El ritmo más genuino y representativo de la música española es el Pasodoble.
Puede ser considerado, en esencia, el estandarte sonoro que distingue a España
en todas partes del mundo. Se trata de un ritmo alegre, pleno de brío, castizo,
flamenco unas veces, pero siempre reflejo del garbo y más genuino sabor
español. Sobre su origen, y ateniéndonos exclusivamente a su procedencia
puramente española, se barajan tres teorías diferentes.
La primera sostiene que el Pasodoble proviene de la tonadilla escénica, que era una composición que en la primera mitad del Siglo XVIII servía como conclusión de los entremeses y los bailes escénicos y que luego, desde mediados del mismo siglo, era utilizado como intermedio musical entre los actos de las comedias. Algunas de las tonadillas describían corridas de toros. Gran parte de ellas anónimas, ya que los autores se escudaban en el anonimato al ser la tonadilla considerada un producto menor, que además estaba destinado al canto. Las tonadillas conjuntaban letras llanas, sencillas, populares, con músicas pegadizas, fáciles de tararear y muchas veces netamente folklóricas, en coplas de seguidillas, fandangos, etc. Cuando la tonadilla era de tema taurino, participaban clarines y atabales (hoy denominados timbales), los mismos que habían venido actuando en las vistosas fiestas de toros celebradas en las plazas mayores de algunas de las más importantes ciudades españolas durante los siglos anteriores. Por ejemplo, las fiestas de toros llevadas a cabo en 1135 para la coronación de Alfonso VII, o las de 1418, para festejar la boda del rey Juan II con María de Aragón.
La primera sostiene que el Pasodoble proviene de la tonadilla escénica, que era una composición que en la primera mitad del Siglo XVIII servía como conclusión de los entremeses y los bailes escénicos y que luego, desde mediados del mismo siglo, era utilizado como intermedio musical entre los actos de las comedias. Algunas de las tonadillas describían corridas de toros. Gran parte de ellas anónimas, ya que los autores se escudaban en el anonimato al ser la tonadilla considerada un producto menor, que además estaba destinado al canto. Las tonadillas conjuntaban letras llanas, sencillas, populares, con músicas pegadizas, fáciles de tararear y muchas veces netamente folklóricas, en coplas de seguidillas, fandangos, etc. Cuando la tonadilla era de tema taurino, participaban clarines y atabales (hoy denominados timbales), los mismos que habían venido actuando en las vistosas fiestas de toros celebradas en las plazas mayores de algunas de las más importantes ciudades españolas durante los siglos anteriores. Por ejemplo, las fiestas de toros llevadas a cabo en 1135 para la coronación de Alfonso VII, o las de 1418, para festejar la boda del rey Juan II con María de Aragón.
Una segunda teoría acerca del origen del Pasodoble sostiene que surgió de
un tipo concreto de marcha militar que debió generalizarse en España en el
Siglo XVIII y que luego fuera adoptada por las bandas municipales formando
parte del repertorio junto con oberturas, fantasías, mazurcas, etc. Así, la
primitiva marcha militar guerrera, épica, habría tenido su máximo esplendor
durante la Guerra de la Independencia y de a poco fue incorporada por la
población civil, convirtiéndose en una melodía danzarina taurina. Tras esta
etapa puramente militar, en el Siglo XVIII, vendría la etapa de incorporación
de elementos armónicos de la Seguidilla, la Jota, el Bolero, el Flamenco, y
sobre todo, la incorporación de la cadencia andaluza. También se opina que el
Pasodoble proviene de alguna de las danzas que se introdujeron en España en el
Siglo XVII, y una vez transformada y adaptada, sería un antecedente inmediato
del género. Existen varios estilos de Pasodobles: Taurinos, Militares,
Populares
y Banda.
Recién en 1920 la música se popularizó y junto con ella, el baile. En la década
de 1940 se masificó en España y se estableció que fuera un baile más bien
sobrio y elegante, con la mujer y el hombre siempre unidos. Actualmente, una de
las maneras por las que se ha mantenido vivo este ritmo son las Tunas,
agrupaciones musicales universitarias que interpretan los Pasodobles
acompañados de piruetas denominadas Fantasía de Panderetas (tocar el
instrumento con cualquier parte del cuerpo); Baile de Bandera (mover
el estandarte al ritmo de la canción); y Baile de Capa (imitar los
movimientos del torero).
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