viernes, 23 de agosto de 2019

Música Infantil



Uno de los géneros más famosos y utilizados desde siempre, es el de la Música Infantil, que ha deleitado a generaciones y continua muy presente en la crianza de los más pequeños. Y es que durante la infancia la música es tan necesaria, que resulta prácticamente imposible pasar de ella no solo para entretener a los niños, sino también para educarlos y fortalecer sus habilidades sociales.
Tradicionalmente, las canciones infantiles se transmiten de generación en generación y forman parte de la cultura popular, aunque en las últimas décadas han surgido numerosos artistas especializados en producir música y espectáculos audiovisuales dirigidos al público infantil. Se puede catalogar por medio de este término, a todas aquellas melodías dirigidas a oyentes que comprenden edades desde los 0 meses hasta los 11 o 12 años. Esto engloba no solo las tonadas más tradicionales, como canciones de guardería o jardín de infantes; sino también las que suelen escuchar preadolescentes en programas de moda o Internet. Como pasa con otros géneros, el que se enfoca hacia los niños cumple con ciertas particularidades que le permiten diferenciarse de otros tipos de música; tales: *Una letra divertida y sencilla de aprender. Las rimas exactas o que intentan serlo, son imprescindibles para memorizar con más rapidez las canciones. También son frecuentes los temas que hablan acerca de animales, colores, la familia o la Naturaleza. *Ritmos pegajosos o que provoquen empatía. La mayoría de las canciones en la música infantil, son graciosas y movidas; aunque las hay más lentas y que pueden tratar de conmover a los niños. En todo momento, es común tratar de apelar a las emociones para que los pequeños canten con todas sus ganas y de ser necesario, moverse o bailar. *Es fácil de entender. Una melodía infantil, no puede tratar temas complicados o que resulten demasiado oscuros o dolorosos. Las implicaciones de carácter sexual, agresivo o maduro quedan totalmente excluidas, puesto que los chicos se encuentran en una edad en la que lo único importante es jugar o bien, explorar el mundo antes de conocer las experiencias anteriores. 


Dependiendo del objetivo con el que cumplan, las composiciones para niños se pueden categorizar de acuerdo a distintos tipos: *Para jugar. Tal y como su nombre lo dice, están pensadas para acompañar diversos juegos, como “Doña Blanca” o “Zapatito blanco, zapatito azul”. Los pequeños las cantan al tiempo que se ponen en movimiento para seguir las reglas de algún juego. *Para desarrollar habilidades. Incluyen juegos de palabras, tales como los acertijos o los trabalenguas, que ayudan al mejoramiento de la habilidad verbal. Son excelentes para refinar aspectos como pronunciación o pensamiento veloz. *Nanas para dormir. Utilizadas tradicionalmente como un arrullo a la hora de ir a la cama. Tienen un efecto reconfortante que aleja el estrés y el miedo que pueden tener los niños por las noches. Durante sus primeros meses de edad, funcionan como una especie de vínculo entre ellos y sus padres. *Lúdicas. Su única función consiste en servir como un entretenimiento para los ratos de ocio. Pueden fungir como un apoyo muy especial en viajes largos o momentos en los que los chicos no encuentran nada que hacer. *Didácticas. Usadas mayormente en las escuelas como método de aprendizaje. Hablan acerca de conceptos como las partes que conforman el cuerpo, los números y los colores, los nombres y sonidos de animales y valores como la amistad y la sinceridad, entre otros. Son muchos los pedagogos y psicólogos, entre otros profesionales, que recomiendan el uso de canciones para reforzar el aprendizaje de los niños. Estas pueden ser utilizadas como una herramienta más poderosa que los libros o las clases, sin dejar de lado la importancia de estos últimos elementos. Dentro de los beneficios que es capaz de aportar la música infantil, podemos distinguir claramente los siguientes: *Mejora la capacidad de memorización. Aprender por medio de rimas y tonadas pegajosas, es una manera mucho más eficaz de retener la información. *Ayuda a desarrollar la capacidad verbal y motriz. Bailar y cantar al ritmo de una canción, hace que los niños tengan la capacidad de corregir ciertos problemas de pronunciación y coordinación corporal, entre otros. *Es un método ideal para mantener la concentración. Los niños (sobre todo los más pequeños), no siempre tienen la disposición para concentrarse en los momentos de enseñanza. Por eso la música representa una solución tan eficaz, ya que los entretiene. Es una forma excelente de estimular la convivencia. Cuando se canta una canción en grupo, los chicos tienen la oportunidad de aprender a convivir con personas de su misma edad armoniosamente.





 
María Elena Walsh

Pipo Pescador

Gaby, Fofo y Miliki

Topa

Bailando con Julieta

Cantando con Adriana

Canticuénticos

Caramelito

 La Estrella Mochilera

Mundo Denise

Panam

Xuxa

Los Parchis

Carlitos Balá

Dúo Tiempo de Sol

Estrellita Dónde Estás

Piñón Fijo

Atención Atención

Al Tun Tún

CantaJuego



























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