miércoles, 5 de noviembre de 2008

Música Afroperuana



La comunidad afroperuana ha tenido una importante participación en la cultura y el folklore costeño peruano desde el inicio de la colonia hasta la actualidad. Toda la costa peruana tiene influencia negra en las danzas, el canto, la literatura y la gastronomía del Perú. También en las manifestaciones religiosas y el deporte popular, los afroperuanos han tenido mucha participación. Muchas regiones peruanas fueron pobladas por haciendas arroceras y arroceras donde vivían muchos esclavos negros. Melodías, cantos y danzas afroperuanas conocidas en Latinoamérica son por ejemplo, el pícaro Festejo, el amestizado Landó, el Ingá, los dulces Pregones, los Agüenieves, las Marineras y el alegre Panalivio. El Agua ‘e Nieve es un baile de zapateo competitivo entre bailarines independientes de ambos sexos. Se acompañaba con guitarra y únicamente se conserva una melodía. La zona donde se practicaba era el distrito de Huaral. El Amor Fino es un género musical cantado que no se baila. Es un canto de competencia entre un número indeterminado de personas acompañadas de un guitarrista. Se practicaba en Lima y en el Norte. El Baile de Frente u Ombligada era una danza erótico-festiva ya desaparecida, que hacía una clara alusión a la fertilidad. El Baile ’Tierra o Golpe ‘Tierra es una danza vigente en algunas zonas. Se denomina “Baile de Tierra” para diferenciarlo de los que se bailan en tablados o escenarios. El Cabe, al parecer, era una danza de competencia en que los bailarines trataban de engancharse las piernas, así como en Brasil y otros países donde los grupos de negros practicaban la danza como una forma de entrenamiento física para la pelea corporal. La Conga es un género musical oriundo de Chiclayo y es un estilo que se cultiva especialmente para resaltar eventos o acontecimientos históricos. El Congorito es otro estilo musical cuya característica principal es la repetición del estribillo “Congorito digo yo, Congorito”, alternándose con cuartetas diversas. El Landó es un género musical del que aún no se sabe el origen. Se lo ha relacionado con el Lundu o Lundum africano. En el Landó Danza se hace referencia a un tipo de baile natural de Angola, y que fue traído por los esclavos a Brasil, Haití y las Antillas. Sigamos repasando los diferentes estilos musicales aportados por los africanos al folklore peruano.
La Resbalosa, se cree que lleva ese nombre por el tipo de paso al bailar, el típico escobilleo que es como resbalar los pies. Sin embargo en algunos lugares se llama Refalosa, que posiblemente venga de Refalar, que significa quitarse una prenda, despojarse de algo, en castellano antiguo. El Son de los Diablos es una danza que se originó en el Corpus y pasó luego a ser danza de Carnaval. Representa al Diablo (con máscara, cola y tridente), que sale por las calles con una comparsa a cargo de un Caporal. La coreografía se compone de pasadas de zapateo y movimientos acrobáticos así como gritos para asustar a los transeúntes. Se acompaña con guitarras, cajas y quijadas de burro. El Hatajo de Negritos es una cuadrilla, comparsa o grupo de baile masculino que se organiza para adorar al Niño Dios en Navidad. Es practicada por niños y jóvenes dirigidos por un Caporal. Se canta y baila acompañados por violines y campanillas y campanillas que llevan los bailarines en sus manos. Aunque es una danza religiosa, sus contenidos aluden a temas amorosos, sociales e históricos. La Marinera tiene su origen en la Zamacueca o Mozamala. Esta danza costumbrista de parejas se originó en la costa Norte peruana, en La Libertad. En su origen, deriva de danzas africanas bailadas en la costa de Perú. La versión norteña es más alegre y movida que la capitalina. La danza representa la persecución del gallo a la gallina, el enamoramiento de aves y la pelea de gallos. Para su vestuario la mujer usa una especie de camisón llamado Anaco, que sobresale sobre la falda ancha pegada a la cintura. También son muy vistosas las Dormilonas, que son pendientes artísticos trabajados en filigrana. El hombre usa sombrero de paja fina, camisa blanca o a rayas, y pantalón blanco o negro. En sus comienzos esta danza era conocida como Chilena, pero luego de la guerra con Chile, se la pasó a llamar Marinera en homenaje a la Marina peruana. Los conjuntos profesionales de músicos y bailarines, son la principal fuente de recreación de las danzas afroperuanas que se cultivan en la actualidad. Cantantes como Lucila Campos, Eva Ayllón y Arturo “Zambo” Cravero, han fortalecido el cultivo de estos géneros y la ampliación de los repertorios.





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