martes, 4 de julio de 2023

El Viejo y la Vieja (Nicaragua)

 


En Nicaragua existen distintos bailes nacionales, con múltiples contextos históricos y diferentes celebraciones a nivel nacional, cada uno con su estilo musical sin perder el ritmo ni el son de las marimbas o chicheros (estilo musical alegre, en cuanto a festividades).

En las fiestas de San Sebastián, patrono de la ciudad de Diriamba se hacen recorridos de procesiones, pero estas van acompañadas o amenizadas por bailes para darle alegría al largo camino, así que en estas alegrísimas festividades surge la idea de realizar una picardía bailable acerca de la tercera edad (para hacer inclusivo a los ancianos y mostrar que ellos también celebran de alguna manera u otra). Este baile satiriza la longevidad. Es una expresión cultural del mestizaje heredado de los antepasados diriambinos, lo que indica que por sus venas corre sangre indígena y española, profundas raíces que se manifiestan en su cultura. Los protagonistas son El Viejo y La Vieja, y son dos personajes que se caracterizan por bailar animadamente al son de la marimba caracterizados por dos varones que usan máscaras para cubrir sus rostros y disfrazados con atuendos estrafalarios. Se cree que la danza de El Viejo y La Vieja es una burla serenísima y majestuosa realizada por algún mestizo, cuya manifestación es de data reciente, que se da en un contexto de celebración de la fiesta patronal de San Sebastián de Diriamba, el 20 de enero. El recorrido va desde la puerta principal del frontis de la iglesia de San Sebastián hasta retornar al mismo sitio de la iglesia donde permanece la imagen, hasta el día de la procesión de la octava. Este recorrido es de ocho horas aproximadamente, y de esta forma los bailantes pagan promesa por algún favor recibido. Esta tradición permanece y se ha transmitido de generación en generación, de promesantes a promesantes que son miembros de la comunidad. En la picardía y la agilidad en esta danza se manifiesta el remoquete de El Viejo que está referido a un sinónimo de patrón o jefe. Esta actitud se refleja en el lenguaje corporal del baile del viejo y en la cara a través de una máscara que forma parte del recurso del disfraz. Tiene referencia a la mojiganga donde se repite la escena utilizando la sátira. Es ahí donde aparece la máscara y el tocado especial que el indígena lleva en la danza.
El Viejo viste de saco y camisa manga larga color blanco y de pantalón oscuro, usando sobrero de palma con cintas de colores que se adornan en la copa del sobrero. Utiliza como recurso de apoyo un bastón que le permite sostenerse. Por su avanzada edad, baila muy despacio y con elegancia a través del ritmo musical que se ejecuta con la marimba de arco. La Vieja va ataviada con un tocado y falda de colores y de abundantes elementos, los cuales debieron ser ridículos en el momento de la presentación de la mojiganga, donde se trata de imitar a una muchacha española. Usa un sombrero de palma doblado hacia arriba donde se le colocan flores y se adorna la copa del sombrero con cintas de colores. La máscara del personaje de La Vieja representa a una española guapa y burlesca que es la cara que cree tener la indígena que sale a bailar con el viejo. Se desplaza con rapidez y giros provocativos hacia El Viejo, donde demuestra su elegancia y actitud burlesca al decrépito jefe o patrón. Lleva una canasta de flores que se la coloca en la mano izquierda y en la mano derecha un pañuelo blanco para secarse el sudor al momento de danzar. Esta danza es interpretada por varones cuya caracterización requiere de indumentarias y máscaras; sus movimientos no demandan coreografías, se desplazan bordeando las hileras de manera intermitente y, la mayoría de las veces, interactúan con los danzantes y la concurrencia haciendo bromas picarescas y coqueteando con todo el público, pero cuando uno se da cuenta que el otro está coqueteando se enojan y se empiezan a pegar por “celos”. Lo más gracioso es la manera en que se deben mover para seducir a quien están enamorando.
El papel sexual de estos personajes predomina en sus movimientos alusivos al coito, además de los accesorios que utilizan, como el látigo o el bejuco, que manipulan para golpearse lúdicamente entre sí; de manera individual, el personaje del “viejo” lo dispone para imponer su presencia con el ruido del impacto; mientras la “vieja” lo emplea para zarandear las nalgas del concurrente y/o danzante al que intenta seducir. Este par de “vejetes” causan mucha gracia al danzar, ya que la avispada viejecita mueve su trasero ante el cansado anciano, quien hace un gran esfuerzo para no quedar en ridículo moviéndose como puede. Los instrumentos musicales que se usan en esta danza son; la marimba de arco, la guitarra y la guitarrilla. Se creó un son exclusivamente para esta danza que lleva el mismo nombre de “El Viejo y La Vieja”. Su ritmo es muy movido y variado cuyo compás se expresa en seis por ocho. El instrumento principal es la marimba de arco, cuya expresión musical invita a la danza que es festiva y de gran colorido. El elemento fundamental está referido a la conservación de la expresión danzaría bajo el contexto de la fiesta patronal de San Sebastián, el 20 de enero, donde los bailantes promesantes hacen uso de este recurso para pagar su promesa, y de sostener la tradición de la danza a través de lo religioso y la tradición como parte de identidad propia. El uso de instrumentos musicales como la marimba, reviste mucha importancia para la conservación de la tradición, en motivo de que la marimba es un recurso totalmente indígena.

 

 

Fuentes:

 

• Ich.unesco.org

• Wingsdancing.wordpress.com

• Tradicionesnicas.blogspot.com

 


 
















































 


 

 

















 

 

 

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