El Pole Dance, también conocido como Baile del Caño, Baile
en Barra, Baile del Tubo, Barra Americana, etc., ha estado muy
ligado a bailes provocativos y muy eróticos. Sin embargo, en los últimos años
se puso de moda. No se trata de una tendencia pasajera o una disciplina
novedosa. Para conocer su origen hay que remontarse mucho tiempo atrás. El Pole
Dance tiene relación con el llamado Mallakahm, que se
practicaba en la India y cuyos orígenes se remontan al 1135, aunque no fue sino
hasta el siglo XVIII que fue puesto en práctica por más gente.
En sus inicios
era exclusivo para luchadores (Mallak significa Guerrero y ahm tubo), que tenía
la finalidad de desarrollar más velocidad, mejores reflejos, concentración y
coordinación. Hoy es visto más como un arte que como un entretenimiento. En
este deporte, los gimnastas realizan distintas poses en un tubo vertical de
madera, que es más grueso que el utilizado en el Pole Dance contemporáneo.
Se realizan diversos campeonatos en distintos estados de la India. En China
existe un deporte similar conocido como Chinese Pole o vara china. Se puede
identificar fácilmente al arte puesto en práctica por cirqueros profesionales,
gimnastas que logran hacer movimientos sorprendentes. Sobre una vara de entre 3
y 9 metros de alto. Es probable que el Pole Dance occidental haya tomado
como base al Pole chino o al indio, pero lo que sí es cierto es que movimientos
exóticos y sensuales fueron incorporados. Es también posible de cabarets de
ciudades como París, haya influenciado para realizar bailes provocativos para
atraer el interés del público masculino. En la década de 1920, durante la Gran
Depresión en los EEUU, los espectáculos ambulantes recorrían todo el país
entreteniendo y amenizando a la población con todo tipo de shows. Las carpas
eran espacios ocasionales y normalmente de tamaño reducido, en donde las
bailarinas eróticas no tenían más remedio que bailar cerca del tubo que
sostenía la carpa e interactuar con él. Más tarde, esos shows fueron trasladados
a bares y burdeles, siendo las bailarinas y sus bailes en torno al tubo el
reclamo ideal para los clientes.
Durante muchos años, la práctica del Pole Dance o Baile
del Caño, fue exclusiva de los clubes de stripm tease. Fue la
canadiense Fawnia Monday quien empezó en los años 90 a practicarlo y a
extenderlo como una disciplina deportiva para todos los públicos. En 1994
Fawnia creó su propia escuela. Algunos han catalogado al Pole Dance como un arte
escénico. Un ejemplo de esto puede verse en Montreal, concretamente en el Cirque
du Soleil. En este circo, acróbatas vestidos de múltiples colores,
realizan esta práctica incluyendo movimientos que implican una gran cantidad de
fuerza y habilidad. En los últimos años, el Pole Dance ha ganado popularidad y
ha logrado ser visto no sólo como una manera de ejercitarse sino como un
deporte e incluso un arte. En países como EEUU, Australia y el Reino Unido, el
interés por parte de los hombres en practicar este deporte ha ido en aumento,
siendo así que hay escuelas exclusivas para ellos. Las competiciones que se
hacen en distintas partes del mundo prohíben estar desnudos y están enfocadas
hacia el lado artístico y acrobático. La primera competencia se llevó a cabo en
Ámsterdam en 2005, resultando ganadora Elena Gibson, quien unió el ballet
clásico con el Pole Dance. El primer
hombre en resultar ganador fue el bailarín Zhang Peng en el 2007. Latinoamérica
tiene fuerte presencia dentro de esta disciplina. El chileno Felipe
Mendoza es el número uno del mundo masculino y la pareja argentina
integrada por Joaquín Dezzotti y Belén Serra, domina en dobles.
Colombia también cuenta con representantes entre los tres primeros puestos,
tanto en hombres como en mujeres y en las categorías juveniles, mientras que
México es la federación con mayor crecimiento en el último tiempo. La lucha de
quienes practican esta actividad ahora en que el Pole Dance sea incluido en los
Juegos Olímpicos, petición que aún no ha sido aprobada.
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