La Danza de Fuego, o Nestinarstvo, es uno de los rituales
paganos más antiguos de los Balcanes, que en el pasado se practicaba en la
región de Tracia. Esta danza ha desafiado tanto la persecución de la iglesia
católica como la del comunismo y todavía se practica en algunas áreas en las que
se habla búlgaro o griego en las montañas Istranca (ubicadas entre Bulgaria y
Turquía). Uno de estos remotos poblados es la legendaria Bulgari, al sudoeste
de Bulgaria, donde algunos todavía bailan tal como lo hicieron sus ancestros
por miles de años. Según algunos estudiosos, las raíces del rito se remontan al
culto al sol de los tracios. El Nestinarstvo es el momento
culminante del Panagyr, la conmemoración anual de las fiestas religiosas de
San Constantino y Santa Elena (3 y 4 de junio) que se celebra en Bulgaria. Esta
festividad ritual tiene por objeto aportar a los aldeanos bienestar y
fecundidad. Por la mañana se celebran ritos y oficios religiosos, así como una
procesión en la que los íconos de ambos santos son llevados, al son de tambores
y gaitas, hasta un manantial de agua sagrada situado en las afueras del pueblo.
Una vez en el manantial, se distribuye entre todos presentes agua bendita y
cirios para que gocen de buena salud. La preparación comienza antes del
mediodía. Es imprescindible que se prepare un buen círculo alrededor del cual,
más tarde se colocará la gente para observar la danza del fuego. Al atardecer,
los nestinari (bailarines de fuego), quienes visten una camisa blanca y una
faja roja alrededor de su cintura, junto con los representantes de la iglesia,
van a la capilla de San Constantino y Santa Elena, donde inhalan el humo del
incienso y rezan ante los íconos. Al anochecer, frente a la capilla, se reúne
todo el pueblo.
La procesión se desplaza al son de la música de gaiteros y percusionistas,
quienes tocan tres temas especiales. El primer tema se toca durante la marcha
desde la capilla hasta el círculo que contiene las brasas; el segundo, durante
la danza sobre el fuego; y finalmente, el llamado Joro (danza) Kostadinsko.
Cuando la procesión ritual llega hasta las brasas, comienza la culminación de
la fiesta. Se apagan las luces de la calle y los aldeanos se agrupan
silenciosamente formando un círculo en torno a los rescoldos incandescentes.
Luego los nestinari, líderes físicos y espirituales por intermedio de los
cuales se expresa la voluntad de los santos, van entrando uno tras otro en el
círculo, en trance y gritando, y empiezan a caminar sobre las brasas. El
primero que cruza las brasas lleva una cruz. Es especialmente característico el
paso igual y corto con que los bailarines caminan sobre las brasas sin
lastimarse los pies. La danza continúa hasta que apagan el fuego con los pies.
Antes bailaban sólo mujeres pero ahora los hombres también lo hacen. Se dice
que exámenes médicos han revelado que después de estos rituales, aquellos que
caminan sobre el carbón ardiente, no sufren quemaduras, aunque hay quienes
dudan que no haya una “preparación” previa. Cuando la danza ritual termina, la
gente baila el Kostadinsko Joro para tener buena salud. Tradicionalmente, el
derecho a realizar el ritual es hereditario. El Nestinari líder sólo puede ser
sustituido por su hijo o hija únicamente cuando es demasiado viejo o se
encuentra enfermo. La casa del Nestinari líder es sagrada, ya que alberga la stolnina,
una pequeña capilla donde se conservan varios íconos de los santos así como un
tambor sagrado. Aunque la aldea de Bulgari solo está poblada por un centenar de
habitantes, durante la conmemoración del Panagyr, acoge a miles de personas
que acuden a participar en las festividades rituales.
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