sábado, 2 de agosto de 2025

Runonlaulu (Finlandia)

 


 

El Runonlaulu, o “canto de runas”, es la forma de arte musical más antigua y fundamental de Finlandia. Más que un simple género musical, es la voz de la historia, la mitología y la identidad finlandesa. Sus orígenes se pierden en la niebla de los siglos, pero su legado resuena con una fuerza innegable en la cultura moderna del país. El Runonlaulu no es la música que acompaña al Kalevala, la épica nacional, sino la forma misma en que esta monumental obra poética fue contada y preservada durante milenios.

Las raíces del Runonlaulu se encuentran en las comunidades finas y carelias, una cultura de cazadores y agricultores que habitó la región que hoy es Finlandia y la Carelia rusa. Estos cantos florecieron en la Era de los Vikingos y durante la Edad Media, sirviendo como el principal medio para transmitir la historia, la cosmología y las creencias de generación en generación. Los cantores, a menudo chamanes o figuras de gran respeto, memorizaban miles de versos.

La llegada del cristianismo a Finlandia, a partir del siglo XII, tuvo un impacto profundo en esta tradición. En las regiones occidentales del país, la influencia de la iglesia y la nueva música sacra hizo que el Runonlaulu, con sus orígenes paganos, se desvaneciera. Sin embargo, en las regiones más remotas del este, especialmente en Carelia, el canto de runas se mantuvo vivo como una tradición oral ininterrumpida.

El mito de origen más famoso del Runonlaulu está entrelazado con el del kantele, el instrumento nacional de Finlandia. El Kalevala cuenta que el héroe-mago Väinämöinen creó el primer kantele con la quijada de un lucio gigante y el pelo de una doncella. Su música era tan poderosa que calmaba las aguas y hacía que todas las criaturas se reunieran a su alrededor para escuchar. Esta historia subraya el poder mágico que se atribuía a la música y a las palabras de las runas.

El momento culminante en la historia del Runonlaulu llegó en el siglo XIX, cuando el médico y filólogo Elias Lönnrot viajó incansablemente por Carelia. Lönnrot recopiló los cantos de los últimos grandes cantores de runas, como Arhippa Perttunen y Larin Paraske, y, a partir de estos versos, compiló y unificó la historia del Kalevala. Su trabajo no solo preservó estas antiguas leyendas, sino que también elevó el Runonlaulu de una tradición oral regional a la forma poética que dio forma a la identidad cultural y nacional de Finlandia.

El Runonlaulu no se parece a las formas musicales que se conocen hoy. Es un canto de una belleza hipnótica y una estructura rígida que revela su antigüedad y su función mnemotécnica.

La melodía del Runonlaulu es un canto monótono o recitativo, con un rango melódico muy estrecho, a menudo limitado a solo cinco notas (un pentacordio). La melodía se repite constantemente, creando una sensación de trance y continuidad que ayuda a los cantores a memorizar y a la audiencia a concentrarse en la historia. La voz es clara y sin vibrato, con un tono más nasal y enfocado que la técnica vocal occidental.

La música del Runonlaulu está inextricablemente ligada a la métrica del Kalevala, un metro de ocho sílabas con acentuación troquea, donde la primera sílaba de cada verso es acentuada. Esta métrica es lo que le da al Runonlaulu su ritmo característico. Además, la poesía se basa en la aliteración y el paralelismo, donde los versos se repiten con diferentes palabras, reforzando la narrativa y facilitando la memorización de las largas epopeyas.

La forma más común de interpretar el Runonlaulu era el “dueto de runas”. Dos cantores se sentaban frente a frente, a menudo con un paño entre ellos para concentrarse. Uno era el “cantor principal” o precentor, y el otro era el “respondedor”. El precentor cantaba un verso, y el respondedor se unía en las últimas sílabas, repitiendo el verso completo. Esto creaba una superposición constante de voces, un eco que aseguraba la fluidez del canto y le daba al precentor tiempo para recordar el siguiente verso.

La voz era el instrumento principal del Runonlaulu, y su forma más pura era a capella. Sin embargo, cuando se utilizaba acompañamiento, este era intencionalmente minimalista para no distraer de las palabras.

El kantele es el instrumento que más se asocia con el Runonlaulu. Su sonido suave y melódico era el telón de fondo perfecto para el canto. El kantele se toca con un ritmo constante, casi hipnótico, que se alinea con el metro del Kalevala. Su papel no es el de un instrumento solista, sino el de un compañero rítmico y armónico que ancla el canto.

Aunque menos comunes, otros instrumentos como el jouhikko (una lira de arco), el virsi (un arpa de arco) y la flauta de pastor se utilizaban en algunas regiones. Sin embargo, su uso era secundario y no tan extendido como el del kantele.

El Runonlaulu como tradición viva comenzó a declinar en el siglo XIX. Factores como la modernización, la industrialización y la creciente influencia de la música de Europa Central contribuyeron a que las nuevas generaciones dejaran de lado los antiguos cantos. La recopilación de Lönnrot, aunque heroica, fue en muchos sentidos una lápida para una tradición que ya se estaba extinguiendo.

Sin embargo, en el siglo XX, el Runonlaulu experimentó un renacimiento. La música folklórica se convirtió en una parte central de la búsqueda de la identidad nacional finesa. Académicos, músicos y entusiastas comenzaron a estudiar las grabaciones de Lönnrot y las pocas grabaciones fonográficas que se hicieron a principios de siglo.

Hoy en día, el Runonlaulu no es una reliquia, sino una fuente de inspiración. Grupos como Värttinä han tomado el Runonlaulu como base para su sonido, fusionándolo con instrumentos modernos, complejos arreglos vocales y un ritmo más dinámico.

El canto de runas se enseña en escuelas de música y su influencia se puede ver en el cine, el teatro y la literatura. Ha pasado de ser una tradición oral a una forma de arte que se celebra y se adapta a las nuevas sensibilidades, manteniendo su esencia poética y su conexión con la historia.

El significado del Runonlaulu va mucho más allá de su valor musical. Sus versos no eran solo poesía; se creía que tenían un poder mágico, llamado väki. Los cantos se utilizaban para conjurar fuerzas sobrenaturales, curar enfermedades y controlar los elementos. El canto era un ritual, y el cantor un intermediario entre el mundo humano y el mundo de los espíritus.

El Runonlaulu es el corazón de la identidad finlandesa. Es una de las pocas tradiciones orales europeas que sobrevivió con tal fuerza y que dio lugar a una épica nacional tan sólida. A través de sus versos, los finlandeses modernos pueden conectar con una visión del mundo que se ha perdido en la mayoría de las culturas occidentales: una en la que la naturaleza es sagrada, las palabras tienen poder y los ancestros todavía hablan a través del ritmo hipnótico de un canto ancestral.

 

 

Fuentes:

 

• Sibeliusencastellano.blogspot.com

• Wiki.aineetonkulttuuriperinto.fi

• Muhi.uniarts.fi

 


 








































No hay comentarios:

Publicar un comentario