viernes, 24 de julio de 2020

Swing Criollo (Costa Rica)



Dentro de los bailes típicos costarricenses se encuentra el Swing Criollo. Se trata de un estilo de bailar que empezó a gestarse en la década de 1950, como resultado de la fusión de la Cumbia colombiana y el Swing estadounidense de las Big Bands. Ambos ritmos musicales se combinaron para dar origen a melodías innovadoras que requirieron de otro tipo de movimientos corporales y pasos de baile.
Esto a su vez necesitó de un contexto social específico como eran los salones de baile de San José, en donde se reunían grupos de personas provenientes de sectores trabajadores, quienes acudían a esos sitios para encontrar un espacio de recreación y transgresión a las normas sociales y morales impuestas en aquella época. El Swing Criollo no es un ritmo musical sino una forma de bailar. Aunque muchas veces se lo denomina como Cumbia, el Swing Criollo no se asemeja al baile tradicional colombiano, ya que tanto su estructura como sus características fueron moldeadas por las clases populares del Valle Central de Costa Rica. Hay varias versiones que explican cómo se adaptaron los pasos del Swing a la Cumbia. Una de ella es que los pasos del Swing Criollo fueron llevados a Costa Rica por los camioneros que iban a EEUU o bien por gente que iba de viaje a ese país y aprendieron a bailarlo, y al volver, lo adaptaron al ritmo de la Cumbia. Otra versión dice que en la zona norteamericana de Quepos había un salón recreativo donde los residentes yanquis veían películas, bailaban y escuchaban música de las Big Bands. Esa zona era como estar en EEUU, y allí los trabajadores ticos conocieron y aprendieron a bailar el Swing. Pero la versión que tiene más peso hasta la fecha, es que los pasos del Swing Criollo provienen de la película “Al compás del reloj”, la cual se constituyó a mediados de los 50, como una de las primeras en las que se difundió este ritmo. La estructura del Swing Criollo y la del Rock’n Roll es la misma, de modo que los pasos pudieron ser aprendidos y reutilizados para bailar las Cumbias que tocaban las orquestas ticas.
 
En sus inicios, bailar Swing Criollo era estigmatizado por la sociedad costarricense. Las personas que lo practicaban eran tachadas de vulgares y se discriminaban como personas de baja reputación. Por ende, el Swing Criollo se relegó a las clases populares y obreras. Ellos se encargaron de practicarlo en salones de baile y otros espacios, donde se consolidó. En algunos salones de la capital se colocaban carteles en donde se advertía que se prohibía bailar Swing, ya que sus propietarios no querían que sus establecimientos adquirieran mala fama. En consecuencia, lugares como salones de baile y cabarets se consideraron espacios prohibidos para el entretenimiento de la clase privilegiada, generando una segregación hacia la clase obrera, deslegitimando toda una nueva forma de expresión cultural que se había generado en torno a la creación de una nueva forma dancística. Lo interesante es que a la par de este proceso censurador, al interior de estos espacios prohibidos, la práctica del Swing Criollo noche a noche se consolidaba a tal medida que pasó a representar un elemento de cohesión e identificación en los grupos que lo bailaban y que al mismo tiempo era una contestación tácita a lo establecido. Este baile ha enfrentado diversas transformaciones a lo largo de los años, que se han visto reflejados por la proliferación de nuevos bailarines quienes no se asociaban a sectores marginados de la sociedad. Ya en los años 70 y 80 el Swing Criollo se fue popularizando hasta convertirse en el baile nacional por excelencia de Costa Rica. Los principales responsables de esto fueron los bailarines de la vieja guardia, quienes comenzaron a influenciar a las siguientes generaciones. Algunos de los principales pioneros de este baile fueron: Ligia Torijano; Carlos “Gringo” Moreira; Jaime Calderón; Cecilia Méndez; Patricia Rodríguez; Walter “Cupido” Morales; Daniel Hernández Solano; Eduardo “Campanera” Guzmán; Julio Waterhouse, entro otros.













 






































2 comentarios:

  1. Lo intenté muchas veces... Pero no puedo con la cumbia...

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    1. jaja a mi me va solamente la cumbia colombiana tradicional, hasta ahi nomas, en argentina tenemos cada aberracion llamada "cumbia" que la verdad es lamentable

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