Una de las
actividades religiosas que tienen lugar durante las fiestas patronales en honor
a Santo Domingo de Guzmán es la de las Vacas Culonas, festejo nacido en el
corazón de un barrio donde el ingenio del pueblo la ha enriquecido con los
años, por lo que se ha insertado en la cultura del país. Esa fiesta en la que
participan creyentes de todas las edades, cuenta con el apoyo del Gobierno Sandinista
porque -según afirmó Rosario Murillo, Coordinadora del Consejo de Comunicación
y Ciudadanía- expresa respeto a la creencia y a la tradición
. El Comité de las Vacas Culonas se creó en 1993 y organiza anualmente para el 31 de julio, los festejos de Santo Domingo en el barrio San José Oriental, días antes de que comience el agasajo al Patrono de Managua. Las vaquitas se confeccionan con varios materiales para que parezcan auténticas, incluidas varillas, telas y esponjas además de los colores para animarles la cara y con espacio para que el promesante pueda llevarla sobre su cuerpo. Los modelos terminados que suman varias decenas, se les prestan a personas promesantes o dolo, quienes solicitan el traje porque desean bailarle a Santo Domingo para pagar su promesa. En horas de la tarde tiene lugar una reunión popular, cuando todo está listo comienza la fiesta con una comparsa, en la que va algún grupo de danza, de música, el Toro Venado de Masaya o el tradicional Toro Huaco, que junto a los vecinos recorren el barrio. Terminada la caminata, todos buscan un lugar antes de que suelten los toros que participan en la competencia de monta, cuyo ganador puede recibir como premio entre mil o dos mil córdobas. Después de la premiación comienza una hermosa fiesta bailable amenizada por una banda de chicheros, en la que hay siempre una gran participación de niños y jóvenes, que vestidos de Vacas Culonas, le bailan a Santo Domingo para cumplir sus promesas. Esa tradición cultural y religiosa, que nació en el barrio San José Oriental, en la actualidad la comparten familias de los barrios aledaños, donde adultos y pequeños disfrutan de ricos platos y bebidas, mientras los jóvenes se entregan al baile.
. El Comité de las Vacas Culonas se creó en 1993 y organiza anualmente para el 31 de julio, los festejos de Santo Domingo en el barrio San José Oriental, días antes de que comience el agasajo al Patrono de Managua. Las vaquitas se confeccionan con varios materiales para que parezcan auténticas, incluidas varillas, telas y esponjas además de los colores para animarles la cara y con espacio para que el promesante pueda llevarla sobre su cuerpo. Los modelos terminados que suman varias decenas, se les prestan a personas promesantes o dolo, quienes solicitan el traje porque desean bailarle a Santo Domingo para pagar su promesa. En horas de la tarde tiene lugar una reunión popular, cuando todo está listo comienza la fiesta con una comparsa, en la que va algún grupo de danza, de música, el Toro Venado de Masaya o el tradicional Toro Huaco, que junto a los vecinos recorren el barrio. Terminada la caminata, todos buscan un lugar antes de que suelten los toros que participan en la competencia de monta, cuyo ganador puede recibir como premio entre mil o dos mil córdobas. Después de la premiación comienza una hermosa fiesta bailable amenizada por una banda de chicheros, en la que hay siempre una gran participación de niños y jóvenes, que vestidos de Vacas Culonas, le bailan a Santo Domingo para cumplir sus promesas. Esa tradición cultural y religiosa, que nació en el barrio San José Oriental, en la actualidad la comparten familias de los barrios aledaños, donde adultos y pequeños disfrutan de ricos platos y bebidas, mientras los jóvenes se entregan al baile.
Comenzaron con
tres vaquitas, hoy cuentan con 70. Y lo mejor, no son solo de Managua, sino que
desde los departamentos llegan a pedir que les elaboren vacas para pagar
promesas, las cuales hacen sin ningún costo. La fiesta de las Vacas
Culonas se celebra el 31 de julio, un día antes que la imagen de Santo
Domingo de Guzmán inicie su peregrinaje hacia Managua desde las Sierritas, y se
repite el 9 de agosto, antes del regreso del Santo a su morada, el 10 de
agosto. Según el Comité Organizador, la celebración de las Vacas Culonas tiene el
propósito de rescatar los valores culturales del pueblo mediante actividades
donde reinan la fe y la devoción al Santo Patrono de los managuas, a quienes ha
concedido sus milagros. Esas actividades a las que acuden las familias para
pasar un rato divertido, orar, charlar, bailar y correr, sirven para recordar
el amor a Dios y la confianza y devoción al Protector de la ciudad. En esa
reunión popular a través de la cultura, todos manifiestan respeto a las
tradiciones y se fortalecen el sentimiento religioso y la devoción al Santo,
dos aspectos importantes para el pueblo católico de Nicaragua Organizador.
Seguido de las Vacas Culonas llegó lo más esperado, las corridas de toros que
se realiza en un circuito cerrado con mayas ubicadas por autoridades de la
Alcaldía de Managua, como medida de seguridad para los que participan en esta
colorida festividad para la milagrosa imagen de Minguito. Esta fiesta de
colorido, picardía y religiosidad deja en evidencia que esta tradición de más
de 25 años, en honor a la diminuta pero milagrosa imagen de Santo Domingo, se
mantendrá viva pues se seguirá transmitiendo de generación en generación. En
las fiestas de Santo Domingo de Guzmán se mezclan rezos y bailes de pagadores
de promesas con abundante consumo de alcohol y ritos católicos y paganos. Las
festividades incluyen una multitudinaria procesión el 1 de agosto y otra el día
10 del mismo mes.
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