En el centro geográfico del país, la provincia de Córdoba tuvo, tiene y seguramente tendrá una riquísima potencia cultural. En todas las disciplinas logra destacarse. La música es una de ellas. Allí se llevan a cabo varios festivales que permiten acercarse a su costado más popular. Artistas populares, los nuevos, los clásicos, peñas, diferentes géneros, jineteada, gastronómica regional... al que se sumó el Cosquín Cuarteto.
Ya no queda duda
que hablar de Córdoba, es hablar de alfajores, bellas mujeres y Cuarteto.
Así lo proponen Los Caligaris en “Mis tres amores” y no se equivocan,
el Cuarteto
está en el ADN de los cordobeses, de quienes lo disfrutan y de quienes no. Este
fenómeno musical y cultural de las clases populares sigue en constante
crecimiento y desde sus inicios hace ya casi 70 años se esparce por las
distintas provincias de nuestro país y por algunos puntos recónditos del
planeta. Pero la historia de la Plaza Próspero Molina y el ritmo típico
cordobés no es nueva y se remonta a fines de los 80. El 23 de enero de 1987, el
Cuarteto
estuvo incluido por primera vez en el tradicional Festival Nacional De Folklore De Cosquín.
Fue de la mano del Cuarteto Leo, con Eduardo Gelfo a la cabeza siguiendo
el legado de sus padres y abuelo, los creadores del ritmo más alegre del país.
Hoy ya nadie duda de que el Cuarteto está insertado en los
festivales de verano, incluso siendo sus artistas los más convocantes. Sin embargo,
en aquel momento era resistido por el público conservador del festival, que a
pesar de haber visto el éxito que tuvo La Leo, al año siguiente se opuso a
la llegada de La Mona Jiménez. 1988 y La Mona Jiménez transitaba sus
primeros años como solista. En el auge de “Quién se ha tomado todo el vino”,
era el número principal de la noche en la Próspero Molina con una convocatoria
nunca antes vista. Setenta mil personas rodearon el predio del festival
aclamando por su ídolo. Pero sólo pudo cumplir con cuatro temas: “Con
una agujita de oro”, “Quien se ha tomado todo el vino”, “Mi
gallo es bien gallito” y “Nuestro estilo Cordobés”. En medio
del show, los seguidores desbordaron la plaza y se generaron incidentes entre
el público, con heridos y varios detenidos.
Ese día significó la consagración
de La
Mona para toda la Argentina, porque desde allí el Cuarteto empezó a ser
considerado por todo el país. Pero también significó la expulsión de Jiménez
del Festival de Cosquín, en lo que se consideró como “una noche negra”. 24 años
más tarde, el 24 de enero de 2012 Jiménez volvió a pisar el escenario
Atahualpa Yupanqui sacándose la espina de aquella noche trunca. Fue de la mano
de Los
cuatro de Córdoba (quienes también invitaron a Chébere en 1997). A tono
con el festival, vistiendo el poncho coscoíno, recitó el preludio de la “Zamba
de Alberdi”. Lo haría varias veces más, en 2018, 2019 y 2020. El año
2004 fue el primero en que el Tunga Tunga se asentó con su propio
festival, sentando el precedente de que es posible tener una fiesta en paz y
sin problemas en la ciudad. Por el escenario pasaron La Barra, Sabroso,
La
Fiesta, Los Conejos, Don Oscar, Megatrax, Tru-la-la
y Jean
Carlos, desafiando con éxito los días de semana laborables para así
demostrar que es el género más convocante del país. En 2005, el Cuarteto
volvió a sonar en Cosquín. Por allí pasaron La Barra, Cachumba,
La
Banda de Carlitos, Banda XXI, Mega Track, Banda
Express, Orly, Sabroso, La Konga, Ulises
Bueno, Jean Carlos, Don Oscar, Carlitos Rolán, Aldo
Kustin, el Cuarteto Leo, Banda Registrada, Trulalá,
Grupomanía,
divididos por estilos en cuatro noches. En 2006, el Cosquín Cuarteto también
se extendió por cuatro noches.
La grilla estuvo integrada por estos artistas: Cuartebanda,
Banda
Registrada, Banda Chula, Tru-la-lá, Grupomanía y La
Barra. El Ritmo, Cachumba, La Banda de Carlitos, El
Tigre Ariel, Banda XXI, Mega Track y Banda
Express, Banda Swing, Orly, Sabroso, La
Konga, Ulises Bueno, Jean Carlos, Don Oscar, Rolán
-
Kustin, La Leo y Chébere. Después de estas primeras
ediciones, el Cuarteto solo se incluyó como parte de la “noche extra”, que se
sumaba a las ya tradicionales nueve lunas del festival. La última vez que los
cuarteteros pisaron ese escenario fue en febrero del 2020, pre pandemia. En
2022, el Tunga Tunga recuperó este lugar con nombre propio y se prepara
para dos bailazos al aire libre en el escenario Atahualpa Yupanqui. Cosquín
Cuarteto es un festival con grilla de artistas invitados, pero además cuenta
con certámenes previos para que las agrupaciones emergentes o aquellas que aún
no copen la escena central, tengan un lugar para hacerse populares.
Fuentes:
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