El Nihon
Buyou se traduce al español como "Danzas Tradicionales
Japonesas". Este estilo de danza nacido hace más de 300 años en Japón,
posee ciertas características que definen
a la cultura nipona. A diferencia del Bon Odori que se trata de
un baile popular festivo, el Nihon Buyou es un espectáculo
concienzudamente planeado para ser presentado sobre un escenario y deleitar a
los espectadores en todos sus sentidos.
La sensualidad del espíritu japonés se
expande cuando mediante la danza, logra atravesar la discreción que impone el
kimono. Sus orígenes se encuentran en las danzas ceremoniales de la Corte
(Bugaku), en las danzas con sentido ritual (Kagura), a los bailes y festejos
populares y en las danzas budistas
llamadas Ennen. Las expresiones artísticas medievales como el Noh
y el Kowaka
mai, también imprimieron rasgos importantes en sus técnicas y
principios estéticos. Posteriormente el teatro Kabuki terminó por
definir el estilo de lo que se califica como danza japonesa “tradicional”. El
nombre de la danza proviene de Bu o Mai, se utilizaba para referirse a danzas
antiguas, preferentemente de la zona de Kansai (actuales regiones de Osaka y
Kyoto) que eran conocidas como Kamigata mai. Sus movimientos son suaves y
tranquilos y solo se mueve la parte superior del cuerpo. Las piernas se
deslizan sigilosamente al ras del piso y se caracterizaban por ser danzas
destinadas a la Alta Corte y clases altas. You u Odori, se asociaban a los
bailes populares y al Kabuki que comenzó a desarrollarse
en el período Edo (1600-1868) principalmente en la zona de la actual Tokyo y
sus alrededores. Aquí la parte baja del cuerpo toma relevancia y se marca el
ritmo con pasos ligeros y pausas llamados “ma”. El Nihon Buyou tiene un
elemento fundamental: la tierra. A diferencia de la estética occidental donde
toda la danza aspira a “elevarse” hacia los cielos. La danza tradicional
japonesa se caracteriza por afirmarse bien en la tierra. Y el cuerpo, como un
árbol de raíces firmes, hunde sus pies y se afirma.
Las piernas
algo inclinadas y los pasos cortos, presentan a los bailarines como seres
sólidos y compactos. Los hombros siempre permanecen alineados y los delicados y
precisos movimientos de cabeza se encargan de transmitir toda la energía y expresión
del espíritu japonés. De acuerdo a la calidad del movimiento, se pueden
encontrar estos estilos en este baile oriental: * Mai: movimientos lentos y
solemnes; * Odori: danza rápida y alegre; * Shosa: expresión de
emociones y sentimientos. El vestuario consiste en el kimono, con sus telas y
diseños apropiados al acontecimiento, época del año y edad de la persona que lo
viste, otorga a los eventos el aire de formalidad que tiñe a la cultura
japonesa. Si bien en la actualidad la ropa occidental es lo corriente, para
eventos especiales los japoneses recurren a su atuendo tradicional pues se lo
asocia aún día como una prenda de vestir exquisita, de alto contenido
sentimental y de extrema elegancia. En los bailes, dependiendo de la pieza a
interpretar, el vestuario puede variar. Existen algunos bailes cuyo despliegue
no requiere de vestimentas complejas, sino que con kimonos sencillos se pueden
asociar a estaciones del año de forma inmediata por asociación implícita.
Colores ocre con el otoño, colores rosados para la primavera y así
sucesivamente. Estos bailes se asocian a danzas que se realizaban en pequeñas
habitaciones con piso de tatami (fibra de bambú que recubre los pisos de las
casas japonesas a modo de esteras), medias tabi (de dos dedos) y maquillaje
austero. En general, el escenario para este tipo de danza, solo requiere de un
biombo de papel dorado como fondo o
piezas decorativas en bambú. El abanico llamado osensu es lo que define a la
danza japonesa tradicional. Básicamente encarna su espíritu. Puede hacer
alusión a diversos objetos durante un baile. El Nagauta o canción larga,
es un tipo de canción popular acompañada por el shamisen (guitarra japonesa) y
tambores de mano (kotsuzumi y kotsuzumi) y tambor de baquetas o taiko. También
puede incluir una flauta de bambu. La ausencia de voz, puede indicar la
ausencia de intención narrativa de la danza y por lo tanto la expresión está
dada por la danza.
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