La música y la danza Takamba se originaron en el Imperio Songhai en el siglo XV, con Gao como su capital cultural y comercial. Antes de ser conocida como Takamba, esta música era interpretada por los griots (narradores de historias) y herreros tamasheq de la región de Gao para celebrar el final de la cosecha, dar la bienvenida y alentar a los guerreros que regresaban de la batalla y para alabar a las familias nobles.
El griot, en posición sentada,
tocaba el tehardent, también conocido como kurbu por el pueblo songhai o más
comúnmente como ngoni (instrumento mezcla de arpa y de laúd). El Takamba
ha evolucionado gradualmente a través del contacto con las poblaciones songhai,
enriqueciendo la vida cultural de las familias nobles que vivían en los
campamentos tamasheq. El asentamiento de la población tamasheq en un barrio
mixto condujo a una fusión cultural, cuya música, el Takamba, era una forma de
expresión. La palabra Takamba tiene su origen en el pueblo
de Temera, situado entre Tombuctú y Gourem. La gente de la región hablaba de un
maestro tamasheq y su griot que estaban acampando un día cerca de Temera. Al
oír el sonido del tehardent, los habitantes de la aldea songhai se acercaron a
los dos hombres. Fascinado por la belleza de una de las mujeres, el maestro
quiso tenderle la mano. Su griot le habló a la mujer diciéndole “takamba”, que
significa “toma la mano”. Así nació el término Takamba en Temera, un
pueblo rebautizado en honor a la música. Otra versión cuenta la historia de
Mahamana Zaou Sadio, un songhai que invitó a un griot tamasheq a su pueblo para
celebrar la boda de su hija. Seducidos por la lánguida música, los songhai
comenzaron a solicitar a los griots tamasheq que cortejaran a las mujeres. Hasta
los años 60, el Takamba se cantaba y solo lo acompañaba el tehardent, al que se
sumaban esporádicamente palmas como percusión. El baile era sutil y se
realizaba sentado. El Takamba se extendió desde este
pueblo para convertirse en música festiva durante las reuniones sociales y
religiosas de Songhai. Tanto para los hombres como para las mujeres, ofrecía
una oportunidad de encontrarse y participar en gestos sutiles que estaban prohibidos
en la vida cotidiana.
En la década de 1970, el Takamba, a través de una
generación de músicos Songhai y Tamasheq, se desarrolló hasta convertirse en la
forma popularizada de hoy: un grupo compuesto por dos intérpretes de ngoni
(bajo y solista), el intérprete de calabash (instrumento de percusión), el
cantante principal y bailarines. Ahmed Ag Assalat, considerado como
una de las mayores inspiraciones contemporáneas de Takamba, es un intérprete
de ngoni Tamasheq. Conocido como el “gran griot”, introdujo a su sobrino Sahaloun
(o “pequeño griot”) en su arte. En su familia, Yehia Mbala Samake se ha
convertido en una figura destacada como intérprete de ngoni. Hoy es el
intérprete principal del grupo Super Onze de Gao. Maestros
indiscutibles de la música Takamba, Haziz Touré, Assalya
Samake y Agita Moussa Maïga fundaron Super Onze de Gao en
1979. Afizou Touré, un entusiasta aduanero de Songhai, trabajó
incansablemente para promover y revivir la música Takamba en los años 80 y
90. Como productor, invirtió en equipo: micrófonos, altavoces, instrumentos y
grabó Super Onze en 1994. En ese momento, el Takamba había
evolucionado en su práctica instrumental y danza y la calabash se introdujo
junto con el ngoni. Yehia Mbala Samake y Douma Maiga revolucionaron la
interpretación de esta guitarra tradicional de tres cuerdas componiendo,
improvisando y, a veces, conectando el ngoni a amplificadores. Los bailarines
ahora estaban de pie, concentrados en la parte superior del cuerpo, con
movimientos lentos de los antebrazos y el torso ondulando de manera lúdica. Las
canciones promovían valores contemporáneos como el honor, el amor y la
generosidad. La danza Takamba, fundamentalmente lúdica,
era un lenguaje en sí misma y se interpretaba en bodas, bautismos y ceremonias
de circuncisión. En 1986, Douma Elbaka, guitarrista de la National
Orchestra of Gao, tocó por primera vez la música Takamba con la guitarra
eléctrica. Fue un éxito. Los músicos populares del Norte, en su mayoría
songhai, añadieron los ritmos Takamba a su repertorio,
contribuyendo a su amplia difusión.
Así fue como la canción “Wahono”
fue popularizada por Oumou Sangaré. Baba Salah, guitarrista
de la cantante en 1995, también es en este sentido un precursor del Takamba,
experimentando con la música como no-griot mientras estudiaba en el Instituto
Nacional de Artes de Bamako. Su primer álbum en solitario, “Gao”,
incluía dos canciones Takamba. Considerado hoy como uno de
los mejores guitarristas de su generación, es el embajador cultural del Sahel
de la misma manera que Ali Farka Touré, Afel
Boukoum, Habib Koité, Sidi Touré, Khaira Arby o el grupo
tamasheq Tartit. Estos reconocidos artistas han popularizado la música Takamba
y su danza en todo Mali, tanto como fuente de experimentación artística como
música para celebraciones religiosas y sociales. A pesar las modificaciones de
finales del siglo XX, se trata de una forma antigua, que a menudo se toca con
instrumentos hechos a mano que, aparte de algún que otro micrófono de contacto,
no han cambiado en siglos. El instrumento principal es un laúd de cuatro o
cinco cuerdas llamado ngoni en bambara o tehardent en tamasheq. Tiene un mástil
sin trastes, una cuerda de bordón y se pulsa. La técnica tradicional, que
destaca por los hammer-ons, permite una ráfaga de notas en rápida sucesión. La
percusión que acompaña se toca con una calabash, la mitad de una calabaza
grande que se golpea con el puño, la palma abierta o anillos metálicos para
crear el ritmo único y estridente del Takamba. En esencia, se trata de una
música compuesta de repetición y cambio, con patrones armónicos y rítmicos en
bucle que comienzan, se detienen y se entrelazan entre sí en un paisaje musical
en constante movimiento. En los años 2000, el Takamba se expandió
internacionalmente gracias al éxito de Super Onze en el Festival sur le
désert de Essakane.
Numerosos músicos (entre ellos, los artistas británicos Robert
Plant y Justin Adams) quedaron impresionados por su actuación en la
tercera edición del festival en 2003. En 2008, Super Onze participó en
el festival Sfinks en Bélgica. Su encuentro con el DJ neerlandés Horst
Timmers, permitió al Takamba brillar en Europa. En el
festival Essakane, el DJ quedó fascinado por el ritmo de Takamba y su sonido fuera
de ritmo. Ya estaba pensando en cómo incorporar un ritmo electrónico para
acentuar la melodía. Timmers se reunió con el grupo unos
años más tarde, grabó su música y ayudó a promocionar un nuevo álbum, lanzado
en Europa en 2010 bajo el sello Two Speakers. El DJ también involucró al grupo
en un proyecto en el que el Takamba se encuentra con la música
electrónica, “Future Takamba” con DJ Lottie, una famosa DJ electrónica
del Reino Unido, seguido de una gira por Nederland, Bélgica y el Festival de
Ségou en Mali. Hoy en día, el Takamba se baila en su región natal,
así como en otras regiones de Malí y en los países vecinos a los que viajan las
comunidades songhai y tamasheq (como Níger, Argelia y Burkina Faso). Si bien
los griots de Super Onze de Gao, Super Khoumeissa y Super Foghas actúan cada
semana en las bodas songhai, el Takamba también se escucha en el
corazón de la capital. En Bako Djikoroni, los jóvenes bailan cada fin de semana
al ritmo del Takamba interpretado por artistas populares como Babah
Salah, Issa Touré y Omar Konaté.
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