La Chanson Francesa es
una generación de cantantes-compositores a la vieja usanza, que surgió en París
en los años de entre guerra. Estas obras de arte en miniatura no sólo revelan
mucho sobre las prioridades cotidianas y la vida íntima de los franceses, sino
que también reflejan de cerca los acontecimientos de su historia.
La Chanson tiene su origen en la Edad Media. En el Siglo XII la Chanson de Geste, o cantares de gesta franceses, se hicieron muy populares con sus hazañas épicas. El juglar modulaba su voz según el momento del relato y exaltaban a personajes populares y sucesos de armas. Se describía al héroe, su nombre, su pendón y las armas pintadas en su escudo. Por ese tiempo, esas elegantes canciones se comenzaron a copiar en elegantes manuscritos, conservándose aún los cantares franceses. A comienzos del Siglo XIV, los franceses mostraron su desagrado por la música anterior a la que consideraban pasada de moda. Entonces llamaron a su música como Ars Nova. Ese fue un movimiento que pretendió modernizar la música. A finales de la Edad Media se destacó el compositor y poeta Guillaume Machaut, quien fue el líder indiscutido del Ars Nova. A mediados del Siglo XV Claudin de Sermisy y Clément Janequin compusieron las Chansons Parisiennes, en las que abandonaron la forma fija de componer, creando un estilo más simple y homogéneo. Las canciones solistas francesas se desarrollaron en el Siglo XVI a partir de esas canciones. En el siglo siguiente florecieron los Air de Cour, Chanson pour Boire y otros géneros similares, que se acompañaba con laúd o teclado. Hacia 1700 la música vocal de Francia fue dominada por la Ópera, pero la canción solista experimentó un renacimiento en el Siglo XIX, primero con las melodías de salón y a mediados de siglo, con obras más sofisticadas. Una figura importante de este movimiento, influenciado por Schubert, fue sin dudas Louis Niedermayer, seguido por Edouard Lalo, Felicien David y muchos otros.
La Chanson tiene su origen en la Edad Media. En el Siglo XII la Chanson de Geste, o cantares de gesta franceses, se hicieron muy populares con sus hazañas épicas. El juglar modulaba su voz según el momento del relato y exaltaban a personajes populares y sucesos de armas. Se describía al héroe, su nombre, su pendón y las armas pintadas en su escudo. Por ese tiempo, esas elegantes canciones se comenzaron a copiar en elegantes manuscritos, conservándose aún los cantares franceses. A comienzos del Siglo XIV, los franceses mostraron su desagrado por la música anterior a la que consideraban pasada de moda. Entonces llamaron a su música como Ars Nova. Ese fue un movimiento que pretendió modernizar la música. A finales de la Edad Media se destacó el compositor y poeta Guillaume Machaut, quien fue el líder indiscutido del Ars Nova. A mediados del Siglo XV Claudin de Sermisy y Clément Janequin compusieron las Chansons Parisiennes, en las que abandonaron la forma fija de componer, creando un estilo más simple y homogéneo. Las canciones solistas francesas se desarrollaron en el Siglo XVI a partir de esas canciones. En el siglo siguiente florecieron los Air de Cour, Chanson pour Boire y otros géneros similares, que se acompañaba con laúd o teclado. Hacia 1700 la música vocal de Francia fue dominada por la Ópera, pero la canción solista experimentó un renacimiento en el Siglo XIX, primero con las melodías de salón y a mediados de siglo, con obras más sofisticadas. Una figura importante de este movimiento, influenciado por Schubert, fue sin dudas Louis Niedermayer, seguido por Edouard Lalo, Felicien David y muchos otros.
La Chanson del Siglo XX, en parte deben su origen al tipo de teatro ofrecido
en los cabarets parisinos de las décadas del 20 y del 30, y de las estrellas
que allí se presentaban con frecuencia, como Lucienne Boyer o Maurice
Chevallier, por nombrar algunos. En la Chanson, la lírica es lo
más importante, demostrando el gusto por la poesía y la satírica de la calle,
lo que provenía de la Edad Media.
Pero a pesar de las pretensiones intelectuales, las observaciones mordaces
sobre la vida y la naturaleza humana; y el impacto de las letras cuidadosamente
hechas, las melodías muchas veces solían ser rutinarias hasta hace unas
décadas. La estructura melódica tiene más en común con el canon clásico europeo
que con los ritmos de América, aunque a veces flirtean con el Jazz. Pero este
marcado contraste entre la presentación superficial de las canciones y el
contenido subyacente, pueden coexistir gracias a la lógica francesa. Los
compositores surgidos luego de la Segunda
Guerra Mundial. Abordaron temas polémicos como la sexualidad,
el ateísmo, el racismo, la política, el aburrimiento marital y la anarquía. El
más prominente de su generación fue el poeta Jacques Prevert. Otros
que se destacaron fueron Charles Trenet, Léo Ferré, Boris
Vian, Georges Brassens, Charles Aznavour, Jacques
Brel, Georges Moustaki, Serge Gainsbourg, y últimamente, Benjamin
Biolay. Cada uno de ellos fue un faro para su generación y aún cuando
incorporaron nuevos sonidos como el Rock, el Soul, la Música del Mundo y la
electrónica, lo hicieron para ponerse al día, no para subsistir. Si bien la
mayor parte de los compositores son hombres, las mujeres han tenido un papel
importante dentro de la escena de la
Chanson, como la figura ícono de Edith Piaff, la británica
Jane
Birkin, Marie Laforet, Juliette Greco o Barbara.
Las estrellas de cine como Brigitte Bardot, Catherine
Deneuve o Alain Delon, han hecho también su aporte al género. La nueva
generación de Chansoniers está compuesta por Patricia Kaas; Keren
Ann; Carla Bruni y Coralie Clément entre muchos más. Si
bien la Chanson
es un fenómeno decididamente francés, ha emergido de vez en cuando en el
mercado internacional.
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