El Neofolklore
o Neofolclor
es un género musical chileno nacido hacia principios de la década de 1960, a
partir de la estilización del Folclore tradicional. Surgido de
forma contemporánea a la Nueva Canción Chilena y la Nueva
Ola, el Neofolclore fue, además, un cruce entre ambos movimientos. No
en vano recibió a menudo el nombre familiar de "Nueva Ola Folclórica"
y sus figuras alcanzaron grados de popularidad similares a los de los cantantes
nuevaoleros de moda; sin embargo, al mismo tiempo compartió con la Nueva
Canción la raíz folclórica y el afán de renovar esas fuentes. Aunque a
veces se le tildó de moda, el Neofolclore nació como una ruptura y
rejuvenecimiento de los códigos de la canción chilena tradicional, sobre todo
aquellos difundidos por la tonada campesina. Generalmente se asocia el Neofolclore
a la derecha política chilena, a los latifundistas y oligarcas del país que
deseaban tener una identidad folclórica nacionalista, pero desde la urbe. Se
caracteriza por sus refinados arreglos vocales y su pulcritud sonora. La
cuidada etiqueta y los arreglos vocales de conjuntos como Los Cuatro Cuartos y Las
Cuatro Brujas, quienes fueron el principal sello de esta corriente, que
recibió la influencia de autores como Raúl de Ramón, uno de los tempranos
músicos chilenos interesados en el Folclore de otros países americanos,
y de conjuntos argentinos como Los Chalchaleros y Los
Huanca Huá. Esto provocó una relectura de la canción de raíz folclórica
campesina según otras claves armónico-vocales y gran estilización de los
arreglos, que se oponía a la interpretación de canciones en su estado puro como
lo hacía la Proyección Folclórica. Lo hizo así para facilitar la difusión
radial, ampliando la temática de los versos a menudo costumbristas del
folclore, y alcanzando su apogeo de popularidad juvenil en 1965. Desprovisto
tanto de la raigambre como de la evocación campesina de la música folclórica,
el Neofolclore
fue un movimiento urbano, de fuerte contacto con el mundo de la radio y los
discos.
Los Cuatro Cuartos
El Neofolclore
llegó a su cúspide en 1965, año catalogado por la prensa de la época como de
"efervescencia folklórica"; sin embargo, muy pronto comenzaría a
declinar. La industria musical había saturado al público con decenas de
canciones de "tristeza nortina", y el éxito de Los Cuatro Cuartos había
impulsado la formación de gran cantidad de conjuntos de corta vida, que
rápidamente colmaron el ámbito artístico nacional. Todo esto falseó la
autenticidad de la creación de raíz folclórica, como señala Ricardo García,
transformándose el Neofolclore en una música imitativa y carente de alma. Algunos
de los grupos de la época fueron Los de la Escuela, Los
de Santiago, Los del Sendero, Los de Las Condes, Los Paulos, Los
Solitarios, Los Ponchos Negros, Voces Andinasy Los Alfiles Negros.El
exceso de estilización de la música folclórica fue uno de los aspectos que
produjo mayor controversia, en especial entre los sectores más apegados al
folclore en su estado puro. De este modo, a los músicos neofolclóricos se les
acusó de querer introducir "una rítmica fuera de tono" en la música
de raíz folclórica, creando conjuntos vocales que realizaban rebuscados
arreglos que se alejaban de la forma purista y evocativa. El propio concepto de
Neofolclore
fue tildado de absurdo y comercial; en 1968 se le consideraba un rotundo
fracaso. Patricio Manns y Rolando Alarcón fueron parte de esta
escena antes de acercarse al credo menos impostado de la Nueva Canción, pero sin duda el nombre mayor en este género musical
es el de Los Cuatro Cuartos, que entre sus integrantes contó con tres
figuras señeras del movimiento: el arreglador Luis Urquidi, el
compositor Guillermo Bascuñán y el cantante Pedro Messone. El Neofolclore
comenzó a declinar tras su cúspide de popularidad en 1965, pero la escuela ha
seguido impulsando a conjuntos más recientes, como Santiago 4, y los propios
Cuatro
Cuartos siguen en funciones con una nueva formación.
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