A principios del siglo XX, en los Países Bajos, se cantaban tristes
canciones con sonoros timbres nasales y vibratos abiertos que surgían de las
sinagogas del barrio judío de Ámsterdam, el Jordaan. Esta música se conoció
como Levenslied,
literalmente ”canción de vida”, es decir, “canción sobre la vida real” en
lengua neerlandesa. El término Levenslied fue utilizado por primera
vez por Jean-Louis Pisuisse y Max Blokzijl, en 1908, para
describir a una forma muy querida de la música neerlandesa, comparable a la Chanson
francesa, o para el público de clase baja con el Schlagger alemán.
Los
textos del Levenslied son baladas simples que tratan sobre la vida del
autor, con letras no siempre muy alegres, y por principalmente, sobre la soledad,
la miseria, las vacaciones, lugares exóticos soleados, y a veces, el abuso de
alcohol. El Levenslied típico tiene ritmos y melodías simples y pegadizas,
con muchas canciones Pop y Folk, y siempre se
construye en coplas y estribillos. Los instrumentos tradicionales de esta
música son el acordeón y el organillo. En las últimas décadas muchos artistas
han incorporado sintetizadores y guitarras para su música. Muchos especialmente
musicales son a menudo críticos con el Levenslied, al juzgar que las canciones
y melodías son muy simples y carentes de creatividad. Por esta razón se utiliza
a menudo la palabra neerlandesa “smartlap”, que significa ”canción
sentimental”, para referirse a este tipo de composiciones. Estas canciones
tiernas y sentimentales, a menudo cargadas de emoción, se pusieron de moda
antes de la Segunda Guerra Mundial, con artistas que se destacaron como Willy
Derby y Louis Davids. El género siguió siendo popular hasta la década
de los 80, gracias a músicos de la talla de Willy Alberti, Johnny
Jordaan, André Hazes, Zangeres Zonder Naam (la cantante
sin nombre, cuyo nombre real era Mary Servaes-Beij) y el grupo Corry
& De Rekels, a quienes el público neerlandés adoraba,
Al inicio de los años 70, los ránkings musicales de Nederland estaban dominados
por el Levenslied. Artistas del género tenían por entonces una segunda carrera
en Alemania, ya sea en el Schlagger o en el segmento Liedermacher.
En agosto de 1974, el gobierno neerlandés terminó con las transmisiones de las
radios piratas, y al hacerlo, dio un golpe a la cultura juvenil local. La radio
pública trato de llenar ese vacío con una mezcla de Levenslied y otros ritmos
en sus programaciones. El entusiasmo por el Levenslied decayó a
finales de los años 80, en parte debido a la proliferación de bandas de Pop
y Rock
neerlandesas que cantaban en el idioma neerlandés. No fue sino hasta mediados
de los 90 que se reavivó la historia de amor con el Levenslied, y artistas
como Frans
Bauer, Jantje Smit, Corry Konings y Marianne Weber,
encabezaron la nueva ola del género. El Levenslied sigue siendo fundamental
para la escena musical neerlandesa y una nueva generación de cantantes realizan
shows multitudinarios, tienen status de celebridades y son invitados
permanentemente a programas de TV. Ya sea en una noche de fiesta en un pub, en
los entornos carnavalescos, en fiestas de cumpleaños familiares o fiestas
públicas, son cantadas en voz alta, ya que millones de neerlandeses conoces las
letras de memoria. Muchas celebridades neerlandesas actuales son artistas Levenslied.
Aunque el género es la corriente principal ahora, todavía tiene una connotación
como que el Levenslied proviene de la clase baja, sectores de menor
educación de la sociedad, algo que, sin embargo, para muchos, da al género su
toque nostálgico. Este renacer del Levenslied se centró en el trabajo
del “rey sin corona” del Levenslied, André Hazes. Hazes
y su repertorio ha mantenido su popularidad desde la prematura muerte prematura
muerte en 2004. Una serie de eventos como ”Holland zingt Hazes” (Nederland
canta Hazes), le dio una presencia pública institucionalizada en la cultura Levenslied,
con público de todas las edades.
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