Es difícil imaginarse un montevideano amante de la música popular que no se conmueva en mayor o menor grado cada vez que, en un escenario, o aún desde alguna lejana radio escondida detrás de los postigones de alguna casa, escucha un coro de Murga, montado sobre la santísima trinidad de la percusión murguera: redoblante, bombo y platillos.
Es muy difícil, en esta ciudad,
escapar del sortilegio murguero, con sus potentes voces armonizadas y la
percusión, entre juguetona y arrolladora. Las presentaciones de las murgas en
los tablados es una de las características del carnaval de Montevideo, donde
antiguamente cada barrio tenía su propio tablado, un estrado improvisado de
madera adornado con lucecitas de colores donde se presentaban los talentos del
pueblo. Competía cada barrio, en ocasiones hasta de esquina a esquina de una
misma calle, para ver quien armaba el tablado más bonito, el que más llamaba a
la gente a salir de sus casas para ver los vistosos disfraces y escuchar las
pegajosas melodías de los “artistas por un mes”. Ahora, los tablados se
organizan en lugares fijos, distribuidos a lo largo y ancho de Montevideo. Las Murgas
son lo que más llama la atención, por su simpleza teórica que contrasta con lo
llamativo de sus coros y el contenido social y político de sus letras,
dirigidas a ganarse las risas o aplausos de aprobación del público. Y es que la
Murga
viene a ser la válvula de escape de la sociedad durante el carnaval. Son
hombres y mujeres de extracción popular que hablan de las cosas que le pasan al
pueblo, tamizando de humor los eventos del año. “Araca la Cana” es una de
las Murgas
más viejas ya que fue fundada en 1935 por canillitas.
Se denomina como Marcha
Camión a uno de los ritmos base de la Murga uruguaya. La banda
que acompaña a la murga (redoblante, bombo, platillos), ejecuta un ritmo
característico que simula el runtum tum de circular por las calles. Durante el
carnaval de Uruguay, las Murgas suelen realizar varias
presentaciones por noche en escenarios situados en diferentes barrios. El
traslado de los conjuntos se realizaba antiguamente en camiones (hoy
sustituidos por ómnibus). La denominación de Marcha Camión surgió
porque era el ritmo que se dejaba oír durante dichos traslados en camión. La
Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación de Uruguay estudia declarar ”bien
protegido” del patrimonio cultural inmaterial al ritmo musical “Marcha
Camión” según un proyecto presentado por los músicos Julio Brum y Raúl
García. Originalmente, la Murga utilizaba una variedad de
instrumentos caseros como caños o tubos con una hojilla de fumar en un extremo
con la que el murguista hacía vibrar su propia voz, candelabros que hacían
sonar con el recurso de la hojilla de fumar, y hasta una batería de cocina a
modo de instrumentos de percusión. En 1915, la Murga “Los Profesores Diplomados” incorporó
al conjunto a un negro, que era soldado y tambor de la Escuela Militar, para
que tocara el redoblante. Esta innovación, que tal vez no tuvo mayor
trascendencia en un principio, fue tomada y perfeccionada por el director José
Ministeri (Pepino), quien implantó y popularizó en 1918 con sus “Patos
Cabreros”, la batería de Murga tal como se conoce
actualmente.
Inicialmente, el ritmo era ejecutado por un bombo similar al
utilizado por las Murgas porteñas, pero con la diferencia de que el parche era de
cuero y se percutía con una sola mano, ya que la otra mano sostenía el bombo
debido al peso del mismo. Luego el parche de cuero fue sustituido por el
hidráulico, ganando un sonido más armónico. También cambió el tamaño, pasando a
ser de 20 pulgadas, no tan pesado como el anterior, lo que permite que las dos
manos estén libres sobre el parche para lograr diferentes ritmos. El ritmo
también fue variando. En un primer momento, tal vez influenciadas por el ritmo
de la marcha de los desfiles, las Murgas cantaban sus melodías con un
ritmo adecuado para el desfile. Luego, las influencias de la música
montevideana, fueron haciendo variar el ritmo hasta llegar a la Marcha
Camión. En este nuevo estilo hubo influencia de los golpes utilizados
en la ejecución del tambor “chico” del Candombe. Es posible que haya sido
algún “tamborilero” de Candombe el que introdujo
directamente esta modalidad rítmica, o pudo haber sido asimilación intuitiva de
las formas básicas del Candombe ejecutados con instrumentos
de Murga.
Además de la Marcha Camión, la Murga ha empleado otros ritmos como
candombeado o ” Murga candombeada” (ritmo relacionado con el Candombe)
y combinaciones de Plena, Marcha y Malambo. Últimamente, ritmos
de la música brasileña y centroamericana han sido tomados por las Murgas,
introduciendo además síncopas y variaciones rítmicas, así como también otras
vertientes musicales de variada procedencia (Rock, Jazz,
etc.), que han obligado a cambiar incluso la modalidad tradicional de ejecutar
el redoblante, el bombo y los platillos. La batería de Murga ha continuado
ampliando sus posibilidades sonoras hasta permitirse hoy en día variantes
bastantes complejas. Se dice que mucho de la manera de cantar de los murguistas,
viene del sonsonete con el que los canillitas de aquellos tiempos iban gritando
las noticias del día para ofrecer los periódicos, ese tono del vendedor
ambulante que eleva la voz para ser oídos sin lastimarse. No es para menos, ya
que después de actuar en un tablado, suben al camión para ir a actuar a otro
tablado y, en promedio, cantan tres veces por noche durante los casi dos meses
que dura el carnaval. Quienes están en el público, pasándose el mate o comiendo
pizza, ya se saben las historias que cuentan los murguistas en sus cuplés,
siendo la labor del murguista exponerlas de manera que el pueblo se sienta
identificado con su manera de verlas.
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