Todos los años, el martes de Pentecostés, fiesta religiosa cristiana, se
celebra en la ciudad medieval de Echternach, la más antigua de Luxemburgo, la
procesión con danza llamada Sprangpression. Su celebración,
certificada por documentos que datan del año 1100, tiene por finalidad rendir
culto a San Willibrordo, el santo patrón de Luxemburgo y fundador de la abadía
de Echternach, al que se venera por su labor misionera, sus buenas acciones y
sus dones para curar algunas enfermedades. La abadía de Echternach fue un
importante centro cristiano de la Edad Media, y mantuvo una famosa biblioteca y
scriptorium (lugar donde se copiaban los manuscritos). Sin embargo, debe su
fama moderna, a la procesión de baile pintoresco. Este aspecto del culto al
santo puede remontarse casi hasta la fecha de su muerte en el año 739. Entre el
flujo de peregrinos a su tumba en la iglesia de la abadía se destacaron los
emperadores Carlomagno, Lotario I, Conrado, y más tarde, Maximiliano.
Historiadores católicos son reacios a atribuir antecedentes precristianos a la
procesión, afirmando que se tiene certeza sobre su origen. Documentos del siglo
XV hablan de ella como una costumbre de larga data por ese entonces. Una procesión
de baile semejante, que solía tener lugar en la pequeña ciudad de Prüm, fue
documentada en 1342. La procesión se llevó a cabo anualmente sin interrupción
hasta 1777, cuando la música y el baile fueron prohibidos por el arzobispo
Wenceslao de Luxemburgo, quien declaró que sólo debía haber procesiones de
peregrinos. El emperador José I prohibió la procesión por completo en 1786. Se
hicieron intentos de revivirla, pero la Revolución Francesa lo impidió.
Finalmente, se reanudó en 1802 y ha continuado desde entonces.
Aunque la Iglesia se opuso antaño a que se celebrara esta procesión por
considerar que tenía elementos paganos, las prohibiciones de que fue objeto
periódicamente, no lograron impedir que su aprecio se extendiera por toda la
región y entre todas las clases sociales. La procesión comienza temprano por la
mañana en el patio de la antigua abadía, en presencia de los más altos
dignatarios eclesiásticos del país y de otros países, con un sermón pronunciado
por el sacerdote de la parroquia (anteriormente por el abad del monasterio). La
procesión se mueve a través de las calles de la ciudad hasta la basílica, una
distancia de un kilómetro y medio, mientras los músicos tocan la melodía “Sprangpressessioun”,
una canción tradicional no del todo diferente a una Giga irlandesa, que se ha
transmitido a través de los siglos. Los peregrinos avanzan formados en filas de
a cuatro o cinco, tomados por los extremos de pañuelos blancos, bailando o
saltando de izquierda a derecha, y así poco a poco se mueven hacia adelante.
Visto el número de peregrinos que asisten, es bien pasado el mediodía antes de
que el último de los bailarines llegue a la iglesia. Un gran número de
sacerdotes, monjas, monjes y obispos acompañan a la procesión. A la llegada a
la iglesia, la danza se continúa más allá de la tumba de San Willibrordo, que
se encuentra en la cripta bajo el altar mayor. Se recitan letanías y oraciones
en honor al santo y todo el evento concluye con una bendición de la Santa Cena.
Echternach ha desarrollado una fuerte industria turística en torno a la
procesión. Actualmente el Sprangpression cuenta con el apoyo
de las autoridades civiles y religiosas, y su popularidad va en aumento a pesar
de la secularización de la sociedad, ya que cada año acuden al evento unos
13000 participantes procedentes de Luxemburgo y países vecinos.
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