jueves, 13 de noviembre de 2008

Folk



La historia del Pop sería incomprensible sin conocer las interacciones que se fueron produciendo entre el Rock y los ritmos con el que convivía. A principios de los 60 surgió el Folk, que tenía más que ver con las viejas tradiciones norteamericanas que con las nuevas experiencias musicales. La palabra Folk define diversos tipos de músicas populares caracterizadas por la amalgama y el mestizaje. La capacidad de crítica y la oposición al poder establecido fueron dos características fundamentales de los primeros cantantes de Folk y continuaban vigentes cuando a finales de los 50 volvió al primer plano. Dos de los principales maestros para la nueva generación de cantantes Folk fueron Woody Guthrie y Leadbelly. Guthrie fue el primer punto de apoyo para el renacimiento de este estilo. Compositor excepcional, prolífico y comprometido, creó canciones que fueron rápidamente populares. Parte de su influencia llegó a los jóvenes a través de Pete Seeger, al que también inculcó ese espíritu vagabundo que más tarde recogieron los poetas de la nueva generación Folk de los 60. Por su lado Leadbelly representó el lado negro y marginado y su música se propagó con grupos como The Weavers. Cuando en 1959 los organizadores del prestigioso festival de Jazz de Newporí decidieron abrir una sección dedicada al Folk no sabían que estaban colaborando para crear una de las grandes fuerzas sociales de los 60: la de la canción de protesta. Aquel 1959 salió consagrada de Newport una universitaria de origen mexicano llamada Joan Baez, pacifista acérrima y dueña de una bellísima voz de soprano. Uno de los músicos más geniales surgidos del Greenwich Village fue Bob Dylan. Su biografía está llena de exageraciones como decir que era huérfano, huido de su casa y devuelto al hogar por la policía, miembro de un circo, vagabundo por todo el país pasando miserias infinitas, amigo personal de uno de los más grandes bluseros del sur, un tío suyo era jugador en Las Vegas, otro era un indio Sioux y un tercero, ladrón profesional. Hasta muchos años después no se desenmascararon esos ribetes falsos. Su primer disco fue un fracaso comercial. Luego llegaron The Freewheelin'Bob Dylan, en 1964, y The times they are changin', en 1964, se convirtieron en el núcleo de sus más celebradas canciones de protesta. Nadie había escrito mejores canciones sobre la guerra, el pacifismo, la segregación racial y la realidad social de una generación que buscaba esperanzas. La inmersión de los músicos en viejos sonidos les sirve para descubrir realidades sonoras bastante lejanas de las raíces. Algunos prefieren bucear en universos oscuros como el Blues, Blues Grass o Jud-band music, pero la mayoría creó música de su tiempo.
Woody Guthrie
Con el surgimiento de los Beatles resucitó el Rock con sentido de contemporaneidad. El cimbronazo se hizo sentir en todas las capitales del Folk-revival, desde el Greenwich Village newyorkino hasta clubes de Los Angeles, Boston o Toronto. De repente muchos aprendices de Folk se reconciliaron con su amor primero, el Rock and Roll. Por otra parte, el ambiente Folk se había enrarecido. La lógica de dólares generó una demanda de Folk comercial, como los advenedizos de Sonny and Cher que se quejaban por que la sociedad los trataba mal por su aspecto llamativo. El paso al Rock es un es un impulso generalizado. No se trata únicamente del injerto de dos estilos, aunque haya discos confeccionados a lo Frankestein, basta comparar la versión de los Byrds de Mr Tambourine man con la original de Dylan, Me Guinn reordenó la letra, eliminó versos, disminuyó el tiempo y añadió un rico arreglo instrumental. Una vez superado el escepticismo inicial de los puristas, numerosos músicos se aventuraron en el terreno del Folk Rock. Miles de jóvenes con guitarra eléctrica comenzaron a protestar. Corría el año 1965 y las emisoras se llenaron de adaptaciones ruidosas de letanías de Dylan, anuncios del Apocalipsis, mensajes risueños de "love spontful", cantos de alienación como Los sonidos del silencio, de Paul Simon, o las suntuosas voces de unos bohemios que se hacen llamar The Mamas and the Papas. La gran mayoría de estos nuevos folkies se limitó a copiar el estilo y las canciones del maestro, mientras unos pocos componían y algunos desarrollaron bellas fórmulas sonoras. El Folk-Rock es la simiente de la revolución músico-cultural de 1967. Se amplió el límite de lo que se podía cantar, brotó el deseo de articular los sentimientos juveniles ante Vietnam y otros dilemas de unos años que se prometían felices. El impacto también llegó hasta Europa con oportunistas como el francés Antoine, hasta Adriano Celentano fue a San Remo con su propia canción de protesta de circunstancia.












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