La música Wassoulou es un estilo musical de la región Wassoulou, al sur
del río Níger, entre Mali, Guinea-Bissau y Costa de Marfil. Este estilo musical
se caracteriza por ser cantado por mujeres que abordan en sus canciones temas
femeninos como la maternidad, la fertilidad o la poligamia. Sus voces son
apasionadas y contundentes, y les gusta jugar con el patrón musical de
pregunta-respuesta. El origen de la música Wassoulou se encuentra en la cultura
donso, una sociedad ancestral de cazadores-poetas que viven en Mali y en
algunas regiones de Burkina Faso y Guinea-Bissau. Es una sociedad endogámica,
que está por encima de religiones, castas y grupos étnicos. Los rituales de los
donso tienen como objetivo usar la fuerza vital, el nyama. En esos rituales
cantan, bailan y usan básicamente tres instrumentos: el karinyan, un idiófono
con forma de tubo cilíndrico de metal que se rasca, similar a un güiro; el
kusuba, un idiófono echo de bambú, parecido a unas sonajas; y el n’goni, un
cordófono de la familia de la kora que tiene seis cuerdas. Las melodías de este
cordófono están creadas en torno a un sistema pentatonal, como pasa en la
mayoría de los sistemas musicales ancestrales de todo el mundo. En la década de
1960, esta tradición ancestral evolucionó cuando un grupo de jóvenes donso
empezó a utilizar la música de su cultura más allá de los rituales de caza,
para hacer bailar a las mujeres o simplemente por placer. Los ancianos acusaron
a esta generación de desacralizar el donso n’goni y su música, reservada solo
para hombres, y sus rituales de caza. El movimiento de estos jóvenes siguió
adelante, no sin problemas y disputas entre padres e hijos.
Los jóvenes donso crearon un nuevo instrumento, el kamalen n’goni (“arpa
de hombres jóvenes”, en bambara), similar al anterior n´goni pero afinado una
cuarta superior y con un nuevo repertorio. Los primeros en grabar este nuevo
sonido fueron Alou Fané y Daouda
'Flani' Sangaré en 1968 en los estudios de Radio Mali. Así nació la
música Wassoulou, que se popularizó sobre todo a partir de la década
de los 80 y los 90. Los instrumentos más característicos de este género son el kamalen
n’goni, cuyo sonido es parecido al del banjo; el bolon, que es un cordófono
similar al anterior pero que tiene cuatro cuerdas; el karinyan, que es un tubo
de metal que se rasca; el soku, que es un cordófono de una sola cuerda similar
a un violín, y el djembé, que es un membranófono africano que se toca
percutiendo con las palmas de la mano en la membrana del tambor. En Mali, Oumou
Sangare es una gran celebridad, porque además de ser una destacada
exponente de la música Waussoulou, es una mujer
comprometida desde su juventud con la causa feminista. Ha luchado en pro de la
liberación de la mujer en África, en una sociedad dominada por los hombres y en
constante conflicto entre tradición y modernidad. Su primer álbum, “Moussoulou”,
la convirtió en una figura tremendamente popular en Mali y fue el comienzo de
su carrera internacional. Las letras de su primer disco son exhortos para
liberar a las mujeres del yugo de sus tradiciones. Si profundizamos en la
musicología Wassoulu encontramos a muchas otras artistas destacadas como Ramata
Diakite, Mama Toumani Kone, Sata Kouyaté, Coumba Sidibe, Sali
Sidibe, o Miss Maawa Malaika.
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