
estilo en que debe ser cantado. Sus temas varían desde alabanzas a las
deidades, panegíricos reales, musicología o romance. De hecho, es uno de los
géneros laicos más populares, en India, Afganistán y Pakistán, ya que en varias
partes ni siquiera contiene letra, sino simplemente canto. La práctica del Dhrupad
está considerada un tipo de yoga del sonido. Tanto el Dhrupad como el yoga
proponen y desarrollan caminos prácticos que llevan a la unión de la esencia
individual con aquella universal. La música india, el yoga y el tantra
consideran el sonido – nāda – la causa primera del mundo manifestado. El
estudio de las vibraciones sonoras (internas o externas al cuerpo) es una
cuestión fundamental tanto en el yoga como en Dhrupad. Así, la práctica
vocal de base de este género musical puede resultar una excelente técnica para
conectar con lo interior. La escucha profunda que requiere aporta los
beneficios de una práctica meditativa. Al mismo tiempo, el trabajo de
exploración corporal necesaria para la producción vocal aporta conocimiento
sobre el propio cuerpo y sus posibilidades como instrumento o vehículo que
acoge el alma. Este género vocal presenta en la actualidad diferentes estilos.
Son linajes/escuelas de canto Dhrupad (gharanas) que se han ido
conformado históricamente y que proponen diferentes y más o menos dispares
maneras de presentar el raga. Los que más presencia y difusión tienen hoy,
tanto en la India como internacionalmente, son el Gharana Dagar y el Gharana
Darbhanga.
Se considera
que alcanza su forma y estilo actual (Darbari Dhrupad ) alrededor del
siglo XV, estando muy conectado al culto devocional vishnuíta aunque pronto se
convirtió en la música de las cortes hindúes y mogoles hasta el siglo XIX.
Actualmente el género ha vivido una revitalización muy importante gracias a las
últimas generaciones de músicos tales como los Dagar Brothers, Pt.
Vidur Mallick, Z. Mohiuddin, Z. Fariddudin Dagar,
R.
Sanyal, Gundecha Brothers y Udai Bhawalkar que, junto con las
nuevas generaciones de jóvenes músicos están apostando por la investigación en
el sonido y en la música rāga así como en la enseñanza de esta tradición tanto
en India como alrededor del mundo. El linaje Dagar que se concentra de
manera especial en la entonación. Emplea notas largas y sostenidas sobretodo en
la primera parte del ālāp (improvisación que introduce las piezas que se
ejecutan), que se presenta de forma extendida. Para dicha parte se utilizan
sílabas específicas al término de la cual se sucede la composición poética
fijada o bandiś y sus variaciones rítmico-melódicas. La segunda parte del Dhrupad
es la sección llamada pada, la composición. En esta segunda parte el músico
principal canta un texto poético, que suele estructurarse en dos estrofas
(sthayi y antara) pero que, en ocasiones, puede presentar alguna más. En esta
segunda sección se incorpora la percusión (el instrumento de acompañamiento
habitual en el Dhrupad es la pakhavaj). Músicos y musicólogos como Alain
Danielou acercaron al público occidental esta sonoridad hasta entonces
desconocida. Desde aproximadamente la mitad del siglo XX, artistas occidentales
como Amelia
Cuni, Francesca Cassio, Marian Svasek y Nancy Lesh entre otros,
han profundizado en el estudio del Dhrupad.
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