miércoles, 30 de noviembre de 2022

Tango Rock (Argentina)

 


Uno surgió cuando el otro estaba retrocediendo, pero nunca quiso reemplazarlo; con el tiempo, tangueros y rockeros encontraron la forma de coexistir como complementarios. El Tango Rock es un subgénero musical que se desarrolló en las décadas de 1970 y 1980. Enmarcado inicialmente dentro de corrientes más amplia, como el Tango de vanguardia y el Rock Progresivo, conformó su propio lenguaje y desarrolló varias líneas de características bien definidas.

Los principales músicos están radicados en la Argentina, pero también se han desarrollado en Uruguay, otros países de América Latina, EEUU y Francia. La década de 1970 fue la década más visible para la fusión, pero el estilo ha estado también bien representado durante épocas más recientes. El Rock apareció a mediados de la década de 1950 en la Argentina, y a principios de los 60 en Uruguay, se difundió entre la juventud enfrentado generacionalmente al Tango. A partir de la década de 1950 llegaría el Rock internacional, luego surgirían una serie de artistas Pop juveniles en 1959 bajo el eslogan la Nueva Ola, y a partir de 1967 estallaría el "Rock Nacional" con el tema “La balsa”, de Los Gatos. Fueron estos los géneros que expresaron a una generación que se enfrentó fuertemente con la generación de sus padres, en aspectos relacionados con la sexualidad, la moral, la libertad personal, las ideas políticas y religiosas, y los gustos estéticos. En esa "brecha generacional", el Rock y el "Rock Nacional" expresaban a una generación de jóvenes que rechazaban al Tango, por relacionarlo con la música de sus padres. El dibujante Ricardo Cohen (alias "Rocambole"), dice de aquel enfrentamiento entre el Rock y el Tango: A nadie le interesaba el Tango en esa época, por el contrario, todos lo detestaban, el Tango era la imagen de la paja, y creo que la irrupción del Rock, cuando de repente lo conocemos, es una puerta que se nos abre para poder hacer mierda ese Tango que nos hinchaba las pelotas y nos aplastaba.
Ya en los primeros años de la década de 1960, con la primera rockmanía por una estrella local, del cantante Billy Cafaro, se manifestó ese enfrentamiento Rock versus Tango en la decisión de grabar un Rock alemán de Hazy Osterwald, llamado "Kriminal Tango", que provocó serios enfrentamientos con los simpatizantes tangueros, a tal punto que lo obligó a emigrar a España. Sin embargo el Tango no estaría ausente del sonido y las letras del Rock Nacional, como se llamó en Argentina el subgénero del Rock latino cantado en español, desarrollado a partir de la segunda mitad de la década de 1960. La juventud que adoptó el Rock había crecido en casas donde sus padres escuchaban Tango de la mañana a la noche. Aún enfrentado al Tango, la influencia del Tango es visible en aquellos primeros temas de Rock Nacional argentino, como en “Yo vivo en esta ciudad” o “Che ciruja”, de Miguel Cantilo, o “A estos hombres tristes”, de Almendra, que integró al bandoneonista Rodolfo Mederos en su histórico primer álbum, o en “Ayer nomás” y “El mendigo de Dock Sud”, de Moris, o “Avellaneda Blues”, de Manal. La herencia del Tango era inevitable para los jóvenes rockeros que habían nacido escuchando Tango y que hablaban y expresaban una ciudad culturalmente esculpida por el Tango. Sin embargo, musicalmente los lazos entre el Rock Nacional y el Tango aún eran débiles y poco sistemáticos. En 1971 el grupo Opus Alfa surgió dentro de la música beat incorporado diversos estilos, como el barroco; la música celta, y entre éstos, el Tango, rompiendo así la brecha cultural existente entre la juventud de entonces y la generación anterior, marcada por el Tango. En 1977, Jaime Roos introdujo en Uruguay la Murga Beat y el concepto de tanguez comenzó a transversalizar la música uruguaya y rioplatense en todos sus géneros, incluido el Rock. El concepto fue usado por Opus Alfa, para su tema homónimo, pero se empezó a popularizar en la canción "Para la ciudad de Montevideo", de Daniel Amaro.
En 1969, el conjunto tanguero uruguayo Camerata de Tango grabó su primer disco “Chau che”, incorporando elementos del Jazz y del Rock, sin embargo, el encuentro entre el Tango y el Rock recibió un impulso decisivo cuando el músico tanguero Ástor Piazzolla y su conjunto electrónico grabó “Libertango” en Italia, en 1974. El impacto fue enorme en la juventud rockera y sobre todos en los músicos que estaban delineando los primeros pasos del Rock Nacional. Del Tango interpretado con guitarra, bajo y piano eléctricos a los elaborados arreglos del Rock Sinfónico en su apogeo no parecía haber una distancia musical tan grande: el año en que ambos estilos se encontraron fue 1976. La primera obra de Tango Rock fue el álbum “El jardín de los presentes”, el tercero de Invisible, banda liderada por Luis Alberto Spinetta, que incorporó como invitados para este trabajo al tecladista proveniente del Jazz Gustavo Moretto y a tangueros como los bandoneonistas a Rodolfo Mederos y Juan José Mossalini. En el origen del Tango Rock, como género, también se encuentra Gustavo Moretto, ex integrante de Alma y Vida, y que formó el trío llamado Alas para buscar un sonido en el que se fusionaran el Jazz, el Rock y el Tango, en la línea evolutiva que estaba marcando Ástor Piazzolla. El tercer gran fundador del género fue Charly García, quien ya había compuesto temas influenciado por el Tango, como “Cuando ya me empiece a quedar solo”, “Hipercandombe”, con La Máquina de Hacer Pájaros en 1977 y “Separata”, con Serú Girán en 1978. Pero fue en el álbum “La grasa de las capitales” (1979), de Seru Giran, donde "el ADN tanguero de García se expuso abiertamente en temas como “Perro andaluz”, “Viernes 3 AM” y “Los sobrevivientes”. El origen del Tango Rock tiene que ver con la nostalgia y la tristeza tomadas del Tango para expresar los sentimientos de desolación generados en la sociedad durante el horror causado por la Dictadura Militar que tomó el poder del país entre 1976 y 1983. La alegría social que trajo la recuperación de la Democracia a fines de 1983, conspiró contra la difusión del Tango Rock. Las bandas icónicas de aquellos años muestran escasa o nula influencia tanguera: Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, Virus, G.I.T. De todos modos, el género permaneció en varios músicos de la Trova Rosarina, como Juan Carlos Baglietto, Fito Páez (“Giros”, “Carabelas nada”) y Jorge Fandermole, así como Miguel Cantilo y Spinetta Jade. Sumo hizo una versión Reggae del clásico TangoCambalache” y su tema “Mañana en el Abasto”, tiene fuertes componentes tangueros. En los años '90, en el marco de una tendencia general del Rock argentino de replegarse hacia el barrio, al culto del aguante, la marihuana y el odio a la policía, así como a temáticas que hasta entonces raramente le habían interesado (¡el fútbol!), varias bandas incluyeron Tangos tradicionales en su cancionero, como “Yira, yira”, por Los Piojos, “Tomo y obligo”, por Moris, “Por una cabeza”, por Los Pericos, “Naranjo en flor” y “Cafetín de Buenos Aires”, por Andrés Calamaro. En 1991, Nacha Guevara publicó “Heavy Tango”, en el que versionó clásicos de compositores como Enrique Santos Discépolo al estilo del Hair Metal de Bon Jovi. Varias bandas a su vez incluyeron ritmos tangueros como Bersuit Vergarabat en “Perro amor explota”, Memphis La Blusera en “La bifurcada”, “Blues de las 6 y 30” y “Moscato, pizza y fainá”, el grupo Callejeros, además de la voz gardeliana de Patricio Santos Fontanet, realizó los TangosDesencuentro”, de Aníbal Troilo, y el Tango RockLímites”, Los Fabulosos CadillacsPiazzolla” y “La vida”. Litto Nebbia también tuvo un gran acercamiento al Tango, grabando en 1993 un álbum con Virgilio Expósito (“Melódico”), en 1995 con Enrique Cadícamo y en 1998 con Tangos clásicos de Gardel y Le Pera y propios.




















































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