En la región andina de Moquegua (Perú), las comunidades del valle de Tixani son herederas de muchas tradiciones preincaicas. A través del tiempo han desarrollado expresiones artísticas basadas en esta herencia cultural que han devenido en la representación de su propia identidad cultural.
La danza Sarawja,
bailada durante las celebraciones de navidad y Semana Santa, es emblemática de
los pueblos de Carumas, San Cristóbal y Cuchumbaya. Cada año, danzantes que
ahora viven en la ciudad de Moquegua, regresan a participar en las
celebraciones. El Sarawja es una de las danzas de Moquegua (Perú) que pone en
escena una de las costumbres de gran importancia en los pueblos de los
distritos de Cuchumbaya, San Cristóbal y Carumas, en el departamento de
Moquegua, lo que se conoce como zona del Ticsani. Esta manifestación artística
representa las actividades que conforman esta festividad. La danza del Sarawja
es sinónimo de alegría, que es transmitida a través del canto y zapateo de los
danzantes que va acompañado de las hermosas melodías de los charangos. El Sarawja
es la expresión folklórica de origen mestizo pero con presencia andina. Se
baila en homenaje a la resurrección de nuestro señor Jesucristo. El Sarawja
se realiza entre los días martes a viernes de la semana siguiente a Semana Santa,
razón por la que a veces recibe el nombre de Pascua. A lo largo de estas
fechas, grandes grupos familiares organizados en comparsas de baile y música
visitan a parientes y amigos por diversos pueblos del valle, mientras que los
anfitriones reciben a los visitantes con productos locales como frutas y platos
preparados con cereales y tubérculos. En el día que corresponda, estos mismos
anfitriones salen a danzar en otra comparsa para visitar los pueblos de los
parientes que antes recibieron en sus casas, en señal de reciprocidad. Bajo
este sencillo esquema, esta costumbre moviliza a miles de personas de los
centros poblados de la región del Ticsani, como también a los coterráneos que
viven en las ciudades de Moquegua, Arequipa o Lima. El desarrollo coreográfico
de la danza se realiza mediante rondas de varones quienes van tocando sus
charangos, mientras las mujeres van dando vueltas a la vez que cantan sus
refranes, de esta forma van todos bailando de pueblo en pueblo.
Los danzantes
acompañan al devoto empezando de la toma del agua, amenizando con sus melodías
tristes, interpretando con sus instrumentos mensajes a la tierra, con la
finalidad de conseguir su perdón, y al mismo tiempo reciba las ofrendas que le
entregan como pago. El Sarawja es interpretado por grupos
conformados tanto por lazos de parentesco como por lazos de afinidad como la
amistad y el paisanaje, factor que le hace trascender el grupo familiar
nuclear. Así, algunas comparsas pueden estar compuestas por ocho hombres y diez
mujeres y otras tener hasta cuarenta integrantes de ambos sexos. Generalmente,
los participantes son parejas de esposos que se encuentran alrededor de los
treinta años u hombres o mujeres jóvenes en edad casadera, aunque también es
posible que una persona casada participe sin que su pareja se encuentre en la misma
comparsa. Cada conjunto, además, mantiene una organización dual, pues tanto los
hombres como las mujeres tienen un capitán que es elegido en virtud de su
experiencia. La función de esta persona es orientar al conjunto sobre la
tonalidad a seguir y recordar la letra que ha sido compuesta para la ocasión. Cada
comparsa visita un número de pueblos con los cuales mantiene algún vínculo de
parentesco o amistad dentro del área misma del valle. La visita de cada
comparsa es anunciada con toques a rebato de las campanas de la iglesia local y
es correspondida con el saludo de las autoridades y la población en general en
la plaza central del centro poblado. A los participantes se les invita comida
hecha con los productos de cada localidad y, en respuesta, los visitantes
ofrecen cerveza a sus anfitriones. Por medio del Sarawja se interpretan
los más profundos sentimientos, que tienen lugar durante la vida cotidiana,
mientras para otros es una oportunidad de diversión completa. Por eso el Sarawja
es practicado con mucho sentimiento, compás y armonía. El término aimara Sarawja
se puede traducir como “me voy”, aunque en algunas ocasiones se usa como sinónimo
la palabra Sarawjatana o “vamos”. Se presume que la danza Sarawja es una referencia
a las kiwlas o aves de las alturas, los que en su cortejo realizan movimientos
circulares muy similares a los de la danza.
La música del Sarawja es interpretada
por un conjunto de charangos y un coro formado por los instrumentistas, siempre
varones, y por el grupo de mujeres que conforma el cuerpo de danza. La melodía,
cantada en aimara y castellano, alterna las voces agudas de las mujeres y las
más graves de los varones. Estas melodías son cantadas grupalmente y cada
cierto número de estrofas la tonada es silbada. No se usa percusión para la
apoyatura rítmica. La vestimenta de la danza consiste en: las mujeres visten de
dos formas, una para el martes o día del hombre y otra para el día jueves o día
de la mujer. El primer tipo de vestimenta es de color azul o negro oscuro, y el
segundo tipo de vestimenta usan polleras de colores como el rojo, celeste,
verde. También llevan la blusa llamada qawa, sombrero y flores multicolores;
pero sin embargo el color negro predomina en la montera, también se lleva en la
espalda una lliclla típica, fajas para ajustar las polleras. Por su parte, los
hombres utilizan pantalón negro, camisa o cotona, chaleco, sombrero adornados,
y sus infaltables charangos. A menudo los versos son improvisados y aluden al
amor, a su entorno, al sufrimiento y a la decepción. A través del Sarawja
interpretan también los sentimientos más profundos, ocurridos en la vida
cotidiana y para otros es la única diversión más completa, por eso el Sarawja
lo practican con bastante sentimiento, compás y armonía. La Dirección
Desconcentrada de Cultura de Moquegua, cumpliendo con la labor de salvaguardar
el patrimonio cultural inmaterial de su región, promovió en el año 2010 que se
declare como Patrimonio Cultural de la Nación al género de música y danza
aimara Sarawja.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario