La Trova Rosarina es el nombre con que se identifica a una
generación de músicos de la ciudad de Rosario, surgida a comienzos de la década
de 1980. El movimiento se caracterizó por una variedad de propuestas
innovadoras para la música popular. Atravesando la hostilidad de la cruenta
dictadura militar, un grupo de artistas rosarinos decidió elevar sus canciones,
que bajo el influjo de la voz de Juan Carlos Baglietto, hicieron
asomar a un singular colectivo. Con la denominación de Trova Rosarina, que
aludía a la Nueva Trova Cubana, muy en boga por entonces, estos creadores nunca
dieron forma a un conjunto establecido pero indudablemente sumaron sus
diferencias para conformar un estilo de canción que modificó a la música
popular argentina. La Trova Rosarina no sonaba a Rock, ni a Pop, ni a Folklore,
ni a Tango, pero tenía inevitables influencias de estos géneros. En aquel
tiempo los adolescentes rosarinos conocían y escuchaban el llamado Rock
Nacional que en algunos casos, con metáforas brillantes, sobrevivía y
enfrentaba decididamente a la dictadura militar. Tenían la posibilidad de
vivenciar el devenir del Rock en castellano con otro hijo de Rosario, que había
impulsado al género: Lito Nebbia. Cada uno tenía sus grupos pero poco a poco
comenzó a fusionarse la movida y surgió una gran camaradería que estaba
vinculada a la solidaridad y a la necesidad de protegerse. Los músicos de
Buenos Aires comenzaron a hablar bien de sus colegas rosarinos y en las radios
porteñas ya se mencionaba a los talentosos de la Trova Rosarina.
La Trova Rosarina impactó en una sociedad conmovida por la Guerra de
Malvinas. La formación encabezada por las interpretaciones de Baglietto, pero
también sostenida por Fito Paéz, Adrián Abonizio, Jorge
Fandermole, Rubén Goldín, Silvina Garré, Sergio Sainz, Marco
Pusineri, Héctor de Benedictis y el fallecido Lalo de los Santos,
irrumpió con un repertorio melancólico, agudo e intenso que supo narrar su
época al calor de los diversos ritmos. El acontecimiento después del cual
empezaron a concitar el interés en la escena nacional, y a ser nombrados por el
periodismo como la Trova Rosarina, fue un multirecital en el estadio Obras
Sanitarias, impulsado por la revista Humor, en repudio a la actuación en
Argentina de Frank Sinatra, traído por Palito Ortega. Otro de los pilares donde
se sustentó la atención generalizada por la inédita banda de rosarinos, fue el
por entonces importante Festival de Rock de La Falda. Baglietto desembarcó con
su banda y un puñado de canciones comprometidas que llevaban. Impactaron en una
multitud ávida por escuchar, resistir y apreciar cosas nuevas. La salida de la
Trova al gran público fue de la mano del disco de Baglietto “Tiempos
Difíciles”, título que ilustra acabadamente la época y los avatares del
momento. Cada uno de los integrantes del grupo de Baglietto siguió su propio
camino, singular y sin duda exitoso en relación a las expectativas personales,
llevando cada carrera el sello inconfundible de su autor.
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