La Banda
Sinaloense, o Tambora Sinaloense, es un tipo de
ensamble de música, de género musical tradicional y popular, el cual es
culturalmente establecido a principios de la década de 1920 en el Estado de
Sinaloa, México. Es un género con remanentes europeos, al estilo de las
fanfarrias europeas. Sin embargo, como muchas otras agrupaciones de vientos
tradicionales de México, interpreta un repertorio variado, en el que predominan
Sones tradicionales, Rancheras, Corridos, Polkas, Valses, Mazurcas, Chotis
; todo ello adaptado a la sensibilidad de los habitantes de esta región mexicana, además de música popular como baladas románticas y Cumbia. A finales del Siglo XIX, en todas las regiones de México existían ensambles de instrumentos de viento que tocaban en regimientos militares, fiestas de pueblo y procesiones religiosas. Las primeras bandas sinaloenses se formaron por gente que desertaba de las bandas militares de las bandas militares y municipales y se iban a vivir a los pueblos serranos. Es así como hacia 1880 empezaron a surgir en algunos pueblos de Sinaloa, especialmente de la zona serrana, donde ya tenían sus bandas de música que utilizaban bombardinos, tubas y saxofones. La particularidad geográfica del Estado de Sinaloa, ubicado entre el mar y la sierra, y con difícil acceso al resto de México, permitió que los diversos ritmos de origen europeos se mantuvieran vigentes entre la población rural. El particular sonido de la Banda Sinaloense es muy similar al de las bandas de viento francesas y alemanas, en lo cual radica la diferencia en la ejecución musical de las bandas del centro-norte de Sinaloa con las del Sur de ese Estado.
; todo ello adaptado a la sensibilidad de los habitantes de esta región mexicana, además de música popular como baladas románticas y Cumbia. A finales del Siglo XIX, en todas las regiones de México existían ensambles de instrumentos de viento que tocaban en regimientos militares, fiestas de pueblo y procesiones religiosas. Las primeras bandas sinaloenses se formaron por gente que desertaba de las bandas militares de las bandas militares y municipales y se iban a vivir a los pueblos serranos. Es así como hacia 1880 empezaron a surgir en algunos pueblos de Sinaloa, especialmente de la zona serrana, donde ya tenían sus bandas de música que utilizaban bombardinos, tubas y saxofones. La particularidad geográfica del Estado de Sinaloa, ubicado entre el mar y la sierra, y con difícil acceso al resto de México, permitió que los diversos ritmos de origen europeos se mantuvieran vigentes entre la población rural. El particular sonido de la Banda Sinaloense es muy similar al de las bandas de viento francesas y alemanas, en lo cual radica la diferencia en la ejecución musical de las bandas del centro-norte de Sinaloa con las del Sur de ese Estado.
La
instrumentación básica de las Bandas Sinaloenses está integrada por saxofón o
tuba, llamada “tuba de pecho”, uno o dos saxos altos, denominados popularmente
“charcheta” o “cococha”. Generalmente el mismo ejecutante de saxo utiliza
ideófonos para el acompañamiento rítmico. Además se utilizan clarinetes,
trompetas, trombón tenor de pistones o válvulas. Al principio sólo se
utilizaban dos de cada ejemplar, sin embargo, se aumentó a tres para hacer la
armonía de las voces más completas. Entre las percusiones figuran el bombo o
tambora común, de 18 a 22 pulgadas de diámetro, hecho con madera de guásima,
con cuero de chivo, al que se le anexan dos platillos, usados por el mismo
ejecutante. Tarolas de origen cubano, aunque en un principio se utilizaban
redoblantes y toms. Las primeras grabaciones de Banda Sinaloense la realizaron Los
Guamuchileños, en 1952, y El Recodo, en 1958. Pero estos
primeros registros eran solamente instrumentales, pues para cantar con Banda
Sinaloense entre las décadas del 40 y 60, era necesaria una voz potente. En los
años 80 surgió una nueva generación de cantantes, quienes apoyados por modernos
recursos tecnológicos, dieron un nuevo impulso al género, para entonces ya
conocido en todo México y Sur de EEUU. En el estilo sinaloense se encuentra muy
arraigado interpretar canciones provenientes de otros lugares del país, así
como también del extranjero. A finales de la década de 1980 surgió la Technobanda,
que prescindía de algunos instrumentos tradicionales para reproducir
electrónicamente un sonido similar. Sin embargo no dejaron de compartir público
con las agrupaciones más tradicionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario