El Jazz
Latino es una rama del Jazz que se nutre de ritmos africanos y
caribeños. Se originó a finales de la década de 1940 cuando Dizzie
Gillespie comenzó a combinar el ritmo y la estructura de la música
afrocubana ejemplificada por Machito y Sus Afrocubans, con
instrumentos de Jazz. La conga, timbal, güiro y claves son instrumentos que
contribuyen al sonido latino. Las dos principales ramas del Jazz Latino son la
afrocubana y la brasileña.
El Jazz afrocubano se nutre de la Salsa, el Merengue, el Songo, el Son, el Mambo, el Bolero, la Charanga y el Cha cha cha. El Jazz Latino brasileño incluye a la Bossa Nova y la Samba. Otras no menos importantes corrientes del género son la Onda Nueva Venezolana, el Candombe uruguayo y el Tango Contemporáneo argentino. El New Latin es la versión progresiva del Jazz Latino desarrollada en décadas recientes. Un elemento fundamental es el uso de la batería, logrando la asimilación de los elementos rítmicos latinos en un solo instrumento, como es el caso de Michael Camilo y Negroni’s Trío. Como intérpretes importantes del género podemos encontrar a Bebo Valdés, Rubén González, Chucho Valdés, Tito Puente, Gonzalo Rubalcaba, Jerry González, Gato Barbieri, Hugo Fattorusso y Luis Salinas. Una referencia sobre el Jazz Latino es la película/documental llamada “Calle 54”, de Fernando Trueba, en la que se puede apreciar este género y ver y escuchar a algunos de los músicos mencionados.
El Jazz afrocubano se nutre de la Salsa, el Merengue, el Songo, el Son, el Mambo, el Bolero, la Charanga y el Cha cha cha. El Jazz Latino brasileño incluye a la Bossa Nova y la Samba. Otras no menos importantes corrientes del género son la Onda Nueva Venezolana, el Candombe uruguayo y el Tango Contemporáneo argentino. El New Latin es la versión progresiva del Jazz Latino desarrollada en décadas recientes. Un elemento fundamental es el uso de la batería, logrando la asimilación de los elementos rítmicos latinos en un solo instrumento, como es el caso de Michael Camilo y Negroni’s Trío. Como intérpretes importantes del género podemos encontrar a Bebo Valdés, Rubén González, Chucho Valdés, Tito Puente, Gonzalo Rubalcaba, Jerry González, Gato Barbieri, Hugo Fattorusso y Luis Salinas. Una referencia sobre el Jazz Latino es la película/documental llamada “Calle 54”, de Fernando Trueba, en la que se puede apreciar este género y ver y escuchar a algunos de los músicos mencionados.
La historia
del Jazz Latino es dominada por el “Triángulo de Oro”, el dúo integrado por los
cuñados Frank Grillo “Machito” y Mario Bauzá; otra pareja tremenda, Dizzie
Gillespie y el percusionista cubano Chano Pozo; y finalmente, un músico
generalmente ignorado: Chico O’Farrill. “Machito” y Bauzá se conocieron en La
Habana en la década de 1920. Bauzá aprovechó la migración de portorriqueños y
cubanos hacia Nueva York para establecerse allí. En los años 30 tocó el
clarinete y la trompeta en varias orquestas de Jazz. En 1939 se le unió su
cuñado Machito que tiempo después formó su propia orquesta. Mientras tanto
Bauzá tocaba en la orquesta de Cab Calloway, en la que fue sustituido por
Dizzie Gillespie cuando Bauzá se hizo cargo de la dirección de la orquesta de “Machito”, los Afro-Cubans,
que fueron los primeros en incorporar armonías y solos de Jazz utilizando una
sección completa de percusiones afrocubanas. En ella hicieron sus primeras
armas percusionistas como Chano Pozo y Tito Puente. Fue la primera agrupación
jazzística latina que alcanzó un gran éxito. Otro factor decisivo en la mezcla
del Jazz con los ritmos cubanos fueron las llamadas “descargas”, las jam
sessions que los músicos cubanos realizaban en la isla: reuniones en las que
músicos improvisaban, realizaban las descargas de ideas musicales. Con ellas se
puede decir que el Jazz afrocubano nació simultáneamente en La Habana y Nueva
York.
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