El Chachachá, como todo
género realmente popular, no nació de la nada. Se originó como un proceso de
evolución y de experimentación del compositor y violinista habanero Enrique
Jorrín con el Danzón. Durante su juventud, lo único que Jorrín componía
era música de Danzón, que al principio respetaban todos los cánones musicales
propios del género, pero poco a poco fue introduciendo pequeños cambios que lo
acercaba cada vez más al Chachachá. Esos fragmentos modificados gustaron tanto
al público que Jorrín decidió independizarlos del Danzón, hasta llegar a lo que
él llamó “Chachachá”. Siendo director de la Orquesta América, en 1948
Jorrín dio a conocer “La Engañadora”, una canción con un
nuevo tipo de melodía resultante de sus experimentos. La variación consistía en
un trío de cantantes que entonaban al unísono el tema de la composición, lo que
le dio su característico tono al nuevo género, mientras que el Danzón era
exclusivamente instrumental. Este estilo gustó mucho a los que lo bailaban ya
que les permitía improvisar más e inventar nuevas figuras. Jorrín compuso otras
melodías del mismo estilo y el nombre con que originalmente llamó a sus
experimentos fue Neo-Danzón. Este no era un nombre muy atractivo, pero refleja
lo que el compositor pensaba de su creación. El nombre que hoy se conoce nació
con la ayuda de los bailarines al inventarse la danza que se acoplaba con el
ritmo, descubrieron que los pies marcaban un sonido peculiar al rozar el suelo,
precisamente los característicos tres pasos rápidos, y se empezó a llamar
Chachachá.
Otra teoría acerca del origen del
nombre del Chachachá sostiene que se debe al especial sonido del güiro en el
compás, y por onomatopeya, llamaron así al ritmo. El nuevo género se expandió
rápidamente por el continente americano, sobre todo en México, donde llegó
Jorrín para crear su propia orquesta, hecho que contribuyó a que la Orquesta
América abandonara Cuba dejando paso a nuevas formaciones que continuaron con
el Chachachá. Su rápida difusión se debió a que es un baile festivo e
intermedio, ni muy rápido ni muy lento, por lo que cualquier persona con pocas
nociones de danza era capaz de bailarlo y disfrutar con él. El Chachachá
comenzó a crear sus propios procedimientos gracias al trabajo de compositores
como Ramón
Márquez, Richard Egües y Jorge Zamora. La instrumentación del
Chachachá originalmente fue tomada del Danzón, que en Cuba se toca con una
agrupación llamada Charanga Francesa, herencia musical de los inmigrantes llegados
de Haití. Esta consistía en percusión, piano, bajo, flauta y una sección de
cuerdas. Los grupos de Chachachá más importantes fueron la Orquesta América, la Orquesta
Aragón, Los Cariñosos y la Orquesta de Enrique Jorrín. El Chachachá
de Ballroom tiene su origen en los estudios del profesor de danza Monsieur
Pierre (Pierre Zurcher-Margolle), que salió de Londres para visitar
Cuba en 1952. Fue ahí cuando se fijó el nuevo ritmo y cómo los bailarines
comenzaban en el segundo tiempo y no en el primero. Entonces se llevó la idea a
Inglaterra, creando más tarde el conocido Chachachá de Ballroom.
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