El Bacchu-Ber
es una danza tradicional de espadas del barrio de la ciudad de Briançon (Altos
Alpes, Francia), cuyo origen remonta a varios siglos y cuyas primeras crónicas
manuscritas datan de 1730. Este baile es único en Francia y es uno de los pocos
en haber atravesado los siglos. Se baila una vez al año, el 16 de agosto, día
de San Roque, patrón del barrio Pont de Cervières.
Es casi imposible determinar
los orígenes del Bacchu-Ber: se evocan danzas célticas, galas, romanas, griegas,
de Flandes, etc. Puede haber una vinculación con el dios del vino Baco por la
similitud de la ortografía, pero no hay ninguna certidumbre. El nombre también
puede provenir del occitano “bal cubèrt", o baile cubierto, pero la duda
persiste en cuanto a la etimología de la palabra. San Roque era implorado en
tiempos de epidemias de peste bubónica, según algunos escritores, y fueron los
sobrevivientes de la peste quienes eligieron a San Roque como protector del
barrio. Sin embargo no se tienen informaciones que digan que se hacían promesas
de ir a bailar. La danza la ejecutan nueve hombres vestidos completamente de
blanco, lucen una faja roja, zapatos negros y un pequeño lazo también de color
negro, alrededor del cuello. Bailan formados en círculos, al tiempo que se
saludan y describen formas geométricas con sus espadas. Cada uno de los
bailarines sostiene su espada, al tiempo que toma por su extremo la del otro.
Se mueven rítmicamente y al unísono en series de tres pasos cada una.
Mientras algunos bailarines levantan sus espadas, el resto pasa por
debajo, describiendo combinaciones de diferentes formas geométricas, como
pueden ser: tres triángulos y una estrella, dos rectángulos, un triángulo y una
estrella, etc. La figura inicial, llamada “lève”, se compone de un círculo de
bailadores, teniendo a uno de ellos en el centro, mientras los otros disponen
sus espadas alrededor de su cuello. Todos los bailarines se ponen de rodillas y
se levantan varias veces, todos al mismo tiempo. Durante el verano de 1936, el
Presidente francés Albert Lebrun, estuvo en una representación del Bacchu-Ber.
Durante las dos Guerras Mundiales se interrumpió la ejecución de la danza. El
canto que acompaña al baile se conoce como la “dratanla” y se parece más a una
cantinela que a un verdadero canto. Unas diez mujeres, vestidas con el traje
típico de Pont de Cervières, compuesto por un gorro
blanco que se ata debajo de la barbilla, un corpiño cubierto por un mantón, y
una falda larga fruncida en la cintura de color antracita, con pequeños dibujos
provenzales. El delantal se ata delante para sujetar el mantón. El Bacchu-Ber
se baila dos veces sobre un escenario de madera. Cada vez dura aproximadamente
veinte minutos. La primera representación tiene lugar en la planta alta del
pueblo, en la Plaza de la Iglesia, donde se ubican las iglesias de San Roque y
de San Marcelo. Después los danzantes, cantantes y espectadores van bajando la
calle hasta llegar a la plaza Jean Jaurès, donde vuelve a ser ejecutada. La
sociedad de admiradores del Bacchu-Ber, fundada en 1935, se
encarga de la organización del baile.
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